JACQUES BRAUNSTEIN: ALDEMARO Y EL JAZZ. “EN ALDEMARO YO ESCUCHÉ ALGO QUE SE LLAMABA ALDEMARO ROMERO Y CREO QUE ALLÍ ESTÁ SU GENIALIDAD”

Jacques Braustein. Foto cortesía de Alfredo Churión

 

 

Por Alfredo Churión D.

Maracay, Venezuela

 

 

        En realidad, era la persona con la que vamos a conversar quien debería haber escrito este artículo. Pero él mismo se define como un feroz autocrítico, razón por la que decidió dejar esta misión en manos de otra persona. Es decir… yo. Cosa que en el fondo me llena de satisfacción porque siempre deseé conversar con este señor que ha contribuido más que nadie a la difusión y permanencia del jazz en Venezuela.

 

        Porque tener un programa como El Idioma del Jazz por más de 53 años al aíre, y hoy transmitido por tres emisoras (Radio Nacional de Venezuela, Emisora Cultural de Caracas y Jazz 95.5), ya tiene que significar algo  en realidad muy importante. Y no solamente es Jacques Braunstein un conocedor a carta cabal del jazz, sino que además mantuvo –prácticamente desde su llegada a Venezuela- una larga y afectuosa amistad con Aldemaro Romero. Por ello es la persona ideal para que nos hable de la incursión del genial músico en lo que muchos consideran el más universal de los géneros musicales en el siglo 20.

 

“¿Cómo conoce a Aldemaro Romero?”

 

          “Yo llego a Caracas en el año 1951. En aquel entonces Aldemaro tocaba con una orquesta en programas radiales, específicamente en Radio Continente que estaba en el segundo piso del Cine Principal, diagonal al Congreso Nacional. Y allí, en un cuartucho muy estrecho estaban metidos quince músicos y un piano. Amuñuñados como decimos aquí. Pero era una tremenda orquesta. El sonido era una cosa increíble. Allí conocí a Aldemaro y… ¡seguimos! Porque Aldemaro vive a través de su obra. Pero lamentablemente, al igual que como ha sucedido con otros grandes músicos, Aldemaro no pudo escuchar en su vida toda su gran obra. En este momento hay más de setenta obras académicas que no han sido estrenadas. Pero algunas de sus obras académicas han sido tocadas hasta en Rumania. Y digo “hasta” no en un sentido despectivo sino admirativo, ya que Rumania es un gran preservador de la cultura musical. Y allí estuvo Aldemaro presente mientras se interpretaba su obra.”

 

        Y no solamente en Rumania, sino en Alemania, Inglaterra, Italia y Estados Unidos se han tocado obras aun no estrenadas en Venezuela.

 

“Usted venía de Brasil. ¿Había visto algo similar en aquel país cuando se encuentra con esta sorpresa de Aldemaro?”

 

          “¡No! He llegado a ver y conocer excelentes músicos brasileños. Había instrumentistas formidables, pero nunca una orquesta de jazz. Cuando el maestro Stan Kenton visitó Brasil —creo que fue en el año 1949― un grupo de sus fanáticos fuimos a recibirlo y lo llevamos a un club nocturno. Allí quedó maravillado de la calidad de los músicos. La calidad de la música de Brasil no se puede cuestionar. Pero, repito, cuando llegué a Venezuela la calidad de la orquesta de Aldemaro me dejó atónito. De paso, en aquellos años había algunos músicos importados. Recuerdo a un trombonista llamado Frank Grijak, excelente músico. Luego, viviendo aún en Estados Unidos, Aldemaro vino para unos carnavales y trajo a un vibrafonista que además tocaba el melofón, una especie de corno francés, llamado Don Elliot”.

 

“Cuando usted conoce a Aldemaro y lo escucha tocar ¿Qué influencias le siente? ¿Había algo de Chico O´Farrell?”

 

          “¡No! Siempre le atribuí a Aldemaro un talento propio. Soy amigo de Lupe O´Farrell, la esposa de Chico y hasta me ha pedido que escriba la biografía de su esposo. Y sin negar en ningún momento los méritos y el gran talento de éste, en Aldemaro yo escuché algo que se llamaba Aldemaro Romero y creo que allí está su genialidad. Aldemaro no suena como nadie; tiene un sonido muy propio que lo hace reconocible al instante, tanto en la música popular como en la académica”.

 

Jacques Braustein. Foto cortesía de Alfredo Churión

 

“¿Es cierto que Aldemaro alguna vez figuró en la famosa Enciclopedia del Jazz de Leonard Feather?”

 

          “No. Lamentablemente no es verdad. Pero de que merecía figurar, eso es otra cosa. Si Leonard Feather lo hubiese conocido mejor no solo lo habría incluido, sino que probablemente hubiese escrito un libro sobre él. Leonard era mi amigo y vino a Venezuela como jurado en el segundo festival de la Onda Nueva”.

 

        Cuando Aldemaro edita el memorable Dinner in Caracas ya la amistad con Braunstein se solidificaba cada día. Y llegó a tal punto que nuestro entrevistado nos confiesa tener un disco muy curioso grabado por el Maestro en el auditorio de Radio Caracas Radio. Es un disco anterior al Dinner, pero con una orquestación en base a cuerdas que ya permitía presentir cual sería la próxima jugada del Maestro.

 

“En el segundo volumen de Dinner in Caracas hay un tema llamado “Catuche” el cual para mí, de alguna manera, contiene el germen de la Onda Nueva y que demuestra lo mucho que de jazz tenía Aldemaro”

 

          “Si, se puede decir. Pero yo siento el jazz en casi toda su música, sobre todo en la música popular. La Onda Nueva, ese género cuyo nombre fue sugerido por mí, específicamente tiene toda la esencia del jazz”

 

“Usted que fue tan amigo de Aldemaro ¿Recuerda que tuviera algún músico de jazz al que escuchara con frecuencia? ¿Algún favorito?”

 

          “Nunca pude saber que escuchaba. Pero oí en una entrevista que él trataba de escuchar de todo, pero tratando que lo escuchado no distorsionara su propia música. Sin embargo en alguna ocasión me preguntaba si había escuchado determinada pieza. Y luego me decía que si me había dado cuenta de en la tercera cadencia  citaba —por poner un ejemplo― la Segunda Rapsodia de un autor cuyo nombre no recuerdo ahora. Tenía una cultura musical sensacional, aunque no lo reflejaba en su música.”

 

“Que bueno que dice esto, porque ayer cuando conversamos telefónicamente para cuadrar esta cita yo le dije que Aldemaro era un renacentista…”

 

          “Me parece un adjetivo muy bien escogido. Realmente era un renacentista hasta en su forma de vivir. Yo ya lo dije en una entrevista anterior: creo que la dimensión artística y musical de Aldemaro se va a reconocer en el siglo 22.  En ese próximo siglo la gente va a necesitar destilar toda esa sabiduría, todo ese talento, talento que siempre ha sido muy propio, porque en realidad Aldemaro ha sido  autodidacta. Es increíble, pero él mismo decía que solo había llegado a sexto grado. ¿Hasta dónde se puede llegar con sexto grado?”

 

        Al libro En idioma de jazz: Memorias Provisoria de Jacques Braunstein   de la escritora Jacqueline Goldberg se adjunta un excelente CD que incluye dos grabaciones de Aldemaro Romero acompañado por Alfonso Contramaestre en la batería y Tony di Roma en el contrabajo. La escucha de este par de temas es más que suficiente para entender perfectamente el gran espíritu de jazz presente en la figura del Maestro. Y para cerrar estas líneas hagámoslo con las palabras de despedida del Señor Braunstein: Paz y Jazz.

 

El señor Jacques Braunstein murió en la madrugada del día 27 de noviembre del 2009, en la ciudad de Caracas, Venezuela.

 

Edición de diciembre 2009-Enero 2010

 

 

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