LOS CINCUENTA DE JOE ARROYO
Por ©RAFAEL BASSI LABARRERA Colaborador de Herencia Latina
Álvaro José Arroyo González, nació en Cartagena de Indias el 1 de noviembre de 1955 y desde niño anda metido en el mundo musical, a la edad de 12 años, ya cantaba en el grupo de Michi Sarmiento en los grilles del Bario de Tesca, en plena zona de tolerancia cartagenera; época ésta que es recreada literariamente por el novelista Roberto Burgos Cantor en su libro “El Patio de los Vientos Perdidos”.
Yo estudie en el Colegio Santo Domingo, un colegio de curas, a mi me becaron para integrar el coro como cantante solista. Se regó la bola de que yo cantaba. Entonces Víctor Meléndez, el canoso que está conmigo, cantaba en Tesca todas las noches y cuando se cansaba me lleva para que le hiciera el reemplazo. Así empecé a cantar en Tesca En una ocasión me pilló un profesor y al día siguiente me echaron del colegio. Pero a los dos meses me fueron a buscar para cantarle al Arzobispo y así seguí hasta que llegue aquí a La Protesta - ¿En esa época cantabas con quien, con Michi y su Combo? Estaba Michi y su Combo Bravo, los Seven del Swing. Habían tres o cuatro sitios: El Principe, el Big Fox y el Club Verde, tenían que estar en esos tres sitios. - Debían ser sitios bien candelas Eran bien candelas. Recuerdo que llegaban marineros de Rusia, EE UU, Canadá...-todo iban a parar a Tesca. - Esas mujeres debían cuidarte mucho. Si, me cuidaban porque yo era un bebe, yo era un niño, pero un niño travieso.
Una noche del mes de julio del año 2004 estuve conversando con Joe Arroyo en su residencia y apartes de esa sabrosa conversación que originalmente se pasó por el programa radial Así Suena Nuestro Caribe, los podrán leer en este sencillo homenaje al gran cantante colombiano.
Un saludo muy especial para todas las muchachas y muchachos de la Universidad del Norte. La verdad es que me siento muy contento y satisfecho de que me estén entrevistando esta noche. -¿Cuando llegaste a Barranquilla? Bueno, yo llegue a Barranquilla cuando tenía 13 años empecé a cantar con La Protesta. Recuerdo que me volé del colegio, estudiaba en el Colego Santo Domingo y en un recreo me vine para Galapa. Empecé a cantar sin zapatos en la orquesta La Protesta, impuse una moda; eso llamó mucho la atención. Como a los catorce o quince años por casualidad Fruko me escuchó cantar en El Escorpión en Pradomar. En esos tiempos él estaba muy pegao con Cachumbembe y otros temas, su cantante estelar era Piper Pimienta, pero como que hubo un problema en Fuentes con Piper y no grabó el disco, entonces Fruko estaba buscando un reemplazo. Creo que era el último, ya debían haber probado muchos cantantes y al hombre le encanto la voz y eso fue de una. Nos encontramos un domingo, me escuchó cantar y me invito a grabar en Medellín. Llegue muy entusiasmado y me dieron El Ausente, eso fue un batazo, un jonronazo que me abrió las puertas aquí en Barranquilla y en todo el país.
Luego de la grabación de El Ausente, Joe Arroyo regresó a Barranquilla y siguió trabajando con La Protesta de los Hermanos Cástulo y Leandro Boiga. Inolvidables los bailes en el Mau Mau de Juan Mina y el Escorpión de Puerto Colombia con la voz de Joe Arroyo abriéndose paso entre jóvenes ávidos de aventuras y sonidos fuertes.
De allí fue reclutado definitivamente por la Orquesta de Fruko y sus Tesos, y los triunfos no se hicieron esperar, Fruko y sus Tesos se convertiría en la más importante agrupación salsera de Colombia, dominando desde su fundación en 1971, el ambiente de la salsa en la década de los setenta.
Recuerdo que estaba pegao con Fruko con El Ausente y como cantaba con La Protesta metíamos El Ausente para complacer al público. Dure como tres años más en B.quilla con La Protesta. Después me fui para Medellín y dure como trece años con Fruko y sus Tesos. Fue cuando grabe Tania, Catalina del Mar y muchos otros éxitos... A Fruko le debo mucho.
En los inicios de los ochenta; Joe deseoso de consolidar su estilo y dejar fluir sus ideas musicales, comenzó a acariciar la ilusión de crear su propia orquesta; la que finalmente fundó en 1981 con el nombre de LA VERDAD, nombre con que respondía a los incrédulos que se burlaban de sus sueños.
En el 81 me regresa a Barranquilla y arme La Verdad. Me vine con un billete de Medellín y aquí me quede limpio armando la orquesta......Reuní los mejores músicos era un nómina muy alta y tenía que cobrar muy barato o sea que tenía que meterme la mano al dril para poder pagar la nomina. Pero eso fue muy interesante.
En LA VERDAD de Joe Arroyo se reunieron los músicos jóvenes de mayor talento en la región, entre los cuales recordamos a Hugo Molinares en el piano, al fallecido bajista Hernando Barrios; a Moris Jiménez y Alberto Barros en los trombones, al percusionista Charlie Pla y Victor Meléndez en los coros.
El primer batatazo de La Verdad fue Rebelión. Yo opino que ese es el himno de la orquesta y me ha dado a conocer mundialmente, me abrió las puertas de Europa, Asia, nunca pensé que podría llegar a Africa....... Es un tema que me salio, así de pronto y ha sido un tema insignia lo mismo que Tania.
En 1983, Joe Arroyo se enfermó gravemente y hasta se difundió la noticia de su muerte. Pero como el Ave Fénix, de entre las cenizas renació musicalmente, dando inicio al proceso musical más importante de las tres últimas décadas en el Caribe colombiano.
Esa fue una época trágica. Mientras estaba cantando y trabajando me sentía que me estaba adelgazando y la garganta del lado derecho se me iba esponjando, no le paraba bola a eso y seguía cantando, pero me sentía muy agotado. Hasta que fui al Hospital Universitario de Cartagena y me dijeron tienes problemas de tiroides. Y ahí empezó toda la película de terror, porque mientras no sabia cual era la enfermedad, no me sentía enfermo y a penas el medico me dijo eso, me tire a la cama. Creo que me enfermo mas el hospital. Aquí en Barranquilla me mataron muchos periodistas, me enterraron vivo. Dure casi ocho meses en el hospital. Me daban yodo radioactivo. Regrese por la puerta grande. Salí del hospital, volao en noviembre y el Capital Visbal me llevo para reemplazar a Oscar D’León. Me presente con unos zapatos bien grande. Eso fue maravilloso. La gente me acogió de una manera impresionante y me sane. Allí comenzó la carrera fuerte, me gane el primer Congo de Oro. Consecutivamente me gane 18 congos de oro y dos super congos.
El Carnaval de Barranquilla se convirtió en el escenario natural del Arrollador Joe Arroyo. Su presencia en el Coliseo Cubierto era magia pura. En la década de los ochenta Joe se convirtió en el ídolo musical de Barranquilla, ganador año tras año del Congo de Oro. Sus actuaciones en el Festival de Orquestas son memorables, la euforia del público alcanzaba sus más altos niveles cuando aparecía Joe Arroyo interpretando sus canciones. El público entraba en trance musical, realmente era el clímax del Festival de Orquestas.
El Festival de Orquesta ha perdido mucho por no estar en el Coliseo. El coliseo era mágico, sabemos que no es el sitio adecuado. Pero la verdad los festivales del 89 para acá han venido bajando, porque se hacen en estadios.
- Sobretodo había una magia muy especial que era la aparición tuya. A la gente se le olvidaba el cansancio, la gente vibraba realmente, era como llegar al cielo.
Para mí, esos eran momentos muy importantes. Me preparaba, me cuidaba full para llegar el lunes de carnaval al festival de orquestas bien. Recuerdo que en una ocasión, me operaron de la nariz cuatro dias antes de Carnaval y me le medi al Carnaval, estaba pegao con Centurión de la Noche, La noche y A mi Dios todo se lo debo. Esa fue una tarde esplendorosa.
En este período que arranca en 1984, Joe Arroyo ha contribuido al rescate del folclor de la Costa Caribe colombiana, aportando temas de mucha calidad, así como también ha ayudado a reafirmar la identidad de la salsa colombiana y logrado una valiosa síntesis de ritmos caribeños. Sin dudas otro de los grandes méritos de Joe Arroyo es su capacidad para seleccionar los temas de nuestro folclor, recreándolos con respeto y orgullo.
La mayoría de los casos selecciono los temas, yo los escojo y casi siempre los compongo. Estoy pendiente al bailador y a las muchachas del servicio, ellas son las que pegan los temas. Siempre escojo tres o cuatro temas tropicales, gracias a Dios tengo esa capacidad polifacética de hacer varios ritmos. Eso es una gran ventaja. En esa forma cojo varios mercados y la música colombiana se va difundiendo internacionalmente. Fijate en España hace poco me pedían Tamarindo Seco. Eso es importante para la difusión de la música criolla en otros países.
Joe Arroyo ha enriquecido el cancionero colombiano con excelentes composiciones. Es un poeta natural que al igual que Beny Moré, Ismael Rivera y Héctor Lavoe nunca aprendió a leer el pentagrama.
Yo no me afano para componer, porque cuando me pongo a decir voy a componer, no me sale nada. Es cuando Dios quiere, a lo hora que sea. Me levanto con la nota y comienzo a grabar. Tengo grabadoras por toda la casa. Me llega una idea y la voy grabando. Casi siempre en el mismo instante me sale todo el tema. No lo dejo para mañana. Cuando me monto en un tema es hasta que lo termino. A veces en un día me salen dos o tres temas. Como a veces estoy tres-cuatro meses sin salirme la musa. Hay una parte muy sublime entre el sueño y la soledad. Cuando uno se está durmiendo hay un clímax, a todos los seres humanos les vienen tremendas ideas, tremendas cosas. Pero el comun denominador se duerme y esas ideas se pierden. A mi cuando me salen esas cosas, estoy entre el sueño y la soledad, me vienen unas ideas bonitas, me paro y comienzo a grabar, se me quita el sueño, eso es un momento sublime.....
- ¿Y después como haces para pasarlo a la música?
Le voy quitando, le voy agregando y lo voy decorando. Yo lo compongo y me sale de inmediato, el tema, los pitos, todo. El arreglista tiene que escucharme y poner los compases. .
Antes de despedirnos, queremos volver a felicitar a Joe Arroyo y darle las gracias por los momentos de alegría y orgullo que nos ha regalado, que lo sigas cumpliendo Viejo Joe.
Edición de Diciembre 2005 - Enero 2006
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