El “Conjunto de Conjuntos”Luis Cruz y Alfarona X en Nueva York
Por Ewin Martínez Torre P.O. Box 20068 Río Piedras, Puerto Rico 00928 El artículo fue cedido por su autor
A mediados de la década de los años treinta, durante 1934, un joven carpintero acostumbraba pedalear su bicicleta para llegar a tiempo a los ensayos del recién formado Conjunto Cappacetti. Cargaba en la canasta del humilde vehículo las herramientas de su trabajo, y en ocasiones llegaba sudoroso y cubierto del aserrín relacionado a su honroso oficio. Su nombre: Luis Cruz, y en este trabajo intentaremos rescatar las memorias y la historia de este gran compositor, músico, y director del Conjunto Alfarona X y otras agrupaciones musicales.
Trasfondo histórico
Luis Cruz Ramos nació en Naguabo, Puerto Rico el 27 de agosto de 1915. Luego pasó a residir en Santurce.[1] Temprano en su juventud, durante sus años de estudiante, Luis Cruz desarrolló la creativa destreza de construir poemas. Según él mismo afirmara en una entrevista: “Cuando yo comencé, realmente la afición mía fue la de escribir poemas. Yo ni pensaba ser músico”. Posteriormente, comenzó a relacionarse con músicos amigos suyos de Barrio Obrero para participar en fiestas y “jaranas” que se efectuaban mayormente en Quintana en Hato Rey. Estas circunstancias proveyeron taller al joven compositor para adaptar sus poemas a la música. Como resultado de estas experiencias, organizó un pequeño conjunto para amenizar bailes llamado “Son de Borinquen”, que incluía cornetín y clarinete.[2] “Casi no tocábamos por dinero. Lo hacíamos para tener el placer de estar con las amistades”.[3] Esto, a pesar de que comenzando en la década de los años treinta, Puerto Rico experimentaba los quebrantos económicos provocados por la Gran Depresión. Para exacerbar la situación, el poderoso huracán San Ciprián azotó la isla en 1932, causando grandes estragos.
Por otro lado, había en esta época un cantante y guitarrista muy solicitado, de nombre Emilio Cappacetti, que se distinguía por “su voz melodiosa en sus interpretaciones”. El oficio de este músico ponceño era el de tabaquero, y cuando no estaba torciendo cigarros, llevaba sus serenatas a Puerta de Tierra, Santurce, Barrio Obrero y otros sectores de San Juan. También participaba en las fiestas religiosas de La Cruz.[4] Desde al menos 1918 ya Cappacetti incursionaba en la música al frente del Dueto Ponceño junto a Guillermito Arroyo,[5] y posteriormente continuó al frente de sus diferentes dúos y tríos. En 1934,[6] “a Cappacetti le vino la idea de formar un conjunto,” según Luis Cruz. “Habló conmigo porque le gustaba ese conjunto que yo había hecho. Lo que hicimos fue que ingresamos los músicos míos al trío de Cappacetti y entonces de ahí fue que nació el Conjunto Cappacetti”.[7] Al principio Luis tocaba maracas y hacía coro, pero luego llegó el momento en que se hizo sonero del conjunto.[8] También sus canciones se incorporaron al repertorio de esta agrupación y llegaron a grabar al menos cuatro números (ver discografía). Con el pasar del tiempo, Luis se sintió suficientemente preparado y maduro como para organizar su propio grupo musical.
El Conjunto Alfarona X nació en Santurce en 1941, luego de la salida de Luis Cruz del Conjunto Cappacetti. Los integrantes originales de Alfarona X eran los siguientes: los hermanos Toño y Hermenegildo “Merejo” Quiñones, cantantes; Gaspar B. Figueras, clarinete, Rubén Maldonado, bajo; Pucho Márquez, trompeta; Osvaldo de los Santos, tres; Felipe “Felo” Manso, bongó y Luis Cruz, cantante, guitarrista y director del conjunto. Es importante señalar que los integrantes de esta agrupación provenían del seno de la clase trabajadora puertorriqueña. Por ejemplo, Toño y Merejo eran albañiles de oficio; Luis Cruz y Osvaldo, carpinteros; “Sixto trabajaba en plomería y Felo hacía sus chivos también”.[9] Según Rubén Maldonado, bajista original de esta agrupación:
El poco común nombre de este Conjunto, según su director, surgió de esta manera: “Cuando yo hice mi Conjunto Alfarona X, yo quería buscar un nombre raro; salirme de eso de ‘Conjunto Puerto Rico’, ‘Conjunto Caguas’, ‘Conjunto Santurce’, y eso. Y yo lo que hacía era que en un papel me ponía a escribir sílabas y formaba palabras que me salían raras. Y entre esas palabras me salió ‘Alfarona’. [Pero el nombre Alfarona solo resultaba] muy soso. Y comenzé a pensar qué más yo le pondría. Y como no encontraba… dije ‘pues le voy a poner una X’, y de ahí salió Alfarona X”.[11]
Alfarona X debutó, según Rubén Maldonado, en un local de Santurce: “Había una terraza en la calle Pomarrosas que le decían Plaza Jefferson. Ese día que nos inauguramos estaba tocando también don Ernesto Vigoreaux con su Conjunto Santurce. Don Ernesto era bien humorístico, y dice: ‘¿Adiós?, ¡pero si Luis Cruz está tocando con mis músicos!’ (se ríe). Eso era porque Osvaldo, Toño y Merejo habían tocado con él anteriormente”.[12]
Desde sus comienzos Alfarona X resultó ser un conjunto exitoso, amenizando numerosos bailes en varios clubes y lugares frecuentados por la clase obrera puertorriqueña, entre ellos, “Los Tipógrafos” y “La Crema” en el Viejo San Juan. “La Goma,” en Puerta de Tierra. El “Rio Club” de Rio Piedras, el “Marina Dancing Club” y el “Bay View,” ambos en Cataño. También trabajaron mucho tiempo en el club “El Ferrocarril” de Fajardo.[13] Pero la situación económica de la isla durante la Segunda Guerra Mundial no era la mejor. La amenaza de los submarinos alemanes que patrullaban las aguas del océano Atlántico retrasaba e impedía la llegada de barcos mercantiles a Puerto Rico. La escasez de provisiones y artículos de primera necesidad provenientes del exterior agudizaba la crisis, de manera que los alimentos escaseaban y encarecieron. Los comerciantes inescrupulosos se aprovecharon de esta situación para vender a precios exorbitantes lo poco que había disponible.[14]
De Santurce a Manhattan
Probablemente por esta dura y dramática realidad fue que a Luis Cruz le pareció razonable la oferta que le hiciera un amigo suyo para trasladar el Conjunto a la Babel de Hierro: “Ese viaje para Nueva York nació de un amigo empresario muy conocido aquí; Gregorio Rosario. Este señor tenía muchas conexiones allá en Nueva York y nos cogió mucho cariño,…nos daba muchos bailes… De él fue que nació la idea de llevarnos para Nueva York. Entonces estuvo hablando conmigo [e] hicimos unas cuantas reuniones, los muchachos del Conjunto con él, para ver si estábamos interesados en ello. Nos interesó la idea. Lo que [sucedió fue] que no pudimos ir todos los [integrantes. Entonces] yo busqué unos músicos para sustituírlos”.[15]
La cuestión aventurera parecía incompatible con la personalidad metódica y disciplinada de Luis Cruz. Pero las circunstancias del momento exigían una decisión radical, trasladándose el conjunto a Nueva York junto a su director en el verano de 1945. En cuanto a esto nos dice su hijo José Luis Cruz: “Me acuerdo que el día que él salió de viaje de Puerto Rico para Nueva York, yo tenía una muela adolorida. Mi mamá [Mariana Fuentes Estrella] no pudo ir con él a despedirse porque estaba yo enfermo. Ella se quedó conmigo porque yo hasta tenía fiebre”.[16] Siguiendo la costumbre de la época, el conjunto se colocó en la cubierta del barco, afinó sus instrumentos y comenzó a tocar mientras la nave abandonaba el puerto. Al mismo tiempo, los pasajeros agitaban sus pañuelos mientras se despedían de sus familiares desde el muelle.[17] Transcurridos unos cuatro largos días de travesía en alta mar, “Merejo” Quiñones añade: “En Nueva York atracamos en el muelle 59. De allí nos fuimos pa’la 116 [en El Barrio] dónde nos tenían una comida, y cada cual cogió para su sitio… Allá nos pagaban la casa y la comida los que nos llevaron. Así estuvimos dos meses… Era la primera vez que iba a Nueva York”.[18]
El crecimiento de la economía norteamericana luego de la Segunda Guerra Mundial fué uno de varios factores que propiciaron la gran emigración de los puertorriqueños a la ciudad de Nueva York.[19] Los nuevos emigrantes se emplearon en áreas de servicio tales como domésticas, hoteles, edificios de apartamentos y oficinas, restaurantes y clubes nocturnos. También encontraron trabajo en sectores de la agricultura y la manufactura.[20] Por su parte, Luis Cruz encontró empleo como carpintero.[21]
La gestión de Gregorio Rosario para conseguir albergue en Nueva York a los miembros de Alfarona X fue eficiente: “Yo me recuerdo que [a] Gaspar Figueras y yo,” según Luis Cruz, “nos tocó una familia que vivía en la calle 116… Entonces a otros los colocó en la casa de quien fue mi compadre después: Paco Quijano. Y así por el estilo. El asunto es que él nos acomodó a cada músico en distintos sitios”.[22] A “Merejo” Quiñones le tocó vivir en un apartamento en los altos de la ya famosa Funeraria Monge,[23] localizada en el 1739 de la Avenida Madison entre las calles 114 y 115. Los primeros ensayos del Conjunto se efectuaron en este apartamento. Según Merejo: “Los ensayos eran de 7:00 a 9:00 PM. El piano hubo que subirlo con sogas y meterlo por la ventana”.[24]
El debut del Conjunto Alfarona X en Nueva York ocurrió en octubre de 1945, pero las fuentes no están de acuerdo sobre el lugar exacto de este acontecimiento histórico. Algunos afirman que fue en el Park Plaza, localizado en el 3-5 Oeste de la Calle 110. Contaba esta facilidad con salones de baile en sus dos niveles para acomodar al público y las diferentes agrupaciones musicales. Otros dicen que fue en el Grand Plaza Ballroom,[25] ubicado en el 821 Este de la Calle 160 en el Bronx. A pesar de estas discrepancias, lo cierto es que Alfarona X logró la aceptación del público de manera inmediata. La crítica de una de las presentaciones del Conjunto, ocurrida el 24 de noviembre de 1945 es inequívoca y contundente en su veredicto:
Casi un año después de esta presentación, Luis Cruz obtuvo un contrato para su agrupación en el ya mencionado Park Plaza para amenizar bailes los “viernes, sábados, domingos y días festivos,” conviertiéndose Alfarona X en el “house band” de dicho salón de baile junto a Montesinos y su Conjunto del Ritmo.[27] Este empleo regular duró hasta los primeros meses de 1947 cuando ambas agrupaciones fueron reemplazadas por José Budet y sus Tropicales, y Marcial Rivera y su Latin American Orchestra.[28] Entre los muchos lugares en los cuales el conjunto tocó se encontraban el “Hunt Point’s Palace” en el Bronx, el Hotel Diplomat de Manhattan junto a Machito y sus Afro-Cubans,[29] y en el “Lincoln Square Center” junto a la Orquesta de Charles Valero.[30]
El Marianaxi y la “puerta giratoria”
En ese mismo año, cuando el Alfarona estaba en el punto más alto de su popularidad, Luis Cruz decidió regresar a Puerto Rico con su familia debido a que su esposa sentía nostalgia por la isla: “Luis vámonos para allá,” repetía Mariana sin cesar. “Está bueno ya”. Entonces, “le dejé el conjunto a Pucho Márquez. El se quedó; lo dejé de director. Nos vinimos para acá… y formé un conjunto que me cogió un poquito de tiempo buscando buenos músicos, entre ellos: Leo Fleming, bajo; “Tati”, trompeta; Tito Ramos tocaba tres…Rafael Rodríguez para tocar clarinete. Chú Fernández tocaba trompeta también. Pastor Torruellas hacía la segunda voz. Cantó conmigo en esa ocasión Carlos Pizarro”.[31] Los primeros ensayos de esta nueva agrupación, bautizada como “Marianaxi” en honor de su esposa, los realizó Luis Cruz en la residencia de la familia de Leo Fleming en el sector Las Casas de Santurce.[32]
Honrando el refrán de que la emigración puertorriqueña a los Estados Unidos ha sido como una especie de puerta giratoria, al cabo de dos años Luis Cruz regresó con su familia a Nueva York, ingresando nuevamente en el Alfarona X: “Ahí fue que empezó a tocar piano con nosotros Alicia, que era muy buena pianista. Empezó a cantar también con nosotros Juan Adolfo, que le llamábamos ‘Pajarito’, y Elías Sánchez. Ellos cantaban primera y segunda voz. Yo seguía como sonero del conjunto”.[33]
Posteriormente, Luis salió del Alfarona para organizar un nuevo Marianaxi: “En esa ocasión busqué a Lile Figueroa, que tocaba el tres. Rafita Ramos, que era un muy buen cantante,… era la primera voz. Miguel Ramos tocaba trompeta. Ángel Canales era trompeta también. Y Howie [que] era un pianista muy bueno.” Pedro Luis Jackson era el director musical del conjunto.[34] Al igual que el Alfarona X, el Marianaxi resultó ser un conjunto muy popular. A juzgar por la cantidad de anuncios publicados en varios periódicos, el Marianaxi “guisó” en lugares tales como “El Tropicana Club” en el 915 de la Avenida Westchester en el Bronx. Aquí participó ocasionalmente junto a la orquestas de Alberto Iznaga y Arsenio Rodríguez, y los conjuntos de José Luis Moneró y Toñito Ferrer. Tocaron en el “Palladium Ballroom” en Manhattan junto a Daniel Santos, Tito Puente, Machito, Moncho Leña y otros. En el “Manhattan Center” junto a César Concepción, Armando Castro, Felipe Rodríguez, Moncho Usera y otras agrupaciones. También estuvieron en el “Audubon Hall” junto a la Orquesta Happy Hills, Claudio Ferrer y su Conjunto, y Angel Viloria.[35]
Mientras tanto, Alfarona X continuó trabajando en Nueva York bajo la dirección de varios músicos, entre ellos el ya mencionado Pucho Márquez, seguido por Sixto Martínez, y Leo Fleming: “Yo lo tuve cuatro o cinco años hasta 1965. Antes de mi estaba Sixto Martínez, pero se enfermó y yo lo cogí. Cuando yo lo tuve gustó muchísimo. Hice todo lo que pude para que la música de Luis Cruz se oyera pues él era casi como mi hermano… (voz entrecortada por la emoción). Ese grupo estaba bien acoplado, bien tremendo. Luis Cruz era bien exigente en los ensayos. Por eso es que su grupo tocaba bien”.[36]
Luis Cruz Ramos y su esposa Mariana Fuentes Estrella regresaron a Puerto Rico a pasar sus últimos años en semi-retiro, pues Luis continuaba tocando ocasionalmente en fiestas privadas. Luego de varios años de lucha contra el terrible mal de Alzheimer, Luis Cruz sucumbió ante éste el 31 de diciembre de 2002. Su esposa falleció en el verano de 2004. Les sobreviven sus hijos José Luis, pianista y arreglista, y Adriana Marie.
Las grabaciones en el sello Verne
Hasta donde nuestra investigación alcanza, Alfarona X realizó muy pocas grabaciones en formato de 78 RPM bajo la dirección de Luis Cruz. Existen otras pocas con el Marianaxi, y cuatro números de Luis cantando para el Conjunto Cappacetti. Es indudable que deben existir grabaciones adicionales, especialmente cuando vemos solamente dos números bajo un solo sello discográfico en la discografía que incluimos. Por regla general, se hacían cuatro números en las sesiones de grabación. Es por esto que debemos concluir, razonablemente, que faltan discos por identificar.
Cuando Merejo se asomaba a la ventana de su hospedaje en los altos de la Funeraria Monge tenía frente a frente, al cruzar la Avenida Madison, la tienda de discos Almacenes Hernández. Este local comercial había pertenecido a Victoria y Rafael Hernández, pero el 16 de noviembre de 1939 fue adquirido formalmente por el mayaguezano Luis Cuevas, incluyendo el inventario de discos, guitarras, tocadiscos, radios, y otros efectos musicales.[37]
Para mediados de la década de los años cuarenta, esta tienda de discos se convirtió en la sede de la recién fundada Verne Recording Corporation of America, administrada por Luis Cuevas y su hermano Ernesto. Gradualmente, estos empresarios aumentaron el catálogo de la Verne grabando agrupaciones musicales locales e internacionales. Los discos producidos se vendían a la clientela de la ciudad en Almacenes Hernández. También se distribuían al por mayor a otras tiendas de discos en Nueva York, Estados Unidos y Puerto Rico. Posteriormente, la compañía Verne llegó a exportar sus discos a Perú, Cuba, Brasil, Francia, Colombia, México, Venezuela, y Filipinas.[38]
En 1946 y 1947 la Verne llevó al Conjunto Alfarona X al Nola Penthouse Studio,[39] localizado en el oeste de la calle 57,[40] para grabar dos sesiones. Los ocho números resultantes salieron al mercado en cuatro discos de 78 RPM (ver discografía). Cinco de estos números —Sigue en tu Packard, Como Borinquen ninguna, Amor no te vayas, La cabra de Simón, y Te reto a que me olvides— formaban parte del repertorio de Alfarona X en Puerto Rico.[41]
No se equivocaba el Sr. Rondón cuando en su reseña afirmaba que el Alfarona X era el “conjunto de conjuntos.” Las grabaciones Verne plasmaron para la posteridad en el vinilo las mejores ejecuciones de este conjunto. En varias de ellas se puede apreciar la influencia del son cubano, pero también la tradición rítmica de los conjuntos puertorriqueños. Veamos algunas de ellas. Según el instrumentista Joaquín Martínez, mi hermano mayor, en la primera de estas canciones tenemos un son con clave 3/2 donde se destaca una introducción organizada en frases de cuatro compases. Estas comienzan en unísonos bien afinados abriendo en armonía.
En este número el piano ejecuta los montunos con mucho sabor. Al momento de entrar el soneo, se notará que el bongó se queda repicando con la clave hasta el interludio, a diferencia del son mas moderno (salsa) en que el bongocero suelta el instrumento para subir a la campana.[43] La letra recoge la crítica dirigida del trabajador, que vive dentro de lo que sus medios humildemente le permiten, hacia la muchacha de aparente clase alta que rechaza sus avances románticos. Por otro lado, en “Como Borinquen ninguna” tenemos un estupendo arreglo que incorpora el tema de la Patria, muchas veces presente en la obra de Luis Cruz.
El interludio le da un giro fuerte a la canción cuando modula a otro tono. Se destaca el clarinete con un buen solo, y el pianista intercala motivos de “Preciosa” de Rafael Hernández.[45] Otra de mis canciones preferidas, la guaracha “Mi Cutunca,” es un pegajoso número construido específicamente para los bailadores. La pieza abre con una corta melodía tocada por la trompeta y el tres terminando en una súbita y asertiva entrada al unísono del resto de los instrumentos. El bongocero repica los cueros rápida y furiosamente dirigido por una sonora clave que sirve de guía para introducir el armonioso dúo de voces compuesto por Merejo y Luis.
La primera vez que escuché este número me imaginaba entrando al Park Palace en medio del bullicio en la puerta. Bajando (o subiendo) las escaleras para llegar a los salones, en medio del roce de los cuerpos, se percibe la mezcla de olores que inmediatamente inunda los sentidos: licor, tabaco, perfumes, sudor, hasta llegar a la pista de baile. Allí se siente el piso vibrando ante el movimiento de las parejas, y en la tarima, los muchachos del conjunto en plena ejecución...
A pesar de los limitados recursos técnicos de grabación de la época, y Merejo afirma que la amplificación era muy pobre, consideramos que estas grabaciones son representativas del mejor período del Conjunto Alfarona X. Se trata de temas musicales variados, bien seleccionados y magistralmente ejecutados. Consideramos que estas grabaciones tienen que ser re-masterizadas para rescatarlas e incorporarlas a la historia musical de nuestro país.
Discografía (en progreso) de Luis Cruz en discos de 78 RPM:
Las fuentes de esta tabla son las siguientes: MARVELA, Colección de José A. Júdice, Lares, Puerto Rico; VERNE, Colección del autor, Rio Piedras, Puerto Rico; TICO y DENNIS, Arturo Butler Báez, Bronx, Nueva York; RIVAL, Colección de Bartolo Alvarez, Centro de Estudios Puertorriqueños, Hunter College, Nueva York; VENLIX, The Díaz-Ayala Cuban and Latin American Popular Music Collection, Florida: Florida International University, 2002. Base de datos disponible en <http://gislab.fiu.edu/smc/>.
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Notas al texto [1] José Luis Cruz Fuentes, entrevista personal, 19 julio 2004. [2] Luis Cruz, entrevista radial con Alex Pizarro, El Show de Alex Pizarro, Radio Voz, WVOZ, San Juan, [c. 1987]. [3] Luis Cruz, entrevista radial con Mariano Artau, Caravana de Recuerdos, Corporación de Puerto Rico para la Difusión Pública, WIPR, San Juan, mayo 1993. [4] Juan José Reinosa, “Don Emilio Cappacetti,” El Vocero n. pág., s.a. [5] Dueto Ponceño (Emilio Cappacetti y Guillermito Arroyo), Colección de José Cappacetti, San Juan, 1918, foto. [6] Víctor González, “Emilio Cappacetti: 66 años cantando,” El Mundo [-] mayo 1979, n. pág. [7] Luis Cruz, entrevista radial con Mariano Artau. [8] Luis Cruz, entrevista radial con Alex Pizarro. [9] Rubén Maldonado, entrevista personal, 8 diciembre 2004. Don Rubén es padre del conocido percusionista Angel “Cachete” Maldonado. [10] Ibid [11] Luis Cruz, entrevista radial con Alex Pizarro. [12] Rubén Maldonado, entrevista personal. [13] Ibid [14] Guillermo Baralt, Historia de El Nuevo Día, (1909-2000) (Hato Rey: Publicaciones Puertorriqueñas, 2002) 150. [15] Luis Cruz, entrevista radial con Mariano Artau. [16] José Luis Cruz Fuentes, entrevista personal. [17] Rubén Maldonado, entrevista personal. Ver también, Félix Matos y Pedro Hernández, Pioneros: Puerto Ricans in New York City, 1896-1948 (Charleston: Arcadia Publishing, 2001) 18. [18] Hermenegildo Quiñones, entrevista personal, 20 julio 2004. [19] Francisco Rivera y Carlos Santiago, Island Paradox: Puerto Rico in the 1990s (New York: Russell Sage Foundation, 1996) 45. [20] Robert Novak, “Distribution of Puerto Ricans on Manhattan Island,” Geographical Review 46. 2 (1956): 186; Héctor Figueroa. “Puerto Rican Workers: A Profile,” NACLA Report on the Americas 30. 3 (1996): 29. [21] Hermenegildo Quiñones, entrevista personal. [22] Luis Cruz, entrevista radial con Mariano Artau. [23] Hermenegildo Quiñones, entrevista personal. [24] Ibid [25] Luis Cruz, entrevista radial con Mariano Artau. [26] Angel Rondón, “Alfarona X,” Puerto Rico Nov. 1945: 26. [27] Park Plaza, anuncio, Puerto Rico Sept. 1946: 3. Ocasionalmente participaba también junta al Alfarona y Montesino la Orquesta de Marcelino Guerra, dirigida por su pianista Gilberto Ayala. [28] Park Plaza, anuncio, Puerto Rico [c. Mar] 1946: n. pag. [29] Hermenegildo Quiñones, entrevista personal. [30] Club Pomarrosas, anuncio, Puerto Rico Nov. 1945: 28. [31] Luis Cruz, entrevista radial con Mariano Artau. [32] Leo Fleming, entrevista telefónica, 24 octubre 2004. [33] Luis Cruz, entrevista radial con Mariano Artau. [34] Ibid [35] Esta información proviene de varias copias de reseñas periodísticas y anuncios que José Luis Cruz Fuentes gentilmente puso a la disposición de este investigador. [36] Leo Fleming, entrevista telefónica. [37] Bill of sale. N.Y. Co. Clks. No. 157 Reg. No. 5279, 16 Nov. 1939. Colección de Luis Rodríguez. [38] Ewin Martínez Torre, “Popular Music and Cultural Identity: Record Producers in the Puerto Rican Migrant Community of East Harlem / El Barrio from 1927 to 1950,” tesis, City University of New York, 2002, 47. [39] “Mi cutunca / Amor no te vayas,” Verne Recording Corporation of America Catalogue, tarjeta, New York: Verne Recording Co., [c. 1965]. [40] Martínez Torre 47. [41] Rubén Maldonado, entrevista personal. [42] Letra es © Luis Cruz. Usada con permiso de José Luis Cruz Fuentes. [43] Joaquín Martínez, “Comentarios sobre producción musical Conjunto Alfarona X,” Rio Piedras: EduMusic, nov. 2004. [44] Letra es © Luis Cruz. Usada con permiso de José Luis Cruz Fuentes. [45] Joaquín Martínez [46] Letra es © Luis Cruz. Usada con permiso de José Luis Cruz Fuentes.
Sobre el autor. El Sr. Ewin Martínez Torres es candidato a obtener un Doctorado en Filosofía, en Historia, de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Este artículo fue publicado por primera vez en la Revista La Canción Popular del año 2005, en las páginas 107 a la118. En San Juan - Puerto Rico. Edición mes de abril de 2007
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