Dizzy Gillespie, Chano Pozo, y El Jazz Afro-Cubano por. Dr. Kelsey Klotz
Tomado de Jazz Arts Charlotte
Versión al español de John Chica Villa
Toronto-Canadá
Agosto 25 de 2022. Arte ocupada para el artículo original.
El Mes Nacional de la Herencia Hispana comienza el 15 de Septiembre y JazzArts está comenzando la celebración más temprano con Pedrito Martínez y el sonido de Cuba. ¡También esperamos con gran interés por las audiciones para la edición de Nuestro Tiempo Latin Jazz Youth Ensemble de este año el 24 de Septiembre y el 1 de Octubre!
La actuación de Pedrito Martínez nos da la oportunidad de explorar el Jazz Afro-Cubano .
Si bien las resonancias de los ritmos cubanos se pueden escuchar desde el comienzo de la historia del Jazz, la mayoría de los historiadores reconocen las relaciones entre el trompetista Dizzy Gillespie, el percusionista Chano Pozo y el trompetista y director de orquesta Mario Bauzá como lo que introdujo a los músicos y al público del Jazz convencional al Jazz Afro-Cubano. En su autobiografía, Gillespie recuerda lo importante que fue Bauzá para su comprensión del Jazz de big band y hacia dónde podía llegar, explicando que, "con Mario Bauzá en la banda [de Cab Calloway], realmente me interesé en traer influencias latinas y especialmente Afro Cubanas a mi música... Nadie tocaba ese tipo de música donde el bajista en lugar de decir, 'boom, boom, boom, boom', rompía el ritmo, 'boom-be, boom-be, boom-be, boom-be'. Nadie estaba haciendo eso. “Me fascinaron mucho las posibilidades de expandir y enriquecer el Jazz rítmica y fonéticamente mediante el uso de recursos rítmicos y dispositivos melodicos Afro-Cubanos”.
Mario Bauzá era de Cuba, había visitado Harlem cuando era niño y, al regresar a Nueva York en la década de 1930, se involucró profundamente en el Jazz. Tocó con la orquesta de Chick Webb y la banda de Cab Calloway, y convenció a Calloway de contratar a Dizzy Gillespie. En 1939, Bauzá co-fundò la banda Machito and his Afro-Cubans, con la que permaneció hasta 1976. En 1943, la banda grabó la composición de Bauzá “Tanga”, que fuè la primera pieza en combinar la armonía y los arreglos de Jazz con solos de Jazz improvisados y ritmos Afro-Cubanos. La canción fue un éxito entre los músicos de Jazz. Escuche y oiga cómo Bauzá arregló la pieza utilizando el ritmo de la clave como principio organizador, armonías de Jazz en los instrumentos de viento y solos improvisados en toda la banda. (Aprenda sobre el ritmo de la clave aquí).
Bauzá es importante para la historia del Jazz por sus propias interpretaciones y composiciones, por haber iniciado un gran interés en la música Afro-Cubana y por haber inspirado a Gillespie a investigar el Jazz Afro-Cubano. Pero también es importante por facilitar una relación musical crucial que llevaría la música de Jazz Afro-Cubana directamente al corazón de la historia del Jazz, porque presentó a Dizzy Gillespie al baterista de conga Chano Pozo en 1947. Aunque Pozo murió trágicamente al año siguiente, su influencia en Gillespie es inconfundible.
Chano Pozo and Dizzy Gillespie in New York City in 1953. Courtesy of Herman Leonard/MICHAEL OCHS ARCHIVES.COM
Veamos ahora una de las melodías Afro-Cubanas más conocidas de la banda de Gillespie: “Manteca”. Escrita por Gillespie, Pozo y Gil Fuller en 1947, la melodía se convirtió en el primer estándar de Jazz en estar en clave. Gillespie describe cómo surgió la melodía en su autobiografía: “Chano Pozo vino a verme cuando estaba con la banda y me dijo: 'Tengo una idea para una melodía'… Cuando vino, ya había descubierto lo que haría el bajo, cómo empezaría, cómo entrarían los saxofones después. Tenía esa idea musical repetitiva. Tenía los riffs de los trombones; tenía los riffs de las trompetas”. Antes de continuar con la descripción de Gillespie, escuche el comienzo de “Manteca” y vea si puede escuchar esos riffs (frases cortas repetidas). Tendrá que intentar escuchar más allá de las improvisaciones extrovertidas y virtuosas de Gillespie al principio. Escuche la introducción y la melodía principal (hasta 1:00).
Para Gillespie, esas frases cortas repetidas por sí solos no eran suficientes para convertirla en Jazz. En su autobiografía continúa explicando: “Pero Chano no estaba muy al tanto de la música Estadounidense. Si lo hubiera dejado ir como él quería, habría sido estrictamente Afro-Cubano, de principio a fin. No habría habido un puente. Escribí el puente… estaba sentado al piano escribiendo el puente y pensé que estaba escribiendo un puente de ocho compases. Pero después de ocho compases, no había vuelto a Si-Bemol, así que tuve que seguir y terminé escribiendo un puente de dieciséis compases”. Un puente es una parte de la forma musical que proporciona contraste, y es muy común tanto en el Jazz como en la música popular. En “Manteca”, el puente es más lírico, con una melodía más larga que los riffs de la primera sección. Como Gillespie insinua, el puente debe hacer una transición de las armonías lo suficientemente lejos de la primera sección de la canción para crear interés musical, pero tiene que poder volver a la transición. Regresa a la grabación y escucha el puente, que comienza en el minuto 1:00 y dura hasta el minuto 1:22. Para terminar la canción, el arreglista Gil Fuller amplió lo que Pozo y Gillespie escribieron en un arreglo para big band. Gillespie luego agregó palabras que reflejaban su frustración con la violencia racial y la discriminación en los Estados Unidos al comienzo del movimiento por los derechos civiles: escucha la letra, "Nunca volveré a Georgia" en esta grabación del Festival de Jazz de Newport de 1957.
El repertorio Afro-Cubano de la banda de Gillespie es extenso, pero aquí te presentamos algunas de las piezas más famosas de su banda, entre ellas “A Night in Tunisia”, una de las más populares de Gillespie, “Tin Tin Deo”, una de mis favoritas, “Afro-Cuban Drum Suite”, en la que participa Chano Pozo, y “Cubano Be, Cubano Bop”, que Gillespie encargó al compositor George Russell y en la que también participa Pozo. La reputación de Gillespie como uno de los principales iniciadores del bebop ayudó a consolidar el interés de otros músicos de Jazz por combinar la música caribeña y Latinoamericana con el Jazz.
La historia del Jazz suele girar en torno a grandes solistas, como Dizzy Gillespie, que nos emocionan con su virtuosismo. Sin embargo, si nos centramos en las relaciones entre Gillespie, Bauzá y Pozo, recordamos que esos individuos a menudo se hicieron más grandes gracias a sus colaboraciones con otros músicos. ¿Qué sería del Jazz sin sus colaboraciones, sin músicos que compartieran y respondieran entre sí? Es en ese intercambio entre músicos donde ocurren algunos de los momentos más emocionantes del Jazz.
Pedrito Martínez es un ejemplo fantástico de cómo la colaboración sigue siendo un pilar del Jazz Afro-Cubano. Entre las numerosas colaboraciones de Martínez se encuentra la composición Ochas (2015) de Wynton Marsalis para big band y percusión Afro-Cubana, que incorpora no solo ritmos Afro-Cubanos, sino también los significados y prácticas religiosas de la santería que fueron fundamentales para la obra. Echa un vistazo a su colaboración y al concierto completo aquí.
Les dejo un ejemplo más: la saxofonista, flautista y compositora Canadiense Jane Bunnett, aunque no es cubana, es particularmente conocida por interpretar Jazz Afro-Cubano. Después de muchos años de colaborar principalmente con músicos masculinos en Cuba, ayudó a establecer Maqueque, una banda exclusivamente femenina de jóvenes músicos Cubanos, principalmente formados en conservatorios. Maqueque es en parte un proyecto de mentoría (ayudó a lanzar la carrera de la cantante Daymé Arocena), pero Bunnett se resiste a lo que ella llama el "sistema de estrellas" en el Jazz, y le explicó a la revista Down Beat: "Puede sonar muy humilde al decirlo, pero realmente creo que en todos los grandes grupos, uno se entrega a algo más grande que lo que es su parte. Lo que estamos haciendo [Maqueque] es simplemente canalizar, tratar de hacer una hermosa declaración que, con suerte, transforme a las personas, las haga sentir mejor". Escuche su concierto Tiny Desk y aprenda más en su artículo Jazz Night in America.
La Dra. Kelsey Klotz, es musicóloga y profesora del Departamento de Música de la UNC Charlotte e instructora de JazzArts Charlotte para la serie virtual favorita “Jazz Appreciation”.