Reseñas de CD

agosto de 2018





Por Eric González




Juan Pablo Díaz – Fase Dos (Juanpi Música)

Cuando uno reseña música, en este caso “salsa dura” o “salsa inteligente o de conciencia”, uno siempre está a la espera de un mesías que reúna ambos tipos de salsa, o, por lo menos, una de la dos. Por este medio, entonces, me hace feliz anunciar que el excelente “Fase Dos”, del cantante boricua Juan Pablo Díaz, cumple con ambos. Este es el nacimiento, definitivamente, de un nuevo cantautor, uno cuyas letras están bien pensadas y musicalmente bien arregladas. De hecho, sin ser un nombre reconocido, ni parte del controversial monopolio comercial de la música latina actual, “Fase Dos” recibió una nominación para los Grammy Latinos. Y eso dice mucho.

Trece son los números presentados en “Fase Dos”, el cual comienza alegre y poderosamente con “Canten”, el cual inmediatamente sirve para levantar los ánimos. Otras favoritas incluyen “El Son de las Malas Compañías”, un sabroso son/guaguancó – una joya; “El Poderoso Caballero”, otro son montuno, con solo de trompeta; “Aquí o Allá”, que nos habla sobre serle fiel a Puerto Rico, y “La Gallera”, tema de Juan Luis Guerra, con un arreglo eclético y diferente. Sabrosos también son “País Gris”, una rumba que evoluciona en guaracha, donde Díaz continúa su exploración sobre vivir en la isla, y “Réquiem para Lita”, pieza que cierra la grabación, un emotivo danzón con violines que cambia a son montuno – otra joya. Los músicos que participaron en la grabación representan el quién es quién en Puerto Rico, y numerosos de mencionar, pero, por nombrar algunos: Luis Marín, Lenny Prieto, José Gazmey, Ricardo Lugo, Louis García, Pete Perignon, Pedro Guzmán, Angie Machado, Jan Duclerc, Rafy Torres, Reynaldo Jorge, Toñito Vázquez, Gilberto Santa Rosa y Jerry Medina. Si saben de salsa, estimados lectores, deben reconocer rápidamente el calibre de esta gente.

“Fase Dos” es una carta de amor para Puerto Rico. Los temas no son solo para escuchar o bailar, pero también para meditar. De hecho, Díaz menciona que recibió la noticia de su nominación para el Grammy Latino seis días luego de que el huracán María arrasara con la isla. Esta demás decir que muchos puertorriqueños emigraron hacia otras latitudes para comenzar una nueva vida. Otros optaron por quedarse. Irónicamente, “Fase Dos” toma un valor significativo cuando se piensa en la devastación – en todo sentido – de la isla, y el valor de ser boricua. Este es un perfecto debut para un artista. Espero que Díaz se tome su tiempo y regrese con otro diamante salsero. (EEG)



 

Juan Andrés Ospina Big Band – Tramontana (producción propia)

Siempre lo he dicho y lo mantengo: ¡larga vida a los Big Band! Ellos son necesarios histórica y musicalmente. Creo que el pianista colombiano Juan Andrés Ospina tiene esto bien claro, y con el exquisito “Tramontana” logra su sueño triunfalmente. Esta es una producción elegante, inspirada y con mucho sentimiento – un soberano y triunfal esfuerzo.

El compacto, que incluye seis temas, arranca magistralmente con “Tramontana”, tema que titula la grabación, un joropo con la folclórica y emotiva voz de la cantante portuguesa Sofía Ribeiro. Aquí se destacan solos de Justin Flynn (sax tenor) y Carolina Calvache (piano). Gocé también con “102 Fahrenheit”, número que Ospina compuso en uno de esos calurosos veranos en Nueva York, con solos de Mike Fahie (trombón), Jonathan Powell (trompeta), y Marcelo Woloski (percusión), y “Ver Llover”, pieza que cierra el CD, con la también folclórica y emotiva voz de la colombiana Lucía Pulido, luciéndose Alex Terrier en el sax soprano. Cabe destacar que Paquito D’Rivera (sax soprano) funge como artista invitado en el tema “Todavía No”, donde el propio Ospina se dispara un solo de piano, y Andrés Rotmistrovsky lo hace con el bajo eléctrico.

“Tramontana” cuenta con músicos del Reino Unido, Israel, Canadá, Grecia, Colombia, Suiza, Cuba, Portugal y Argentina. El talento de todos estos músicos grandemente contribuye al sabor de la producción., haciéndola una delicia. ¡Larga vida a los Big Bands! (EEG)



 

Mariachi Herencia de México – Herencia de la Tierra Mía (Mariachi Heritage Foundation)

De todos los géneros musicales que enriquecen la gran república mexicana, quizás mis dos favoritos son el Mariachi y el Son Jarocho. Y es que cuando ambos son tocados con el corazón, es imposible ignorarlos. Por eso, cuando en tiempos presentes un grupo de artistas producen este tipo de música folclórica y no comercial, siento gran orgullo en apoyarlos. Esto toma más vigencia si el trabajo es excelente, como el logrado por el Mariachi Herencia de México, con su majestuosa producción “Herencia de la Tierra Mía”.

Producido por el maestro Javier Limón, aquel que ha colaborado con Diego el Cigala, Paco de Lucía, Buika, Bebo Valdés y tantos otros, y con un mariachi compuesto por jóvenes estudiantes de música de los barrios chicanos de Chicago, el álbum es descrito como una exitosa continuación a “Nuestra Herencia”, lanzado en 2017, y nominado para un Grammy Latino. El mismo nos presenta 14 temas, algunos con la presencia de artistas invitados. De esa manera, entonces, el compacto abre con el destellante “El Viajero”, con la voz de sensacional Lila Downs, cuyo trabajo hemos reseñado en el pasado en este medio. Otros favoritos son “Carlos Arruza”, con Limón como artista invitado; “Herencia de la Tierra Mía”; “Jarocho 1”, con Iván Velasco (invitado especial) en el arpa; el instrumental y ecléctico “Rondinela”, y “El Pastor”, tema que toca las fibras del alma. Hay que mencionar que la producción consta de números en homenaje a Pedro Infante, Lucha Villa (con Aida Cuevas, como invitada especial), Juan Gabriel y Selena. Además, cabe mencionar la espléndida labor vocal de Alejandra Aldaco, Bryana Martinez, Isaías López, Itzel Bustos, Marco Villela, Melanie Juárez y Noé Uribe Jr. ¡Orgullosos deben estar los padres de estos talentos!

Los jóvenes que componen el mariachi Herencia de México, cuyas edades fluctúan entre los 12 y 18 años, han tenido la mejor escuela. Dos grabaciones en fila es realmente un prodigio. Depende de ellos mantener la llama viva de nuestra tradición. (EEG)



 

Alexandra Jackson – Legacy & Alchemy (IT/IS Telecom LLC)

Talento. Valentía. Estas dos palabras me vienen a la mente cuando pienso en la extraordinaria cantante estadounidense Alexandra Jackson. Talento, porque tiene una deliciosa voz, a la cual sabe sacarle provecho. Valentía, porque se arriesgó a grabar una producción en dos idiomas: portugués e inglés. El fenomenal resultado, “Legacy & Alchemy” es, simplemente, una caricia para los oídos.

Producido con la mayor elegancia y con un sonido celestial, el trabajo recoge 18 temas en dos compactos. ¿Favoritos? No puedo decirlo, pues no le haría justicia a tan monumental esfuerzo. Lo que sí puedo decir es que las piezas incluidas deben complacer a todos los gustos, especialmente a los amantes de la música Brasileña. Por ejemplo, tenemos Todo que você podía ser (funky, en portugués), Amazon Farewell (samba, en inglés), A Felicidade (samba, en portugués), Corcovado (clásico de Jobim, bossa-nova, en portugués), Palco (big band, en inglés), Futuros Amantes (bolero, en portugués), Turns Your Heart Around (Bossa-nova, en inglés), entre otros. Varios de estos números son de la pluma de Antônio Carlos Jobim, Ivan Lins, Chico Buarque, Oscar Castro-Neves, y Lionel Ritchie. Genial, además, es la participación de varios artistas de renombre como Arthur Maia, Carlinhos Brown, Al Jarreau, Oscar Castro-Neves, Huber Laws, Ivan Lins, Curtis King, Chris Walker, Larry Williams, Charles Floyd and The Bossa Nova Noites Orchestra, Dona Ivone Lara y más. Como verán, aquí no se escatimaron esfuerzos – esta es calidad al 100%.

Dice el productor Robert Hebert que, una vez estando en Brasil, escuchó a unos jóvenes tocando en el lobby del hotel, y que a su mente vino el pensamiento de que “quizás Brasil produzca la próxima Sade, la nueva cantante que pueda sintetizar pop, jazz y sonidos brasileños, tal como lo hizo el productor Robin Millar”. Es posible que Hebert haya realizado su sueño. Alexandra Jackson ciertamente tiene lo necesario para llegar a esa meta. “Legacy & Alchemy” es prueba contundente de ello. (EEG)

 

 

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