En Casa de Israel Berrios.

Villa Fontana, Carolina, Puerto Rico

 

 

Israel Berrios y el maestro Johny Segui

En la casa e Jaime Jaramillo en Dorado Puerto Rico.

Foto de Jaime Jaramillo

 

 

Por. Isidoro Corkidi Yaffe

isicorya@hotmail.com

 

Especial para Herencia Latina

Cali-Colombia

Octubre 7 de 2011

 

Israel nació en la población de Humacao, Puerto Rico, el 18 de diciembre de 1927. El musicólogo peruano Osvaldo Ogánes me condujo muy amablemente a casa del entrevistado. Me causó gracia que cuando le pregunté a Israel por la fecha de su nacimiento, se miraron los dos, y como que después de un consenso entre ellos, hubiera surgido esa fecha del 18 de diciembre.

Al pedirle que se remonte a sus comienzos dentro de la música, recuerda que siendo aún un adolescente, estaban en su apogeo los tríos, Los Panchos, Los Calaveras, entre otros, que ejercían mucha influencia sobre la juventud. Al lado de Máximo Torres y su hermano Gelín, conformaron el trío Humacaeño, donde él hacía la primera voz, Máximo la primera guitarra, y Gelín, la segunda guitarra y segunda voz. Riverita, un conocido locutor dirigía en Bayamón un programa radial en la Wena, llamado La hora del volante, en el que el Humacaeño intervino con frecuencia. Por cierto que algo bien fuera de lo común sucedió con el dueño de la estación radial, que con el afán de retener en la ciudad a los integrantes del trío, les compró tres camas, y terminaron durmiendo dentro de la propia emisora. Ya tarde en la noche, Israel curioseaba los anaqueles donde reposaban los elepés, y fue allí cuando conoció la música de Arsenio.  Se quedaba pensando, y se decía a sí mismo, ‘’yo quisiera ser parte de ese grupo. Y que iba a pensar que pocos años después, la vida me daría la oportunidad de concretar ese deseo.’’También en Bayamón, y en otra emisora, en radio Luz, tuvo participación con el Cuarteto Sonoro de Alcides Ojeda. Con el trío de Máximo, llegaron a acompañar en la ciudad de Caguas a Priscilla Flores, vocalista a la que se le conocía como La alondra de San Lorenzo, a Flor Morales, Ramito, y a Héctor Flores Osuna , intérpretes de la música típica de Puerto Rico. A tan temprana edad, ya laboraban profesionalmente. “Éramos jóvenes pero teníamos el conocimiento’’. Por eso es que a lo largo de su extensa carrera supo acompañar tríos, cuartetos, sextetos y conjuntos. Los fundadores del trío permanecieron juntos hasta 1950, cuando Berríos se marcha a Nueva York. “Quería ver otra cosa’’. Su partida trae el ingreso de Raúl Balseiro y de Enrique Roque. A través de una encuesta radial, se cambió el nombre del trío, a Los Murcianos. Como se darán ustedes cuenta, los tríos de cuatro, vienen de vieja data, y no son nada nuevo. Llegaron a grabar en varias ocasiones para el sello Marvela, encaminados por Tato Ardin.

 

De izq. a der: Yuyo, Israel Berrios, Tony Bracetty y Juan Irene en 1950. 

Foto de Israel Berrios

 

 

Así, Nueva York le dio cabida a otro inmigrante. Por espacio de veinte años, se estableció en Manhattan, en el sector que se ha conocido como El Barrio- 118 street y Lexington avenue -, para más tarde situarse en Queens cerca del aeropuerto Kennedy. Recién llegado, ya se había corrido la bola que un cantante de la isla, estaba por ahí. Esto llegó a oídos de Toñito Ferrer, sobrino de Claudio Ferrer. Toñito manejaba el Conjunto Puerto Rico, y necesitaba un cantante y un guitarrista. Cómo anillo al dedo le venía la llegada del humacaeño.  Durante seis de los siete días de la semana, se presentaban en el  cabaret Lennox Rendezvous 114 street y Lennox.

 

Arsenio Rodríguez

La Foto es de Israel Berrios

 

Durante cuatro años fue parte del grupo de Ferrer, hasta que en 1955, Arsenio Rodríguez lo invita a ser parte de su conjunto, después de haberlo visto en el Park Garden (52 street y 8 avenue), con un “vente tú”  del que formaban parte entre otros, el vocalista Elliott Romero, el timbalero Tony Bracetty, Juan Irene Pérez, tresero del conjunto Puerto Rico, y naturalmente Israel Berríos. La noche en que se conocieron, el supuestamente improvisado grupo, digo supuestamente porque al revisar sus integrantes, bueno…. no lucían como un ensamble de última hora. Eran parte de la programación del lugar en mención, alternando con el conjunto de Arsenio. En el descanso, Israel Travieso, ’’Kikí’’, hermano de Arsenio, quien siempre oficiaba de lazarillo, le solicitó a Berríos que se acercara a la mesa. De lo acordado en esa conversación, se desprendió una relación contractual que los ligó durante trece años. Arsenio citó a Israel en su casa  para el lunes siguiente, y le pidió que lo acompañara en un son montuno. “¿Quién te enseñó a rallar la guitarra así?”. Le responde Israel. “Esto me lo envió Dios’’.  Entonces le dice Arsenio: “Tal parece que tú has tocado música cubana durante toda tu vida”.  En 1968, Berríos deja el conjunto, y Arsenio se traslada a Los Angeles. Israel desistió de irse con él, porque tenía un trabajo estable como soldador, oficio que había aprendido desde muy joven. Ahora verán ustedes las razones que hubo para que las cosas acontecieran tal como se dieron.

Al inquirirle a Israel, sobre la conveniencia o no  del cambio de residencia  de Arsenio al otro extremo del país, me señaló que a la vista se percibía que musicalmente no era lo más indicado. Pocos cubanos y puertorriqueños vivían en esa zona del país. Y entonces le pregunté. Una situación muy particular de orden familiar, lo llevó a hacerlo. Arsenio se había convertido  a la religión Testigos de Jehová, en cuyas reuniones conoció a Anadina García, de origen puertorriqueño con la que se casó rápidamente. Pero las diferencias en el interior de su relación, arrastraron a Arsenio a Los Angeles

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Con la Comunidad Cubana

 

La comunidad cubana acostumbraba reunirse anualmente en Nueva York. En 1958 lo hicieron en los salones del lujoso hotel Waldorf-Astoria. Exactamente, el 16 de agosto de 1958, allí estuvo el conjunto de Arsenio. No con Arsenio, pero sí con la misma comunidad cubana, intervino como parte del Son de la Loma de Armando Sánchez, en el Bohemian Hall que quedaba en el Astoria Boulevard. Años más tarde lo llevó el grupo Oriza del trompetista  José Trápaga, que estuviera con Chapottín. De su intervención con Oriza, quedaron dos grabaciones bajo el sello Cobo.

La importancia de tener conocimiento de los sonidos jíbaros de su tierra, fue ventajoso cuando en 1986 se conmemoraron los cien años de La Estatua de la Libertad, lo llamaron para que conformara un grupo que siguiera los lineamientos de un sabor verdaderamente borinqueño al que se le dio el  nombre de Septeto Criollo Puertorriqueño.  Fueron parte de ese proyecto, Nieves Quintero y Nery Orta en los instrumentos de cuerda, y Tobita Medina y Enrique Galarza, en la parte vocal. Se presentaron en un parque llamado  Battery Tunnel.

 

Su Estilo y Vivencia del Racismo

 

Hay una palabra con la que los propios músicos denotan la carencia de poder, de volumen, en la interpretación de un número. Cuando se dice que una agrupación es ‘’gallega’’, va implícita la falta de agresividad, que es con precisión, la mejor referencia, y el ingrediente reinante dentro  de las composiciones de Arsenio. De alguna manera Arsenio modificó la forma interpretativa de la música cubana al introducir la tumbadora, que en combinación con el piano, el bongó y el tres, rompió los moldes establecidos. Dura, muy dura fue la lucha para lograr su aceptación. ‘’Sonaba a música negra, a guaguancó, a pueblo, y usted se imagina que la sociedad habanera que se daba aires de finura bailando danzón, hubiera aceptado los pensamientos que volaban en la mente de Arsenio, era admitir el sonido de los solares en sus propios salones. Esa sociedad de blancos tenía la percepción que era inmoral lo que estaba llegando.’’ Estos  conceptos se corroboran al escuchar el tema Kila, Kikí y Chocolate, en el que Arsenio homenajea a tres de sus músicos, Antolín Suárez Ferro, Papa Kila , Israel Moisés Enrique Travieso, Kikí , y Félix Alfonso, Chocolate , el primero de ellos bongosero, y los dos últimos, congueros. La gente quería tumba y bongó, que eran elementos que acompañaban el ritmo sonoro que fluía de la entremezcla de las trompetas, bajo, piano y tres. Eran los componentes que olían al barrio, y que por eso mismo atrapó el corazón de sus habitantes.

Cuando se iba a grabar, iba donde el copista, con el tres en la mano, y le decía: ‘’Tú vas a poner allí lo que yo te voy a tocar.’’ Explica Israel que Arsenio era poseedor de un sexto sentido muy agudo. Cuando ya había terminado con el copista, se reunía con los cantantes, y cuando estos ya habían captado lo que Arsenio quería, ahí sí reunía a todo el conjunto. Cuando  Si su olfato le indicaba que había una equivocación, detenía el ensayo, diciendo: ‘’Yo no mandé poner eso ahí, chico.’’ Quien pertenecía al conjunto, era porque estaba en la plenitud de sus capacidades. Podría pensarse que necesariamente todos sus músicos eran experimentados. Hubo sin embargo excepciones. Recuerda Israel el caso de un joven pianista hijo de Macucho , al que le decían Macuchito,  que hacía lo que Arsenio necesitaba, así que el ser joven no descalificaba a nadie. El nivel de exigencia era muy alto. Si lo cumplías…

Israel devuelve la cinta de sus memorias y recuerdos, precisando: ‘’Eso se comprueba con las grabaciones hechas en CMQ. Ese grupo sonaba diferente. Arsenio tenía una forma, un estilo propio para trasladar lo que concebía en su mente,  al escrito, que amalgamaba con los sonidos que salían al rasgar el tres. Era una forma sincopada, que en muchas ocasiones, el bailador que no era cubano no entendía.’’  Recordando palabras dichas por el propio Israel líneas atrás donde la referencia era el aspecto social, aún dentro de la propia Cuba, no todos eran capaces de bailar su música. Voy a decirlo con más claridad, era la música del pueblo, de los estratos sociales más bajos, en esencia, de la raza negra. El Barrio, si bien es una denominación producto de la concentración de inmigrantes latinos en específicos sectores neoyorquinos, también existió en La Habana y en Cuba, claro, no bajo esa denominación, pudiendo ubicarlo en los solares, inquilinatos, casas de vecindad, comunas, en resumen, donde respira la propia entraña del pueblo. Allí, sí se sentía, se comprendía, se sentía a flor de piel, y por eso mismo el baile tenía alma propia, un alma natural que al ser comprendida, no revestía ninguna dificultad para quienes allí residían, la que sí tienen los que son de un medio ajeno.

 

 

Foto de los archivos de Jaime Jaramillo

 

 

En 1964 el conjunto fue contratado para una fiesta de celebración de año nuevo en Miami.  El trayecto,  que se hizo en bus, demoró tres días. En algunos tramos era inevitable sentir una atmósfera congestionada, particularmente saliendo de Washington.  A un lado de la vía, casas o más bien casuchas hechas de cualquier cosa, de ocupantes negros, y pocos kilómetros más adelante, una mansión, de un blanco.  El autobús se detuvo en algunas cafeterías a borde de carretera, para cambiar de chofer. Lo que sigue es algo que Israel mismo expresó y así mismo como salió de él, así lo digo, en una mezcla en inglés y español: ’’Había dos sides, black, and White. Ahí sí había racismo.’’ Tan pronto el compromiso laboral terminó, Israel Berríos espero a que amaneciera, y lo primero que hizo fue entrar a la agencia de viajes más inmediata, y comprar un tiquete aéreo de regreso a Nueva York tal como se lo había anunciado a Chewi Rivera al llegar a Miami. Al mediodía ya estaba en la capital de los rascacielos, evitándose de ésta manera dos cosas, una, el visualizar de nuevo la penuria racial, y dos, un largo viaje vía terrestre. Mientras sus compañeros soportaron el interminable regreso por tierra durante tres días, él alcanzó a participar en una grabación con el Cuarteto Maya de Fernandito Díaz, y a cumplir con el diario vivir, como soldador de una factoría. ‘’Como la soldadura musical no alcanzaba, por eso había que tener otro trabajo. Las escalas de honorarios fijadas por la Union o Sindicato de Músicos, eran muy bajas. Casi todos los músicos latinos se retiraron del sindicato. Tocar tres días por cincuenta y dos dólares, eso no era nada. Y si tú estabas tocando en algún sitio y llegaba un delegado del sindicato, y si no tenías tarjeta de afiliado, entonces no podías tocar. Se dio el caso en que después de presentarse con Toñito Ferrer durante una semana en el Teatro Hispano, el delegado del sindicato no depositó la plata y se la robó, y hasta el sol de hoy no se le volvió a ver. Por eso me retiré, y les dije que cuando me dieran mi plata, me volvería a afiliar. Aparte de eso no tenías ninguna ayuda médica, en fin….’’

Actualmente, interviene puntualmente Osvaldo Ogánes señalando que se está pasando por  televisión la novela, Al compás del son, hecha en Cuba, que data de los años treinta y que  retrata esa transición del danzón al son, la rumba y sus derivaciones.  A la larga tuvieron que aceptar todo aquello que miraban con gran celo.  Con todo y todo, la vida proporciona algunos momentos de excepción. En Nueva York existían dos lugares cubanos de baile, uno el Ateneo Cubano, y el otro, el Club Cubano Interamericano, ‘’el primero de blancos, y el segundo de “niches” (negros), y Arsenio era contratado en los dos.’’

En aquellos días en que a Arsenio no le caía trabajo, Israel Berríos se unía al Cuarteto Maya  de  Fernandito Díaz, que había cantado con el Mayarí, y  de ahí se tomó el nombre de Maya, que en principio había sido constituido como trío bajo el nombre de Huacana , a Santiago Vargas, que cantaba muy parecido a Davilita, a Kako, o a Juan Gutiérrez y los Pleneros de la 21, entre otros.

Algo del Palladium

 

Siempre se trató de comparar el mambo de Dámaso Pérez con el mambo que se hiciera en New York. Fue grato el intercambio de opiniones entre Israel y Osvaldo. Los dos coincidieron en que fueron dos estilos diametralmente opuestos.  De un lado el de Prado estaba diseñado más como un espectáculo, y eso provocaba que  se viera más un  como un show. El baile se  le dio a conocer al público en Ciudad de México a través de las vedettes como las Dolly Sisters, Amalia Aguilar, Meche Barba, Ninón Sevilla, mientras que el de Nueva York, era mucho más asequible para el común de la gente. Por cierto que en el propio Palladium se daban lecciones de mambo, bajo una óptica distinta, la de Nueva York. Allí los patrones de la tarima eran otros, Augie y Margo, Pedro Aguilar, Cuban Pete, Joe Piro,el Killer, Joe Lustig, The Mambo Aces, entre otros. Bajo la etiqueta de HOME of the MAMBO, se conoció al Palladium, y quien elaboró esos avisos publicitarios fue el músico Johnny Seguí, quien además conocía el arte del diseño gráfico.

 

Toñito Ferrer en las maracas e Israel Berrios en el tres, tocan para la mesa del tresista Luis "Lija" Ortiz en 1951.

Foto de Israel Berrios

 

 

Anecdotario

Arsenio llevó a Israel alguna vez a casa de una novia que tenía en el Bronx a comer asopao de gallo o pollo viejo. Y estando en el  medio de la cuestión, Arsenio le pregunta a Israel: ‘’Y esto que es chico?’’. Le responde Israel: ‘’Pues el asopao ‘’. Finaliza Arsenio: ’’Esto no es ningún gallo, aquí lo que hay son puros huesos.’'

Al dinero Arsenio lo llamaba cocimiento. Su hermano, su eterno lazarillo, lo había instruido sobre el manejo del dinero para cuando le tocara pagarle a los músicos, indicándole que los billetes de 20 iban en tal bolsillo, que en tal otro los de 10, y así con los de 5, 2, y 1. ‘’Fíjense bien, que les paga un ciego.’’

Cierto día Marcelino Guerra llevó a Nando Díaz a un ensayo. Arsenio tomó en sus manos una bomba para matar moscas, y sin darse cuenta, le echó en los  ojos a Nando Díaz. Instantes después se llamó al ensayo, y alguien le dijo a Arsenio que Nando estaba llorando, y lo único que el ciego maravilloso atinó a decir, fue: ‘’Caramba que muchacho tan sentimental’’. Naturalmente que no se había dado cuenta que había rociado los ojos de Díaz sin querer.

El Palladium estaba ubicado en Broadway y la calle 53. A una cuadra de allí, sobre la calle 52, había un restaurante  cubano llamado La Barraca, que estaba abierto las 24 horas. Después que finalizaba la jornada laboral, Arsenio acostumbraba ir allí a comer. Lo hacía en forma desmedida, teniendo en cuenta la hora. Arroz rociado encima con manteca, fríjoles, cerdo, pasteles, rematado por un gran tazón de café al que le echaba hielo. Su plato favorito era  el bacalao a la vizcaína, acompañado por arroz blanco.

Esta anécdota tiene  a Raúl Travieso, Kikí , como personaje central y tuvo lugar en casa de Israel Berríos. Raúl era hombre de pocos tragos, de manera que eran suficientes dos o tres para dejarlo postrado. En mala condición entró al baño, y al cabo de un par de minutos vio el mundo tan oscuro, y quien sabe en dónde estaría su mente, que le hizo un llamado al dueño de casa: ’’Oye Israel, porqué me apagaste la luz?’’, y aclaro que la luz estaba prendida.

Bajo el sello Montilla, se proyectó una grabación bajo el esquema de trío, cuyos integrantes serían el propio Arsenio, Israel Berríos, y Miguel Matamoros, hijo, como cantante. Ensayaron en casa de Israel. Finalmente no se llevó a cabo. Parece ser que el pedido de Arsenio a la disquera, fue el obstáculo para llevarlo a la realidad. ‘’ El muchacho cantaba bien. ‘’

Tradicionalmente en Nueva York se organiza el Desfile Puertorriqueño anualmente. Después del desfile se lleva a cabo un concierto en Central Park. En la década del sesenta  para uno de esos  eventos, la Unión de Músicos le pidió a un timbalero al que le decían Tico tico que cubriera dicho espectáculo llamando un grupo de músicos capaces,  que contaba ese día entre sus estrellas a Olga Guillot y a Marco Antonio Muñíz. Tico tico  llamó a Israel, pero éste para su sorpresa se encontró con tremendo libro, que para seguirlo, era indispensable saber leer las notas. Ese día el pianista cubano Alfredo Munar salvó a Israel al indicarle que se hiciera cerca del piano, y que pusiera atención a los acordes, que siguiéndolos, aún sin saber leer notas, superaría el escollo, tal como sucedió. ’’Si yo hice eso, puedo hacer cualquier cosa.”

Otra sobre la  forma de comer de Arsenio. Cuando se separó de Anadina García, quien quedó encargado de cocinar fue Kikí. Platos de arroz que más bien parecían una montaña, donde hubieran podido comer tres personas, rematando con una fenomenal porción de mantecado.

En casa de Israel, cuando ya se habían tomado unos tragos, su señora cortaba unos trozos de queso, a los que le entremezclaba cubos de calabaza del mismo tamaño. Y cuando iban a brindar, ella misma les pasaba unas copas de doble fondo, del que no salía licor alguno, y al manipular la copa a ver por qué el líquido no salía, éste terminaba regándose encima de los vestidos.

Curazao

En junio de 1960, el empresario Angel Job contrata a Arsenio. Berríos no puede ir con él por impedimentos laborales. Como vocalista va Frank Souffront, y quedan prensados dos temas en un disco de 45 r.p.m. , Curazao y Son montuno en Curazao.

Dicen los entendidos

Llegó el momento en que la conversación se encaminó hacia los conceptos de entendidos en la materia, que afirman que musicalmente los grupos que tuvo Arsenio en Nueva York, fueron mejores que los de la etapa cubana. Tan es así que califican un álbum hecho en Ansonia en el que vienen temas como Frutas del Caney, Santa Cecilia, El divorcio, Hacheros pa un palo.  “El mismo catalogaba ese trabajo en Ansonia, como el mejor de su vida.’’

Agradecimientos

Al propio Israel Berríos por su entera disposición para atenderme, al musicólogo peruano Osvaldo Ogánes, y a don Rafael Viera.

 

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