Los Dandies del 42 de Johnny Segui, en el club Caborrojeño-1955

Charlie Palmieri (piano), Johnny Ruiz (tp), Willie Rosario (timbales), Johnny Segui (bajo, director),

Yayo el Indio, cantante, Larry Moser (tp), Larry Sposito (tp)

Agachados: Vitin Palacios (bongo)-Jack Sague (conga)

 

 

 

Johnny Seguí y Los Dandies del 42

 

 

 

Por: ©Jaime Jaramillo

jaramij@yahoo.com

Colaborador de Herencia Latina

Las fotos son del archivo de Jaime Jaramillo.

San Juan - Puerto Rico

 

    ¿Qué tienen en común los hermanos Eddie y Charlie Palmieri, Willie Rosario, Yayo El Indio, Mongo Santamaría, Willie Bobo, Pellín Rodríguez, Pompo, Julito Sahan y Pete Bonet?

 

    ¡De que todos formaron parte del Conjunto de Johnny Seguí: Los Dandies del 42!

 

    Johnny es un excelente intérprete del tres cubano y del bajo.  Ha acompañado a músicos de la talla de Daniel Santos, Bobby Capó, Arsenio Rodríguez, Gilberto Monroig, Orlando Guerra “Cascarita”, Silvestre Méndez, Marcelino Guerra y Pepito Arvelo.  Su grupo ha estado en tarima en sitios legendarios de NYC, de los cuales puede mencionarse el “Palladium”, “Bronx Casino”, “El Club Caborrojeño”, “El Teatro Hispano”; también compartió con los dos Titos: Puente y Rodríguez, Machito, Marcelino Guerra, Los Palmieri, con intérpretes de jazz, tales como el pianista ciego George Shearing, Sara Vaughn y Nat “King” Cole.  En Puerto Rico trabajó en el Escambrón Beach Club, el Guadalquivir, el Caribe Milton y cuando apenas comenzaba la televisión en Puerto Rico, compartió en muchos programas con Mytha Silva y otros de la época.

 

    Este glorioso personaje nació en Nueva York el 14 de abril de 1922.  Su padre Juan Seguí era un Jockey y su madre no la llegó a conocer bien ya que ella murió cuando él era muy niño.

 

     Sus primeros pasos en la música los dio con su primo hermano Carlos Seguí quien tenía un grupo llamado “Los Soneros del Caribe”, se limitaba a cargar instrumentos y durante los recesos cogía el tres del grupo y se ponía a ensayar.  Tuvo amistad con jara, el tresista del Conjunto Capacetti y en este grupo también le tocaba cargar los instrumentos y cada vez que las cuerdas del tres de Jara se rompían, Johnny las reemplazaba por una nueva y se queda con el tres, mientras Jara se iba con las mulatas a parrandear.  Al comienzo se le hizo difícil tocar el tres de Jara ya que éste era un mulato alto que trabajaba en los muelles y poseía unos brazos grandes y fuertes, así que el tres fue diseñado para acomodarse a sus brazos mientras que Johnny era bajito y no tan fuerte.

 

El Conjunto Capacetti para 1940. de izq. a der. Vitin Landrón, Gumersindo (Sindo) Morales,

Tito Henríquez, Manolín Goycuría, Emilio Capacetti, Jesús Cruz Ayala, Juan Ramón "El Boy" Torres y Antonio Dávila.

Foto de los archivos de Jaime Jaramillo.

 

 

    Su primer tres lo hizo de unas cajas de queso y comentaba que en ese tiempo había varios tresistas entre ellos Jara, Gullermo Ayala “Piliche” y Juan Irene Pérez del Septeto Puerto Rico y Mario Castillo “Castillito” de las Estrellas de Oriente de Víctor Rosello.  En 1933 cuando el Sexteto Matancero de Graciano Gómez vino a Puerto Rico, traía a Isaac Oviedo como tresista y a Barbarito Díaz como cantante.

 

        Antes de la llegada de este conjunto, el tres era un instrumento relativamente desconocido en la isla hasta que algunos guitarristas criollos se interesaron en él al escuchar  la música del Matancero y “Piliche” que era un excelente guitarrista, se iba detrás del Escambrón a aprender a tocar el tres con Oviedo y este fue realmente el comienzo del tres en Puerto Rico y grupos de música estilo cubano con sabor a Borinquen.

 

        El primer trabajo profesional de Seguí fue con el grupo de las hermanas Sustache que las acompañaba el grupo de su primo Carlos, pero un día éste se tuvo que ausentar y Johnny lo reemplazó.  Las Sustache tenían un repertorio de las hermanas Márquez de Cuba y a Johnny se hacía difícil acompañarlas en el tono que ellas cantaban pero paulatinamente  se acopló a ellas.  Hicieron muchos programas desde el hipódromo, entre los músicos del conjunto estaba Monchito Pagán, Julito Shan en tropetas e Ismael Cruz como cantante a este grupo lo llamaron los Dandies del 42, ya que ese año se fundó el grupo y los Dandies en honor de la comparsa de Cuba “Los Dandies” que tenía a Miguelito Valdés, Chano Pozo y Silvestre Méndez entre sus integrantes.  El grupo tenía una trompeta y un cornetín pero después cambiaron para dos trompetas, tumbadora, bongó y tres.  Cobraban $30 por cada baile y los viernes en el USO (del ejército) por $35.  Recuerda que para su primer viaje al USO en Vega Baja, tenía que tomar un tren en el puente Martín Peña a las 12:00 del día, los otros integrantes del grupo lo tomaban en san Juan para llegar a Vega Baja a las 3:00 de la tarde, con semejante recorrido, sus uniformes perdían su pulcritud con el tizne del tren.  Los sábados y domingos tocaban en Isla Verde, Buchanan y los negocios de La Marina.

 

        Tenían un estilo que fue una revelación, pues a diferencia de las orquestas de ese tiempo como las de Muñoz y la Siboney de Pepito Torres cuyo estilo era estático en cuanto al modo de tocar sus instrumentos y proyectarse al público, Los Dadies sin embargo se movían de un lado a otro en el escenario, bailaban, caminaban por los pasillos como un show de teatro.  La música que interpretaban era de Arsenio Rodríguez a quien Johnny admiraba mucho, del Conjunto Casino y del Conjunto Kubavana de Alberto Ruíz, tomaron e hicieron a su estilo la coreografía para las presentaciones públicas.

 

        Para 1945, el papá de Johnny residía en Nueva York y frecuentemente le comentaban de lo “pegao” que estaba en Puerto Rico el grupo de su hijo, esto lo confirmó al escuchar unas grabaciones del grupo que Johnny le enviara. Así que ofreció pagarle el pasaje a los ocho músicos pero que cada quien consiguiera su propio hospedaje. El grupo viajó a New York en ese mismo año, viajaron en un barco en el que trabajaba un tío de Johnny. El grupo lo conformaban entre otros: Sindo Morales, bajista y cantante, Vitín Landrón e Isaíto eran los trompetistas. A los pocos días de haber llegado a N.Y., todos los músicos estaban alojados en la casa del papá de Johnny ya que los familiares de la mayoría de ellos se negaron a tenerlos en sus casas.

 

        Una anécdota interesante que cuenta del viaje hacia La Gran Manzana fue sobre el encuentro con otros músicos en el barco, estos eran: Vicente Bonilla, Santiago Vargas (que imitaba a Davilita); también iba “la palomilla” de Trastalleres y El Fanguito quienes armaban unas peleas constantes. No había camarotes en la parte inferior del barco y los únicos estaban en la parte superior donde iban las mujeres. Cuando el capitán del barco se enteró que iba un grupo musical, los mandó a llamar, los organizó en un camarote y los aprovechó para que tocaran, ya que el viaje duraba alrededor de diez días.

 

        A su llegada, el promotor y músico Federico Pagani los llevó a un restaurante en la 116 y Quinta Avenida cuyo dueño era un español, dueño también del Johnny’s Bar que quedaba al frente del Lennox Rendezvous donde mataron a Chano Pozo. El español a quien le gustaba la música puertorriqueña, accedió a ayudarlos y prestó la no despreciable suma de $3,000 que en ese tiempo era una cantidad considerable. Con eso pudieron conseguir un sótano donde iban a ensayar, les regalaron un piano y necesitaron alrededor de $1,200 más para entregárselos a los delegados de la unión de músicos ya que no podían tocar en bailes si no habían residido seis meses en New York y un año para conseguir un trabajo permanente.

 

    Su primer trabajo fue como a los 2 meses de haber llegado, un 15 de octubre de 1945 en el  Grand Plaza en el Bronx alternando con las orquestas de Marcelino Guerra y Doroteo Santiago, había transmisión directa en la radio. Antes de salir de Puerto Rico ellos estaban cobrando a $65 por baile, pero Federico les dijo: - no, espera que te liquiden y así fue. Les pagaron $600 y después en otros bailes lograron recoger un total de más de $1,000. Johnny habló con Pagani ya que le querían empezar a pagar al español los $3,000, pero el Gallego les dijo que no se preocuparan que enviaran dinero a sus familias en la Isla y que dejaran algo para los gastos. Al Gallego lo que le gustaba era que la gente supiera que el era el “manager” del grupo. Así estuvieron unos meses más hasta que el tío de Rafael Cortijo los contrató para tocar en Puerto Rico.

 

   Cuando llegaron, el grupo estaba más afincado, con mejor organización y vestimenta. El cantante era “Pompo” (Pompilio Rodríguez, quien aún vive) y el pianista Luis Morales que le decían el Gato, éste fue reemplazado por Carlos Suárez; estuvieron en El Guadalquivir, El Escambrón Beach Club y en El Condado.

 

    Regresaron a tocar al Teatro Hispano en NY administrado por Pagani. Un día, en una presentación del grupo, Johnny anunció una canción de Arsenio Rodríguez y al terminar de tocarla, Marcelino Guerra apareció y le dijo: -esa canción es mía y no de Arsenio- , solicitó una guitarra y la interpretó con el grupo. Al finalizar, Guerra le dijo: Johnny, voy a hablar con Gabriel Oller de SMC (Spanish Music Corporation) para grabar unos números míos y quiero que el grupo tuyo me acompañe.

 

 

Johnny Segui, Director del grupo Los Dandies del 42, La hermosa bailarina dominicana Togolele y

el cantante colombiano Nelson Pinedo en NYC.

 

 

    Marcelino tenía una guajira sin terminar, le faltaba una estrofa y quería grabarla pero tenía que registrarla con otra compañía, debido a algunos problemas con su  casa publicadora de música así que la registró con el nombre de su esposa, Merceditas Valdés. Es la legendaria guajira “Me voy pa’l pueblo”. Esa primera grabación tenía a Marcelino en guitarra y primera voz y a Pompo haciendo primo en los coros con Marcelino de segunda, Johnny en el tres y Gilberto Valdés en piano.

 

    Eladio Peguero “Yayo el Indio”, nacido en Juana Díaz,  entró cuando Johnny estaba en el Caborrojeño y había cantado con la orquesta de Juanito Sanabria. Su estadía con Los Dandies fue de alrededor de tres años y fue reemplazado por Wilfredo Figueroa, quien además de ser un buen cantante tenía un atractivo especial para las damas que asistían al Caborrojeño.

 

      Willie Rosario, conocido como “Mr. Afinque”, uno de los directores de orquesta de salsa más conocidos y respetados, empezó su carrera con Los Dandies. Fue recomendado por el cantante mayagüezano Manuel Seda  y cuando Johnny decidió abandonar el Caborrojeño para venir a Puerto Rico, Willie se quedó con parte de los músicos y formó su propio grupo, y el resto es historia.

 

        Aunque Johnny no llegó a grabar mucho en los sellos grandes de la época como la Victor, Decca o Columbia, podemos decir que grabó para sellos de origen hispano: Seeco, Ansonia, Verne y otros en discos de 78 RPM’s.  El único LP lo grabó en Ansonia, éste fue solo de cha-cha-chas, una música que no era la especialidad del grupo ni Johnny estaba inclinado a ese género pero era una forma de darse a conocer. Entre los cantantes del coro de ese LP estaban Wilfredo Figueroa, Yayo (que no era ya parte del grupo regular), Pellín Rodríguez y Pompo. Mario Román al piano hizo los arreglos.

 

        Como dato curioso, vale la pena anotar que para la Ansonia acompañó a Daniel Santos en unas grabaciones que al salir al mercado decían: Daniel Santos y su Conjunto de Sociedad en vez de Johnny Seguí y Los Dandies del 42. Lo mismo le pasó con unas grabaciones que hizo con Alfredito Valdés cantando con Marcelino Guerra que aparecieron como El Conjunto de las Estrellas que interpretaron varios números entre ellos “Buscando el alfiler”.

 

        Cuando el grupo estaba más afincado tenían a Mongo Santamaría, Willie Bobo, Yayo El Indio, Papi Pagani (el hijo de Federico) en timbales, un par de trompetistas norteamericanos y Jonny recuerda que una vez les tocó  alternar con Tito Rodríguez y sus Lobos del Mambo. Cuando Tito entró al club para buscar los volantes de la fiesta para repartirlos en la calle se topó con el grupo de Johnny que estaba ensayando y enseguida fue donde Federico Pagani que era el administrador del sitio para pedir que lo cambiaran ya que su grupo estaría en desventaja con esos titanes de “Los Dandies del 42”.

 

 

    Mongo había llegado a New York a fines de los 40’s, tocando Bongó junto con Armando Peraza en tumbadora para acompañar a la pareja de bailarines Lilón y Pablito, (pareja romántica en vida real). En un arranque de celos Pablito asesinó a Lilón y luego se suicidó, (Beny Moré los inmortalizó en el bolero son “Los rumberos de ayer”). Peraza se mudó para California y Mongo se quedó en New York pero no pudo conseguir trabajo por los consabidos requerimientos de la Unión, pero Johnny que ya tenía experiencia en estos asuntos, le solucionó el problema. Dice Johnny que Mongo siempre recuerda esos momentos y que en una ocasión los contó para la revista Downbeat. Mongo dejó a Johnny para irse con Pérez Prado en una gira por el sur de Estados Unidos, pero hubo un accidente y Pérez Prado lo abandonó en un pequeño pueblo del sur con una pierna fracturada, que la hubiera perdido si no hubiera sido por los cuidados de una enfermera de raza negra que lo cuidó como un hijo en ese estado racista.

 

       Al regresar Mongo, Johnny se lo recomendó a Tito Rodríguez, pero a éste no le gustaba la forma como interpretaba los cueros, así que éste se fue con Puente y ahí comenzó la leyenda de Mongo.

 

    Willie Bobo, era un chamaquito que se paraba detrás del escenario con su tumbadora a tocarla mientras la Orquesta de Machito estaba tocando en el Teatro Hispano. Mario Bauzá se quejó con Pagani pero lo dejaron y eventualmente se incorporó a Los Dandies y de ahí se fue con Puente donde comenzó su carrera meteórica.

 

 

El famoso timbalero Willie Bobo. Foto de ©Martín Cohen.

 

 

      Basado en lo anterior, podemos decir que muchos músicos de fama se graduaron de esa  Universidad de Johnny Seguí y Los Dandies del 42”. Willie Rosario, Mongo Santamaría, Willie Bobo, Papi Pagani, Wilfredo Figueroa.

 

       Al comienzo los músicos de Los Dandies tocaban de oído; Johnny recuerda que la primera vez que les tocó ir a la unión para demostrar sus conocimientos les pusieron atriles y Federico Pagani le dijo al delegado: olvídate de eso que ellos tocan de oído. Con Mario Bauza tuvo una experiencia similar cuando éste un día se paró detrás de los músicos de Los Dandies para ver los arreglos y notó que eran unos papeles con unos garabatos que él no entendía y cuando le preguntó a Johnny éste le contestó que no leían música  y esas eran unas notas que cada cual se había inventado como guía y Mario le dijo: - ¡pero suenan muy bien!

 

       Johnny, eventualmente aprendió lo rudimentario de armonía  en la Escuela Libre de Música de San Juan y cambió su tres por un bajo que aprendió a tocar con Mandy Vizoso quien era integrante de la orquesta de Tito Puente y que en un momento dado había estado con Johnny en el grupo. Su primer actuación en vivo tocando el bajo fue una tortura ya que los dedos se le pusieron en carne viva y por no seguir los consejos de Vizoso su tortura fue mayor ya que se puso unos esparadrapos y éstos por la humedad, no se pegaron bien y agravaron su condición.

 

        Johnny se quedó en Puerto Rico finalmente, donde todavía tiene su grupo a los 80 años, con una vitalidad enorme; su grupo toca en algunas fiestas y actividades con innumerables arreglos de la época en que los Titos y Bauzá se los daban para que él los copiara a mano ya que Johnny, además de su talento musical, se desempeñó como un gran artista gráfico.

 

 

Nando Díaz, maracas y canto (cantó y grabó con el Conjunto Caravana de Luis "Lija" Ortiz (quien acompaño a Panchito Riset));

Johnny Segui bajo y también tresista que dirigió el grupo "Los Dandys" en NY y Puerto Rico e

 Israel Berrios cantante, guitarrista que estuvo en NY por 15 años con Arsenio Rodriguez. Enero de 2003 en casa de Jaime Jaramillo

 

 

 

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Edición de Noviembre de 2004