Perfíl de Frank 'Frankie' Malabé
Por Bobby Sanabría
28 de noviembre de 1940 - 21 de abril de 1994
Tomado de la difunta Descarga.com
Versión libre al español de Israel Sánchez-Coll
San Juan, Puerto Rico
Frank 'Frankie' Malabé, Louie Ramírez, Pete Bonnet, y Tito Rodríguez
Frank 'Frankie' Malabé nació el 28 de noviembre de 1940, hijo de Luis, un marino mercante, y Frances, una ama de casa. De su madre, Frank expresó: «Sólo me ha visto tocar, como mucho, algunas seis veces. Pero si ella escucha una grabación en la que aparezco, se da cuenta al instante de que soy yo». Criado en “East Harlem”, conocido universalmente por los latinos como «El Barrio», la juventud de Frank transcurrió jugando al “stickball”, pescando siluros en el Central Park y saliendo con «homies» [compinches] como Willie Bobo.
A los ocho años, Frank se inspiró en un músico del barrio conocido como «Don Pulli», que silbaba melodías y utilizaba un rallador como guiro y una caja como conga. A los diez años, Frankie había ahorrado el suficiente dinero trabajando en una bodega y en una tintorería para comprar su primer tambor de conga por 35 dólares. El veterano Ray Armando, conocedor del interés de Frankie por la percusión, le dio algunos consejos, al igual que el bongosero Bobby Flash. El legendario guitarrista cubano Arsenio Rodríguez le daba ánimos, al igual que su hermano, el percusionista Quique.
Durante los cinco años siguientes Frank practicó siete horas al día e improvisó rumbas en la calle 110 y la Quinta Avenida con músicos como «Little Ray» Romero, Tommy López padre, Changuito, Kako y José «Buyu» Mangual. Frank recordó una vez: «Mangual llevaba sus bongos en una bolsa de papel, ya que en aquella época no teníamos cosas como maletines». Muchos de los mejores percusionistas latinos de la ciudad dejaban sus congas en casa de Frankie, un apartamento en el primer piso.
Inspirado por los congueros Cándido Camero, Mongo Santamaría, y su mayor influencia, Carlos «Patato» Valdez, Frank comenzó a trabajar con varios tambores. Su primera experiencia profesional fue con otro joven de El Barrio, el timbalero Angel Rene. Luego fue a trabajar con dos vibracioncitas/directores de banda, Harvey Averne y Dr. Pete Terrace, con quienes haría sus primeras grabaciones.
En 1958, Frank se convirtió en uno de los primeros congueros en experimentar con un tambor de conga de fibra de vidrio construido por un fabricante de instrumentos conocido como Mesa. Para entonces, ya había perfeccionado por completo su técnica de conga múltiple, inspirada en gran medida por el virtuoso conguero Gene Blackwell, quien, según Frank, «hacía cosas increíbles con cinco tambores.» Otra influencia importante para él fue la del trompetista, arreglista y compositor Marty Sheller, que introdujo a Frank en el jazz y en la independencia coordinada que entonces desarrollaban bateristas latinos como Willie «Wee Ya» Rodríguez y Jimmy «La Vaca» Santiago. A los veinte años, ya grababa y actuaba con Tito Puente, Tito Rodríguez y las famosas Alegre All-Stars.
En su larga e influyente carrera, Frank trabajó con grupos tan diversos como la Sinfónica de Múnich y el Sexteto de La Playa, y con pioneros e innovadores del jazz y músicos latinos como Celia Cruz, Jorge Dalto, Charlie y Eddie Palmieri, Johnny Pacheco, Dave Valentín, Jon Lucien, Randy Carlos, Bob Mintzer y el conjunto con el que más se asocia a Frank, la Orquesta de Larry Harlow.
Frank 'Frankie' Malabé, Tito Puente, y Santitos Colón
Frank siempre estuvo interesado en transmitir sus conocimientos de la tradición musical latina. En 1977, se unió al personal docente de Drummers Collective, un centro de aprendizaje de renombre mundial para batería y percusión, y The Harbor Performing Arts Center, un repositorio de la historia y la cultura de la música latina que ofrece instrucción musical de bajo coste a la comunidad. En ambas escuelas, Frank profundizó en los ritmos tradicionales latinoamericanos, así como en las posibilidades creativas de aplicarlos a la batería. Entre los que se han beneficiado de la enseñanza de Frank se encuentran bateristas de talla mundial como Peter Erskine, Gregg Bissonette, Michael Shrieve y Kim Plainfield.
En 1990, Frank fue coautor de la innovadora guía de estudio Afro-Cuban Rhythms For The Drumset junto con Bob Weiner, un baterista y percusionista versado en diversos estilos étnicos e historiador de la música. Este libro ha recibido elogios generalizados por la crítica y se ha convertido rápidamente en el libro de consulta estándar para bateristas sobre estos importantes estilos.
Frank 'Frankie' Malabé no sólo fue un embajador de la música latina, sino también un mensajero de la creatividad, la autoexpresión y la aceptación. En muchos sentidos, su vida cerró el círculo. Empezó como músico autodidacta, llegó a lo más alto como intérprete y dedicó gran parte de su vida a la enseñanza. Su mensaje perdurará en su libro, en sus alumnos, en sus numerosas grabaciones y en cada uno de los que le conocimos.
Frank 'Frankie' Malabé y Tito Puente. Foto por cortesía de Caribbean Cultural Center.