LA CLAVE: LAS RAÍCES AFRICANAS DE LA SALSA
Por: Dr. Christopher Washburne Columbia University Published in Kalinda!: Newsletter for the Center for Black Music Research. Fall issue (1995). Versión al español de Néstor Emiro Gómez Miembro Fundador de Herencia Latina
En muchas discusiones musicales, estilos de músicas encontrados en las Américas y el Caribe, algunas veces se referencian como procedentes de África. La Salsa no es la excepción y la siguiente discusión explora lo que particularmente es africano en esta música: LA CLAVE, un concepto ritmático encontrado en una variedad de estilos de América latina. Similaridades entre el sonido y la función de los patrones de la campana africana proveen evidencias hacia una teoría de los orígenes de la clave y una conexión evolucionada entre la música africana y la Salsa. Salsa es un estilo musical latino que incorpora una variedad de influencias. Originándose en Cuba y Puerto Rico y surgiendo del ambiente musical de la ciudad de Nueva York en los 1950s, ha encontrado gran popularidad en todas las Americas, las otras islas del caribe y también en Europa y el Japón. La Salsa tiene sus raíces en la música popular y folclórica cubana y cualificada por las texturas del jazz. El nombre salsa, literalmente significa “salsa”; se ha usado desde los finales de los 1960s, fue popularizado por la compañía disquera de Nueva York Fania, como un sello de “enganche” mercantil. A veces se piensa que la Salsa es el equivalente de la esencia latina, como la palabra “soul” ha sido una descripción para la esencia de los negros americanos (Barón 1977; 217). En español, clave significa literalmente llave, signo musical, código o piedra angular. Fernando Ortiz cree que se deriva de “clavija” que significa estaca de madera, reflejando la apariencia del instrumento con que se toca el ritmo de la clave, llamado claves. (Ortiz 1935, 9). Claves son dos palitos de madera que se golpean juntos para producir un sonido agudo alto. Si no está presente un tocador de clave en una banda de Salsa, el timbalero agregará a la base de sostén de la campana, algunas veces, una caja de plástico duro, ahuecada, cerrada en uno de sus extremos y abierta en el otro, la cual golpea con su baqueta produciendo el sonido de la clave. En terminología de la música latina, la palabra clave se refiere no solamente a estos instrumentos sino también a los patrones rítmicos específicos que tocan y las reglas subyacentes que gobiernan estos patrones. Acerca de estas reglas Steve Cornelius eligió la analogía de una “piedra angular en forma de cuña colocada en lo alto de un arco que bloquea todas las otras piedras del lugar” para describir la función de la clave en relación con todas las otras partes de la música. (Cornelius, 1991, 15) todos los componentes musicales y bailables en la ejecución de la Salsa están gobernados por el ritmo de la clave. En alguna forma deben corresponder en todos los tiempos al patrón rítmico de la clave. El patrón de la clave está en dos medidas de extensión o duración en la que cada una de las medidas es diametralmente opuesta a la otra. Las dos medidas no están en desacuerdo, sino por el contrario, son opuestos balanceados como positivo y negativo, expansivo y contractivo o los polos de un imán. Como el patrón completo se repite, una alteración de una de las polaridades hace que en la otra también se produzca, creando pulsos y dinámica rítmica. Si el patrón fuera súbitamente invertido, el momento dentro del ritmo sería destruido… (Corneius, 1991, 15-6). La clave encontrada en la Salsa, también conocida como clave de son, está anotada en el ejemplo 4. La forma como comienza una canción determina cual medida de la clave se tocará primero. El fraseo de la melodía es el factor de determinación (por ejemplo, donde ocurren los ritmos acentuados de la melodía). Esto se refiere a como cualquiera de las dos 3-2 ó 2-3, significando alguna de las dos medidas, se toca primero con los tres golpes, siguiendo con la medida de los dos golpes o, los dos golpes se tocan primero seguidos de la medida de los tres golpes. De acuerdo con la tradición, una canción una vez que comienza no cambia su orden de la medida. Por ejemplo, nunca podría haber una secuencia de clave 3-2-2-3. Una vez la canción ha comenzado, ella funciona en forma similar al patrón continuo de la campana encontrado en la tradición musical del oeste africano para proveer una fórmula rítmica, la cual sirve como su fundamento. Como lo afirma Roberta Singer: “La clave es un time line (patrón rítmico del tiempo) ritmático que… funciona como un principio de organización ritmática para el conjunto completo”. (Singer, 1982.168) El ritmo puede tocarse abiertamente o ser implícito. Los músicos competentes en la Salsa deben desarrollar un “sentido de la clave” similar a lo que Richard Waterman califica como “sentido del metrónomo”, donde un pulso subjetivo es sentido por los participantes, el que puede no escucharse abiertamente, y funciona como un principio de ordenación. (Waterman,1952) El concepto de la clave llega mucho más allá del contexto musical, como lo demuestra el siguiente fragmento del titular encontrado en el interior de la portada de la primera edición de la revista Nueva York’s clave (La clave de Nueva York), durante los 1970s: “Clave…para nosotros la palabra va más allá de explicaciones y definiciones. Significa vida, salsa, el alimento de nuestro tiempo libre, el movimiento intenso del ritmo, la emoción de 20.000 personas explorando los sonidos de la vida. Es estar en el golpe, en la llave,… en la clave. Significa estar por encima de todas las cosas, estar tocando en lo correcto…” Clave es Historia, es cultura. Los tambores africanos de tan lejanos lugares como Nigeria, Dahomey y Ghana se casaron con la guitarra española para traernos la clave. Las semillas fueron plantadas en el Caribe y ahora su nieto es la Salsa. Esta declaración, efectivamente, ilustra el amplio rango del concepto de la clave y algunos de sus descriptivos usos. Pero lo más importante es que reafirma las raíces africanas del ritmo. La siguiente teoría evolutiva acerca de los orígenes de la clave, la que puede explicar porque África y su herencia natural se mencionan en la publicación de La Clave, se basa en tres presunciones. Primero: cuando los 70,000 esclavos africanos arribaron a Cuba durante los 1770s, ellos no olvidaron los patrones de campana de la música tradicional de su pasado, sino que, por el contrario, los incorporaron dentro de la música hecha en sus nuevos ambientes. Segundo: este particular patrón de campana-sartén del oeste africano (ejemplo 1) o alguna cosa similar existía durante los años 1700s. Esta presunción se basa en el predomino de los patrones de hoy, entre muchos pueblos africanos diferentes que cubren un área extensiva. Tercero: como nuevas prácticas surgidas de la combinación de varios pueblos africanos en el nuevo mundo, nuevos estilos de ejecución se suscitaron... Como lo sugiere la cita de arriba, la ejecución de la clave es una tradición de vida y respiro formada por la ejecución de prácticas individuales. Cada músico contribuye a la proliferación y evolución de la tradición por sus propias variaciones sutiles de sentir y matiz. Con el tiempo, una peculiaridad sutil o sentir puede llegar a ser el estándar que reemplaza una práctica más vieja.
La Rumba es un estilo de música cuyo origen proviene de los esclavos africanos y de sus descendientes que viven en Cuba. Algunos de los más antiguos estilos de Rumba cubana grabados, tales como la Rumba Columbia procedente de pequeñas poblaciones del interior de la isla, son ejecutadas con un 12/8 fell, similar a las músicas donde el patrón de campana del ejemplo 1 se ejecuta. Sin embargo, en la rumba columbia el patrón de campana o clave es ligeramente diferente al que está anotado en este ejemplo. En lugar de constar de siete golpes, dos de ellos se omiten mientras que los otros permanecen intactos (ejemplo 2). En algunos estilos musicales haitianos, los mismos dos golpes son omitidos, pero el patrón se comienza en el tercer golpe en su lugar. La razón para esta omisión puede que nunca sea conocida ya que ocurrió antes de que la tecnología de las grabaciones estuviera disponible. Puede haber comenzado con una variación individual, o fue el resultado de fusionar dos o más estilos africanos. Otro estilo posterior a la Rumba surgió de las áreas urbanas en un quasi-4/4 fell en lugar de 12/8, llamado Guaguancó. La duple meter fell puede haber sido el resultado de la influencia de bandas en marcha y otros estilos españoles algunas veces escuchado en ciudades más grandes durante los 1700s. La clave usada en el Guaguancó parece ser una adaptación del ritmo de clave encontrado en la Rumba Columbia para acomodarse a la nueva métrica feel(ejem 3). Esto es lo que más, a veces, se refiere como clave de Rumba.
El siguiente paso de la evolución vino de una simplificación de estilos. La clave de Son, usada en la Salsa, desplaza el golpe final de la parte 3 de la clave de Rumba por una nota de octava (ejemplo 4). Esto, en consecuencia, como todas las otras adaptaciones, cambiaron las partes musicales. El nombre “clave de Son” fue acuñado a causa de su uso en el Son, un estilo musical de influencia española originado en las áreas rurales de Cuba en los comienzos de los 1900s. El ritmo de el Son tiende a ser mucho menos complejo, menos sincopado y polirítmico que los estilos de la Rumba requiriendo la modificación de el ritmo de clave. Otro factor que condujo a esta simplificación fue el crecimiento de la popularidad de la música latina en otros países diferentes de Cuba. Los bailadores extranjeros no estaban siempre habilitados para asimilar los estilos de baile complejos de la Rumba, por lo tanto, los cambios se hicieron para acomodar a la nueva audiencia. La tradición de la Rumba ha sido continuamente una influencia estilística en la música Salsa y en la ejecución, pero el predominio de esta nueva expansión del mercado requería de cambios. El resultado fue la preferencia de la clave de Son sobre la clave de Rumba para facilitar el aprendizaje de los nuevos estilos de baile. Esta teoría puede ser comprobada con cualquier recién llegado a la música latina. La clave de Son será, inevitablemente más fácil de palmotear que la clave de Rumba. La clave de son creció con prominencia durante la locura del baile de mambo de los 1950s en los Estados Unidos y Puerto Rico y ha permanecido en uso en las ejecuciones de la Salsa de hoy. Ocasionalmente, arreglos de Salsa tendrán secciones cortas de Rumba, o interludios, pero, invariablemente, resumirá la clave de Son para el cuerpo del arreglo. Estilos comunes de tamboreo en Ghana también sugieren que un proceso similar de adaptación ritmática ha ocurrido. Patrones parecidos a las claves de Rumba y de Son en ambas, tanto en construcciones ritmáticas como en funciones, han sido ocasionalmente encontrados. Por ejemplo, en el libro de David Locke Drum Gahu, hay una descripción de un patrón “gankogui” (ejemplo 5) que “establece el ritmo total de Gahu” y cuando se está tocando esta música, uno debería “siempre tratar de establecer su sentido de precisión del tiempo y la rutina por concentración en esta frase sonada” (Locke, 1987; 16-19). Así es precisamente como los músicos de Salsa usan el ritmo de la clave. Nótese que el gankogui tiene cinco golpes y solamente difiere por un golpe de la clave de Son. Cuanto tiempo este estilo de música ha sido ejecutado en Ghana, no está claro. Este patrón puede haber estado existiendo ya, durante la era del comercio de esclavos.
La búsqueda por africanismos en la música de las Americas ha sido un acercamiento que los estudiosos han llevado a cabo a través de los últimos cincuenta años para entender las raíces de la música negra. Es una búsqueda que se trabaja con dificultades por el grado de generalización y especulación exigida debido a la carencia de documentación objetiva en escritos o formas grabadas. El proceso de aculturación proporciona un complejo de temas que son demasiado extensos para tratar en esta corta discusión. Sin embargo, las similaridades del ritmo de clave y su función a los patrones de la campana africana es digna de anotar y puede demostrar los orígenes del concepto de la clave como se encuentra hoy en la Salsa. Durante esta constante evolución y proceso de cambio, parece estar ocurriendo un proceso de simplificación, si omitir golpes del patrón de la campana africana de cacerola puede ser identificado como simplificación, como estilos menos rítmicamente complejos que son fusionados y surgen con las raíces africanas. Esto no es decir que nuevos tipos de complejidades no están formadas con estilos más nuevos, sino simplemente que el cambio en la música está en constante movimiento. Esta posibilidad evolutiva se presenta arriba con la esperanza de estimular futuras investigaciones. Nota: El artículo se tomó de: http://www.chriswashburne.com/
Herencia Latina
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