Sabu Martínez

Sabu Martinez. Foto: Jan-Olov Källström

 

El ídolo de la televisión que se convirtió en un


  adicto a la heroína y la
superó

 

 

 

 

 

Por.  Karl La Corbiniere.

Entrevista realizada el  27-de agosto de 1976

Versión libre al español de Israel Sánchez-Coll

Miembro fundador de Herencia Latina

 

Un día cualquiera del año de 1956 Sabu se inyectó su última dosis de heroína; desde ese día tuvo que luchar angustiosamente durante tres meses para estar libre de su dependencia física de este potente veneno. Un momento difícil, no sólo para él sino también para su madre. Ella tomó la decisión de quedarse en su casa y no asistir al trabajo para estar a su lado día y noche. Esta decisión maternal significaba que a menudo estaba expuesta a pasar hambre, ya que sin su salario la comida comenzaría a escasear. Le dio de comer sopa caliente, le aplicó varios masajes para relajar sus nervios, limpió su vómito y su excreta, lo asistió sin quejarse, mientras él destruía su apartamento durante un ataque de ira. Ella le gritó: ¡"Hijo, no te rindas, eres mi alma!".

 

Hoy, desde su piso en Täby, al norte de Estocolmo, Sabu nos explica: "Para estar libre de la dependencia de la heroína, sostuve una pelea que me tomó dos años y así pude conquistar plenamente mis facultades psicológicas”.

Sabu había perdido contacto con la realidad. La heroína lo había transportado a un mundo obscuro, poblado de sombras extrañas y de seres sin rostros. Tenía que enfrentarse a sí mismo. Poco a poco aprendió a recomponer el valor hacia su familia, hacia su trabajo.  Tenía por supuesto que enfrentarse a la realidad que estaba viviendo día a día.  Sus siete años y medio en que navegó en su "viaje en la heroína" todavía flotaban como un ejército de sombras sobre su negra vida. En efecto, su esposa lo había abandonado, sus hijos le habían perdido el cariño —dejó en otros la responsabilidad de proporcionarles alimentos, vivienda y ropa. Quien fuera considerado como uno de los mejores ejecutantes de la conga en el mundo, hacía tanto tiempo que había dejado de trabajar por lo que muchos lo habían olvidado. Líderes de orquestas, que normalmente lo tendrían dentro de sus filas para  complacer a sus asiduos, dudaron en contratarlo.

"Yo estaba de pie como frente a un doble", dice Sabu. "No podía conseguir trabajo con los músicos no usuarios, porque tenían miedo de una recaída. Y tampoco podía aceptar trabajo con los adictos porque me detenían, me atrapaban y abrían las puertas hacia mi anterior pesadilla."

Dos viejos amigos le tendieron la mano. Art Blakey convenció a los productores de televisión y a los empresarios de la grabación para que le dieran (a Sabu) la oportunidad de participar en varias presentaciones y grabaciones. Tony Bennett organizó varios conciertos y le donó todo el dinero. Y cuando tenía poco trabajo en la música, Sabu pulía los enseres de plata de un restaurante en el “Empire State”. Con la ayuda de sus dos amigos y con el esfuerzo propio, consiguió mejorar financieramente. Pero esta situación no era suficiente. En efecto, tenía que construir una nueva vida para él y su familia. Entonces, salió de Nueva York y se trasladó a Puerto Rico.

 

Él encontró en Puerto Rico su nueva inspiración para trabajar. Su reaparición en el mundo del espectáculo no le resultó difícil. Creó su propia banda, y la denominó el Combo de  Sabu Martínez. Actuó en muchos de los mejores hoteles de la isla junto con los grandes nombres del espectáculo: Xavier Cugat, Billy Daniels, y Tony Bennet, entre otros.

Cada nuevo compromiso laboral cimentaba su prueba para apartarse definitivamente de "Lady Heroína". Con el tiempo, comenzó a reflexionar  sobre su pasado y a preguntarse hasta dónde habría podido haber llegado si no se hubiera acercado tanto a la heroína y a otros narcóticos. Su reflexión lo conducía a decirse a sí mismo: "Tengo que vivir el presente y el futuro, no debo regresar nunca al mal. No obstante, tampoco debo olvidarme de él.”

 

Sabu tiene 24 hijos, su esposa Pirkko le dio el número 24  hace un par de meses. La hija mayor, Margie  de 26 años, a menudo lo elogia, sus hijos René, de 21, y Johnny, de 22 años viven en Suecia. Johnny actualmente está actuando en Berns en el show de la cantante de jazz, Lill Lindfors. La madre de Sabu aún vive en Puerto Rico, con una de sus hijas. Él ha estado casado siete veces. Cuatro de sus hijos nacieron de su primer matrimonio, pero la mayoría de sus 24 hijos han nacido de relaciones extramatrimoniales.

La razón por la que Sabu llegó a Suecia fue que conoció a Stockholmian Agneta Brogestam durante su visita a Puerto Rico. La amistad que Agneta tiene con Lill Lindfors lo ha llevado a trabajar con ella durante sus primeros dieciocho meses en que ha estado residiendo en Suecia. El ha viajado y actuado por todo el país, pero también ha actuado en Alemania Occidental, Francia, Finlandia, Dinamarca y España.

La vida le ha enseñado a ser indulgente cuando ha recibido agravios, así como  palabras inapropiadas y pocos profesionales. Pero no deja de enojarse cuando las palabras adquieren tintes de celos profesionales y algunas veces están cargadas de racismo. "Es pura inconsciencia", dice. "Incluso en España, donde se habla mi lengua materna, la gente me ha dicho: " ¿Cómo puede un negro arreglárselas tan bien como usted, cuándo nosotros tenemos que trabajar tan duro para obtener nuestro pan?”

 

Los celos y el racismo han hecho que se haya movido por toda Suecia. Ha vivido en Hedemora, Piteå y Gotemburgo antes de establecerse en el área de Estocolmo. Recientemente se sintió obligado a pasar a Vidja un lugar en los suburbios del surcuando dos vecinos tomaron medidas cautelares contra él. No obstante, él sospecha de quién está detrás de todo este malentendido. Él piensa que es el mismo hombre que le disparó a su perro con una escopeta.

Para evitar más conflictos se trasladó a Täby.

Sabu es sabio y posee la experiencia suficiente para no juzgar a toda una sociedad basado en las opiniones aisladas de algunas personas.

Sabu expresa con convicción: "He encontrado en Suecia una casa y espero que Suecia encuentre en mi un buen ciudadano."

 

Este artículo fue publicado originalmente en Fib Aktuellt (una revista masculina sueca), no. 27 y 28 de junio de 1976. 

Se reimprime  con su permiso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sabu Martínez a la izquierda toca las tumbadoras junto Lars Christians y John Haglund.

La foto es de Jan-Olov Källström

 

 

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Herencia Latina

Edición de Marzo - Abril de 2014