El Señor Promotor: Albert Torres

Por: Eric E. González

Fotografía: Bruce Brewer y Eric E. González

Entrevista realizada en 2011

 

La ciudad de Los Ángeles se sacó la lotería con Albert Torres. Estas son palabras mayores, pero esa es la realidad. Y es que desde que este boricua, nacido en Nueva York, arribó a esta gran ciudad, la salsa no ha sido la misma. En un corto tiempo, Albert ha traído a esta metrópoli a Johnny Pacheco y sus Estrellas (a.k.a. Las Estrellas de Fania), Los Van Van, Los Jóvenes del Barrio, Fruko y sus Tesos, Bamboleo, Maraca, Orquesta Aragón, Tito Nieves, Oscar D’ León, Sierra Maestra, y muchos más. Albert también es responsable de haber organizado dos Congresos Bacardi, y acaba de presentar exitosamente el tercero de manera independiente. A esto hay que añadirle su trabajo en varias películas de Hollywood, donde ha participado en la coreografía en todo lo que a salsa se refiere.

Siendo uno de los promotores más queridos en Los Ángeles, Albert siempre está dispuesto a compartir sus experiencias y siempre ha sido amable con quien escribe. Por esa razón, fue un placer conversar con "El Promotor de Promotores" recientemente durante un descanso en una de sus producciones.

 

Eric E. González (EEG): Descríbeme un poco tu antecedente.

ALBERT TORRES (AT): Primeramente, te quiero dar las gracias, Eric, por la entrevista. Empecé a bailar desde los cinco años en Nueva York. Nací y me crié en Nueva York , puertorriqueño – nos dicen Nuyoricans. Conocí la música por mi mamá y mi padrastro que me crió. Ellos se divorciaron y mi mamá me empezó a enseñar a bailar; yo era como su nueva pareja, aunque tenía cinco años nada más. Y la música me entró. Pero entonces me alejé un poquito; me americanicé con el hustle y otras músicas americanas, y no quería aprender español ni nada así. Pero por la Fania, por la música que empecé a conocer por la Fania --- Johnny Pacheco, Larry Harlow y otros --- se me introdujo una cosa: yo quería aprender español, quería aprender a ser latino. Empecé a bailar y empecé a viajar. Nunca se salió de mi corazón.

EEG: ¿Cuándo te viniste para Los Ángeles? ¿Cuál es tu historia en California?

AT: Hace 23 años que vine para acá. En Los Ángeles ha sido un poquito para arriba, un poquito para abajo. Cuando llegué aquí fiestaba mucho, estaba metido en la rumba, y dejé de hacer eso. Hace quince años y medio estoy sobrio. Desde ese entonces empecé a mirar hacia dentro y empecé a querer hacer la música de nuevo. Allí fue que empecé mi carrera con la música. Hace diez años tuve la oportunidad de trabajar en "Mambo Kings" con Tito Puente, Armand Assante y Antonio Banderas. Esa fue la primera película en inglés que hizo [Banderas]. Hasta ahora, donde quiera que me ve, me dice: "¡Mambo King!" - siempre se recuerda de nosotros. De allí trabajé en los Academy Awards (Premios de la Academia, Oscares) en el ’93. Tuve el placer de bailar. Fui escogido de 400 parejas para trabajar con Debbie Allen. Después trabajé en "Out to sea", con Walter Matthau y Jack Lemmon. De allí, tuve el placer de conocer a Randa Haines y tener la oportunidad de trabajar 5 meses en la película "Dance with me", con Chayanne y Vanessa Williams. En todas las escenas de salsa en los clubes, yo hice la coreografía con el que escribió la película.

EEG: ¿Cómo calificas esa experiencia?

AT: La experiencia fue increíble. Lástima que la película no tuvo éxito de taquilla, pero fue un placer poder trabajar con una persona como Chayanne y con Vanessa Williams, que tuvo la salsa por dentro, en su corazón.

EEG: Eres primeramente bailador. Pero ahora eres promotor. ¿Cómo comenzó eso?

AT: Estaba bailando, y en los clubes yo miraba y no veía ni conocía quién era el promotor. Nunca se le daba al bailarín lo que merecía. Y yo dije que la única manera de cambiar es tomar la iniciativa. Tomé los riesgos de empezar a producir y los primeros tres años perdí todo, todo lo que tenía ahorrado. Estaba en la calle, no tenía ni donde vivir. En vez de pagar renta, le pagaba a los músicos. Pero, hasta ahora, puedo decir que en todos estos años no debo ningún centavo a nadie. A todo el mundo le pagué. A los promotores allá afuera les digo: "Si quieren estar en este negocio, lo primero es tener respeto". Tener respeto a los músicos, tener respeto a los bailarines – si ellos hacen un trabajo para usted, páguele.

EGG: ¿Como te involucraste con el Congreso Bacardi, ahora llamado Congreso de Salsa?

AT: Bueno, hace tres años fui a Puerto Rico y me dieron el placer de poder ser maestro de ceremonias del Bacardi. Fui por una noche y quisieron que lo hiciera todas noches. Entonces me invitaron el siguiente año, y querían que yo lo empezara aquí en Los Ángeles. Fuimos socios por dos años aquí en Los Ángeles. Algunas veces uno crece o algunas veces hay pequeñas separaciones, diferencias de opinión, y tuve que separarme de ellos en julio del 2000. No tengo nada en contra de Bacardi. De allí entonces empecé a hacer el Congreso de la Salsa aquí, pero separado de Bacardi --- solamente Albert Torres Productions. Y fue un riesgo grande, porque no tenía patrocinadores ni nada.

EEG: Me parece que todos han sido exitosos.

AT: Ha sido increíble. Allí empecé; ahora tengo seis mundialmente - en menos de un año.

EEG: ¿Cuáles son tus planes futuros?

AT: Voy para Japón en noviembre. El plan grande es algún día poder hacer un Congreso de la Salsa en Cuba. Y el año después, poder hacer uno en el Africa, donde empezó todo esto - la semilla de esta música.

EEG: Eres, posiblemente, el promotor más querido y respetado en el ambiente salsero de Los Ángeles. ¿Cuál es el secreto de tu éxito?

AT: Escuchar a la gente. Aceptar las críticas; cuando te dicen algo, no tomarlo tan personal. Aunque soy sensible por dentro, acepto las críticas y escucho a la gente. Hay que ser honesto, que es difícil en este negocio. Lo principal es respeto. Respeto, respeto, respeto.

Palabras sabias. Y, a quien escribe, le consta que Albert practica lo que predica.

 

 

 

 

 

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