Rogelia “Canelita” Medina

El son de nuestra nación

Doña Rogelia Canelita Medina, mejor conocida como Canelita la de La Guaira, al lado de su hija Trina Medina

Doña Rogelia Canelita Medina, mejor conocida como Canelita la de La Guaira, al lado de su hija Trina Medina. Sonera y guarachera de pura cepa nacida en Venezuela.

Entrevista realizada en Puerto Cabello
23 de noviembre de 2002

Venezuela y Su Salsa: Historias Narradas por sus Protagonistas — 2021
páginas 85-90

© Jairo Aponte y Edgar Marchena
© Fundación Editorial El perro y la rana

Esta es una de las entrevistas más anecdóticas de este trabajo de investigación. La noche del sábado 23 de noviembre del año 2002 estábamos comisionados para asistir al tradicional Baile de las Quinceañeras, que se celebraba todos los años en nuestra ciudad porteña, en las instalaciones del Centro Social Latino. En esa ocasión se presentarían la Dimensión de Siempre (con Rodrigo Mendoza y Jimmy El León), cuyo líder era William Méndez; Renato Capriles y sus Melódicos y la orquesta Billo’s Caracas Boys. Nuestra misión era entrevistar al maestro Renato Capriles (porque ya habíamos hecho lo propio con la Billo’s) para el programa radial La hora de Billo’s y la Sonora, producido y conducido por el colega locutor Arturo Landa Frederick, para aquella época transmitido por la señal de la emisora Radio Puerto Cabello 1.290 AM.

Sin embargo, coincidencialmente, esa noche también en Puerto Cabello se inauguraba la plaza Augusto Brandt, muy cerca del malecón. Y los invitados musicales para esa noche eran el Sonero Clásico del Caribe, acompañados por la gran Canelita Medina, orgullo de nuestro talento musical venezolano.

Al enterarnos de la noticia, nos desviamos hacia el lugar, y al llegar allí, ella, con un particular y característico gesto de amabilidad, nos concedió el permiso para compartir algunos detalles de su carrera. El tiempo de la conversación fue muy corto, pero se aprovecharon esos minutos al máximo con esta intérprete venezolana que se atrevió a cantar son cubano, guajira, bolero-son y salsa, demostrando que esta música no está hecha para ser interpretada solo por hombres. Ella es una institución musical, por eso no podíamos permitirnos que estuviera en nuestra ciudad y no conocerla personalmente.

—Buenas noches, Canelita.

—Primeramente, un saludo para todo el público de Puerto Cabello, especialmente aquella gente amante de la salsa y el son. Estoy muy feliz de volver a Puerto Cabello después de tanto tiempo, pero aquí estamos para deleitarlos con mis canciones y espero que me sigan queriendo y apoyando como siempre.

—Se dice que no venías a Puerto Cabello desde el año 1988. ¿Recuerdas esa última presentación en la ciudad?

—Sí, eso fue en La Sultana. No sé si todavía existe. ¿Ya no existe? Bueno, fue en La Sultana y siempre he tenido una grata impresión del público de Puerto Cabello, porque tiene mucha semejanza con mi gente de La Guaira. La chispa del guaireño la tiene el porteño.

—¿Tiene Canelita Medina alguna influencia musical o hay algún músico en la familia?

—En realidad no. No hay ningún músico, pero tú sabes que nosotros los negros no podemos oír un tambor, alguno tenía que salir con eso. En mi familia a todos les encanta la música, les fascina. Pero las únicas que salimos cantantes fuimos mi hija Trina Medina y yo. Representamos a la familia en ese aspecto.

—Te iniciaste en la radio. ¿Cómo fue ese primer contacto con el mundo del espectáculo?

—Eso fue por unas amigas que tenía que sabían que a mí me gustaba cantar. Había un programa en la emisora de radio Ondas Populares que se llamaba Buscando Estrellas. Ellas se empeñaron: “¡Rogelia, ve al programa, ve al programa!”, y me animaron de tal manera que fui al programa. Y te voy a decir sinceramente: la primera vez me pitaron, ¡me echaron una pitada horrible! Pero la segunda vez en ese programa, quien acompañaba a los artistas era la Sonora Caracas. Ellos me propusieron ensayar con el conjunto antes de salir en el programa. Escondidos, ensayamos un número de Celia Cruz, me acuerdo que se llama “Saoco”. Ensayé el número. Regresé la semana siguiente, gané el concurso y ya desde ese momento empecé a formar parte de la Sonora Caracas, con la cual estuve ocho años.

—Partiendo del trabajo que desarrollaste con Federico y su Combo Latino y el Sonero Clásico del Caribe, ¿cuál es la diferencia entre estas agrupaciones?

—La diferencia entre las dos agrupaciones es que Federico va más hacia la salsa; sin embargo, me sentía bien porque el cantante de música latina que conoce la clave canta cualquier cosa que esté dentro de la clave, sea salsa o sea son. Con el Sonero Clásico, el tiempo que estuve con ellos fue muy corto (ocho meses), pero la experiencia fue muy grande, porque aprendí mucho sobre el son cubano, sobre los cantantes de música cubana y sobre esos soneros buenísimos que tiene Cuba. No noté mucho la diferencia porque si tú te pones a ver, la raíz de la salsa es el son. Esto significa que el que canta salsa canta son, y el que canta son tiene que cantar salsa porque sí.

—¿Qué recuerdas de Carlos Emilio Landaeta, el popular Pan con Queso?

—De Pan con Queso recuerdo mucho su carácter, porque él era tremendo. Muy gran amigo mío sinceramente, pero tremendo. Peleábamos porque él tenía su carácter y yo tengo el mío. Pero como amigo era una belleza de persona. Jamás me voy a olvidar de Pan con Queso. Creo difícil que existiera aquí en Venezuela una persona que conociera más del son cubano y de los cantantes cubanos de los años treinta y cuarenta como los conocía Pan con Queso. Por eso siempre lo llevaré en mi memoria y siempre hago actuaciones especiales con el Sonero Clásico, como una forma de recordarlo y de que la gente siga amando y queriendo el son.

—¿Qué significó para Canelita Medina grabar el tema “Besos brujos”?

—¡Figúrate: ese fue mi primer éxito nacional con Federico y su Combo Latino! Siempre es un número obligado en todas mis presentaciones. Claro que, con el Sonero Clásico no lo puedo hacer porque la instrumentación no me lo permite. Pero cuando estoy con mi agrupación y los muchachos que trabajan conmigo, ese es un número que nunca puede faltar. Aparte de eso está “Rosas rojas”, que me hizo famosa en Venezuela y fuera de aquí. Esos son dos números que me marcan muy adentro, nunca pueden faltar en mi repertorio porque el público no los olvida.

—¿Por qué el cambio de tu nombre de pila (Rogelia) por el de Canelita?

—El nombre de Rogelia no es muy popular. Te lo digo sinceramente. Pero cuando fui a un programa de aficionados, ese programa lo animaban Henry Altuve Williams y Pedro Zárraga, ellos empezaron a ver mi color y me querían poner “Canelina”; pero había una cantante que se llamaba así en esa época. Entonces quedaron en que podía ser Canelita, el público lo aceptó así y Canelita me quedé.

—¿Desde cuándo no grabas?

—Yo grabé hace año y medio más o menos. Hice tres números. El disco es una recopilación, pero tiene tres números nuevos; dentro de ellos está uno de Tite Curet Alonso que se llama “El son de mi nación”. Sonó muchísimo en Caracas. Llegó entre los veinte primeros lugares al quinto lugar, y eso hace año y medio. Ahora estamos buscando repertorio para ver si sacamos una producción el próximo año.

—Háblanos de la experiencia de trabajar con Yordano Di Marzo.

—Es una experiencia un poquito diferente a lo que vivo normalmente en mis presentaciones, pero no se hace tan difícil porque tú sabes que la raíz del grupo de Yordano es muy latina, y a Yordano le gusta mucho el son, la música caribeña, y siempre los arreglos son muy latinos y uno puede cantarlos muy fácilmente. No hace mucho —hace dos o tres meses— tuvimos una actuación con él en el Sambil, donde estuvimos mi hija Trina Medina y yo. Muy bueno, y siempre la misma amistad y la misma cordialidad, y el mismo swing con el grupo porque siempre tiene una raíz muy latina y muy sabrosa.

—¿Quién es ese (o esa) cantante modelo que sirvió de inspiración para Canelita Medina?

—Mi modelo fue Celia Cruz. La admiro muchísimo. Comencé cantando con Federico y la Sonora Caracas y el repertorio era todo de Celia. Incluso, hice muchos Carnavales alternando con Celia, y casi no cantaba porque el repertorio que tenía era de Celia y no podía ponerme a cantar lo mismo que cantaba Celia, porque mejor que ella no lo iba a hacer. Ella fue mi inspiración. Pero llegó un momento en que me dije: ¡No, el público tiene que conocerme como Canelita, buena o mala, pero que sea Canelita! Conseguí un productor, que es el señor Álvaro Tovar, de la disquera Sonográfica del Caribe con la que todavía estoy actualmente, y me dijo: “Canelita, vamos a grabar sones y guajiras, es algo diferente”. Nos decidimos a grabar y salió el disco. Eso reventó como no tienes una idea, y de ahí me quedé cantando sones y guajiras, pero con mi grupo.

—Hablando de Celia Cruz, ella siempre ha expresado que se ha quedado sola en el género de la salsa. ¿Qué crees que ha pasado con la incursión de las mujeres en la salsa?

—No. De que las hay, las hay. Lo que pasa es que mientras Celia esté ahí, esas figuras están relegadas, porque Celia es Celia, y olvídate, que mientras Celia esté viva sigue siendo Celia Cruz. Dios quiera que no nos falte nunca, pero para allá vamos todos. Surgirán nuevas figuras, pero de que las hay, las hay, y muy buenas.



1980 - Tata Candela - Canelita Medina - Sonero Clásico del Caribe