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Tomado de
la
Revista Transcultural de Música
Transcultural Music Review
http://www.sibetrans.com/trans/trans11/art05.htm
#11
(2007) ISSN:1697-0101
Interior de la Mente de un Maestro del
Tambor: Una Teoría Cuantitativa de las estructuras en la Música
Africana.
University of Ghana
Traducción
de Néstor Emiro Gómez
Ramos
Miembro Fundador de Herencia
Latina
Resumen
Uno de los elementos más definitorios de la música africana y que ha
llamado la atención tanto de teóricos como de compositores y musicólogos
es su dimensión rítmica. En este sentido, el musicólogo con frecuencia
se ha tenido que enfrentar a la difícil tarea de la trascripción de los
complejos patrones rítmicos africanos. En el siguiente artículo, Willie
Anku plantea ciertas problemáticas derivadas de la trascripción musical,
a la vez que nos propone un modelo analítico que pretende resolver estos
problemas. Para Anku, la trascripción requiere no solamente de unas
habilidades musicales desarrolladas para poder plasmar en el papel lo
que se escucha, sino que se hace necesario también un conocimiento
profundo de la música que se está transcribiendo. La trascripción, así
pues, debe tener en cuenta el “nivel ideal” de la música, el cual se
encuentra en la memoria colectiva de la cultura en la que se genera.
Este “nivel ideal” condiciona la manera en que una determinada cultura
percibe aquello que suena, definiendo de esta manera lo que Anku
denomina “ethnic percepción”. De este modo, Anku nos presenta una
propuesta analítica que permitiría externalizar las dos propiedades del
ritmo: la física u objetiva y la psicológica o cultural.
En su
tesis, “Alegoría de la cueva” en forma y representación, Platón
distingue entre dos —niveles de la realidad— uno que es muy volátil e
imperfecto y el otro, un idealismo que se entiende por vía del
intelecto. Este concepto filosófico coloca, en pocas palabras, el
problema que cualquier interesado en el estudio erudito y entendimiento
de estructuras en la música africana debe confrontar. Por ello se
reconoce ahora, generalmente, que los principios organizativos de los
tambores africanos, por ejemplo, encierran un único cuerpo composicional
de alta concepción intelectual. Para captar el nivel de realidad del
cuerpo en su manifestación interpretativa, uno necesita transcripciones
objetivas y confiables, un proceso que transforme una disposición
intuitiva, aparentemente irracional y volátil de los tambores de baile
africanos, cultivados y practicados por tradición oral, en información
cuantificable para el análisis teórico.
Los dos niveles de realidad
de Platón, también son relevantes para entender el rol de la tradición
oral en este proceso. Para la filosofía africana es una predisposición
hacia dualidades conceptuales y la visión del mundo del idealismo. El
mundo espiritual es constantemente una parte de la vida.
Un bailador
enmascarado lleva la imagen de un ser espiritual en una mascarada,
mientras un curandero tradicional realiza una jornada espiritual en el
campo del conocimiento, perfección y verdad que están escondidas para
otros. El idealismo, de esta manera, constituye un espacio
cultural-mental, un nivel de entendimiento crítico e intelectual, que
cae profundo en la memoria colectiva de un pueblo, y que es preservado
por vía del intelecto de aquellos recordados como guardianes de la
tradición, tales como talladores, tejedores, cantantes rezanderos,
curanderos tradicionales, sacerdotisas y sacerdotes, incluyendo músicos
maestros que proveen liderazgo musical para la comunidad. Por lo tanto,
lo que es manejado por la tradición oral —el estado de la realidad—
constituye un campo virtual donde la esencia de la cultura musical del
pueblo manifestada, por ejemplo, en su tradición de los tambores es
almacenada.
Aunque las comunidades
comparten una memoria colectiva de sus tradiciones musicales, los
niveles de memoria individual pueden diferir. Ellos son críticos en el
nivel de músicos maestros y general para la comunidad libre. Mientras
todos los africanos tienen una habilidad innata para cantar, bailar y
tocar tambor, en las comunidades, individuos de familias particulares
son reconocidos como músicos maestros y guardianes de tradiciones
particulares además de habilidades artísticas. Una actuación
comunitaria, por consiguiente, emerge de un principio de participación
social con una alta incidencia de interacción comunal y social.
Interponiendo un amplio grado de tolerancia en este proceso de
actuación comunal, finalmente compensa para las disparidades obvias, la
cual puede comprometer manifestaciones del ideal.
En razón de que la música
acoge diversos niveles de musicalidad se debería entender como tal en el
proceso del estudio de grabación, para los propósitos de trascripción,
análisis y, finalmente, formulación de una teoría. Una trascripción
confiable, por lo tanto, debería tener completo conocimiento del estado
de la realidad en el nivel apropiado de búsqueda, y no debería ser
dependiente solamente del entendimiento del estudioso de las
manifestaciones de la interpretación grabada. Para una actuación
comunitaria es, simplemente, una representación del ideal o estado de la
realidad almacenada en la memoria colectiva y manifestada en el nivel de
la “experiencia sensorial”.
Notación
Es de conocimiento común que
las transcripciones de la música africana se perciben como
problemáticas. Esto es debido, principalmente, a que la noción popular
del uso de notación “común” (convención occidental) en su representación
es, en gran parte, deficiente y no confiable. Esta visión ha conducido a
esfuerzos por encontrar métodos alternativos de transcribir[1]
la música africana tradicional, lo que obviamente, no se
ha conseguido con el trabajo que se ha intentado. Todavía aquellos
quienes abrazan la notación convencional “occidental” no han
desarrollado ningún marco conceptual explicito, ni han dedicado atención
teórica para la clarificación del sistema en aplicación a la música
africana.
El crecimiento del
escepticismo acerca del uso de la notación occidental parece asumir que
la volátil e ilógica que se percibe, o la naturaleza irracional de la
organización de la música tradicional africana, no se presta a la clase
de sistema lógico que “estructura y anima” el sistema de notación común
y, por lo tanto, su aplicación debe ser abordada con cautela. Es
lamentable que la pasión por ver diferencia entre las culturas del mundo
haya así, realmente, caracterizado la erudición intercultural como para
crear una división entre el Oeste y las otras culturas del mundo. Existe
una historia africana acerca de tres hombres ciegos que entraron en
contacto con un elefante. Uno tocó la trompa, otro la pierna y el
tercero la parte ancha del cuerpo. En la descripción del elefante, uno
dijo que era largo como una serpiente. El otro dijo que era algo
parecido al tronco de un árbol. El tercero dijo que era una superficie
plana como una pared. Debemos comenzar por vernos a nosotros mismos como
parte de una completa indivisibilidad y que nuestras similaridades pesan
más que nuestras diferencias. Tal pasión por ver diferencias, falla en
conocer ciertos elementos humanos fundamentales que nos unen. Si bien la
notación ha sido creada en Oeste medieval para satisfacer ciertas
necesidades especiales, estas necesidades pueden también aplicarse a
otras culturas hoy en un mismo sentido básico.
Grabando una interpretación
de un nocturno de Chopín, con sus vueltas y giros de expresión
temporal y procurando presentar una trascripción fielmente de la
actuación grabada, sin un previo entendimiento de los mecanismos de la
dinámica de ese estilo musical, sería absolutamente absurdo. La
partitura original, de la cual la actuación se produce, representaría el
idealismo composicional del intento del compositor, mientras la
grabación de la interpretación de la actuación simbolizaría una
representación de ese idealismo. Igualmente, en el contexto africano, la
actuación comunal de la colectividad, colocando un amplio grado de
tolerancia, simboliza una representación del idealismo acoplado en el
intelecto de músicos maestros en un nivel crítico.
La trascripción requiere de
la integración de una cantidad considerable de experiencias con la
música (Nketia 1985). Reconocer la percepción étnica colectiva es
un paso importante hacia la realización de una trascripción
confiable. Intercambiar esta posición por especulación o inferencia
destruye el compuesto étnico e identidad. Finalmente, el tactus
y, por esa materia, la métrica, es el elemento más importante sin el
cual el transcriptor no puede liberar enrejados del proceso de
transferencia del intuitivo al cuantitativo. Conocer, precisamente,
donde caen los golpes y que relaciones ritmáticas especificas están
establecidas dentro de cada “área de golpe” es preeminente en esta
decisión. Tamboreros africanos tienen nociones precisas de los detalles
más minuciosos del ritmo que tocan y, desde luego, las combinaciones
prescritas de ello. El campo de investigadores necesita estar conciente
del hecho de que estos músicos cultivan un infalible sentido de
tolerancia para otros que pueden estar rítmicamente deficientes —un
importante componente filosófico de hacer música comunal.
Un tamborero kundum
de la tradición Ahanta de Ghana, puede completa y fácilmente
acomodar el siguiente ritmo (a), en lugar del ritmo (b) en las manos de
un novicio o alguien que no está totalmente dotado con un sentido del
ritmo.
La diferencia entre a.
y b. es solamente una trigésima segunda nota, claramente
perceptible para el músico maestro africano.
El Fundamento Teórico y los
Principios de la Organización Estructural
Es importante investigar el
problema de la sintaxis y etnicidad rítmica como base para
formular un fundamento teórico para el análisis. Pero primero, por el
bien de aquellos que no están bien informados de los procedimientos
generales de los tambores de baile africanos, las siguientes son cuatro
declaraciones descriptivas sobre la organización estructural.
1.
Los tambores africanos son un
microcosmos de la vida comunitaria de la colectividad en África.
Aunque hay algunas contribuciones hechas por creadores individuales de
música, son más las expresiones que se dan por experiencias colectivas
en actividades musicales con tendencia hacia un grado extenso de
participación comunitaria. Sea por interpretación individual o
compartida como experiencia colectiva, la música es, sin embargo,
rígidamente controlada por un ritmo recurrente algunas veces
asociado con la función del patrón de Campana, típico de
los tambores del Oeste africano. Este concepto estructural de control,
sin embargo, no siempre es exteriorizado junto con la música. Prevalece
mentalmente y controla su percepción estructural como, por ejemplo, en
el caso de un intérprete solista tocando un xilófono o Mbira/Kalimba-piano
de dedo.
2.
Este concepto de
Línea
temporal (Time line) del ritmo de campana tiene un significado de
Ciclo de tiempo porque la música africana se percibe esencialmente
como un concepto circular más que lineal. Episodios de interpretación
(los cuales pueden incluir múltiples instrumentos, un cuerpo de
canciones y bailes) son todos organizados alrededor de esta matriz
estructural, haciendo posible que los intérpretes puedan entrar y salir
de la ejecución sin mucha inhibición. Hay, sin embargo, señales
prescritas claramente para cada suceso.
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3.
Los episodios están
unificados por una recurrencia común bajo la corriente de un golpe
regulativo (Nketia 1974) por ciclo, el cual se divide por cuatro
golpes equidistantes. El golpe regulativo con sus divisiones de
golpes equidistantes no debería ser malinterpretado como un concepto
métrico de 4/4. En lugar de eso, es una definición estructural del lapso
del ciclo de tiempo. Sin embargo, un metro sencillo controla todas las
partes compuestas de la interpretación.
4.
El conjunto de tambores
consta de dos conceptos básicos —el “Ostinato” de fondo de
un lado y el concepto de Tambor Maestro del otro. Visualiza el
“ostinato” de fondo como conformado por ritmos circulares concéntricos,
cada uno con su propia orientación hacia el golpe de regulación del
círculo del tiempo y de esta manera mostrando la entrada alternativa que
relaciona la bifurcación del golpe regulativo.
Contra este constante marco
estructural de "ostinato"
de fondo, el tambor maestro “proyecta” una sucesión de fascinantes
manipulaciones rítmicas lógicamente ordenadas, las cuales están
simultanéate mente reguladas por el principio del tiempo común del
ciclo de tiempo Una representación visual muestra una
súper-estructura de entrecruzamiento complejo del concepto circular
fundamental.
Linealmente, el concepto de
“ostinato” representa ritmos de igual periodo estructural
arreglados en varias relaciones integradas confluyendo en un solo golpe
central —
el
golpe regulativo.
El
ostinato, por consiguiente, equivale a un concepto de enlazamiento de
esta idea fundamental
Mientras el
"ostinato"
se compone de múltiples instrumentos, el concepto de tambor maestro
tiene la misma idea de varios ritmos prescritos relacionados con el
golpe regulativo, pero interpretados por un instrumento – el tambor
maestro. Este procedimiento manipula las células estructurales en
distribución lógica con la misma referencia estructural del
"ostinato".
¿Cuáles
son entonces las propiedades estructurales de estas células ritmáticas?
El conjunto, propiedades fijadas y tipos establecidos.
El periodo
estructural constituye un ciclo de tiempo.
El ciclo de tiempo
finalmente define un conjunto. El periodo del conjunto es, por lo
tanto, un módulo estructural del cual la interpretación completa
proviene. Volveremos otra vez a esta afirmación en una discusión más
adelante. Las siguientes son las propiedades fijadas y correré con el
riesgo de reiterar estas propiedades, incluso, pagando el costo de sobre
elaboración.
|
• El conjunto
constituye un ciclo
• El ciclo está
definido por una ocurrencia de un golpe regulativo percibido
culturalmente
• El periodo del
golpe regulativo está dividido en cuatro golpes equidistantes
• Los cuatro
golpes están polarizados en dos mitades simétricas de dos golpes
cada una |
|
Estas propiedades
caracterizan coherencia con el conjunto de ritmos, fácilmente
reconocible, del periodo del patrón de campana. Realmente todos los
patrones ritmáticos de la composición del conjunto están concebidos
dentro de este periodo fijado o manipulaciones de este concepto
establecido.
Hay tres tipos de
conjuntos identificables observados en la música africana. Estas
categorías establecidas se basan en una división sicológica de los
cuatro golpes equidistantes dentro de un enrejado matemático de
cualquiera de los dos, dupla, triple o una combinación de ellas.
Este concepto de
enrejado podría ser semejante a las ideas del Ars Nova de la 13th
centuria de tempus perfectum, tempus imperfectum y sus
combinaciones. Los conjuntos constan de enrejados compuestos de 24
puntos de tiempo (basado en la referente nota decimosexta en el caso del
conjunto de 12) y 32 punto de tiempo (basado en la referente nota
trigésimo segunda en el caso del conjunto de 16).
Son
también evidentes particularmente en referencia a la música del tipo de
conjunto cruzado...
Cada tipo de
música consta de un tipo de enrejado particular.
Los
músicos africanos caen naturalmente dentro del enrejado métrico
apropiado para cada interpretación.
Imaginemos un
pequeño grupo de expertos tamboreros africanos de varias extracciones
étnicas comprometidos en una interpretación, juntos por primera vez –
una situación que se podría describir en término jazzisticos como una
“jam session”. La
gran imagen, o la suma total de la presentación suenan grande para
cualquier estándar africano. Sin embargo, la música ejecutada no puede
ser reconocible o identificable para alguna tradición étnica particular.
Primeramente, porque la colección de instrumentos usados por los
intérpretes es de varias tradiciones, lo cual puede resultar en un
ambiente sonoro no familiar. Segundo, los ritmos individuales
constituyentes que contribuyen a la imagen del gran sonido no están
predeterminados ni tampoco son de alguna de las extracciones étnicas.
Por consiguiente la distintiva “africanidad” de la música ni esta basada
en fuentes de sonido particular, ni en ritmos individuales peculiares
constituyendo la suma total.
Como un músico de
blues
que entra a un club a unirse a una presentación sin conocer la canción,
el elemento clave que mantiene a los tambores africanos unidos dentro de
su carácter distintivo, en este escenario particular de improvisación,
es el conocimiento de los poblados estructurales en la organización del
conjunto por un lado y la categoría del enrejado por la otra, compartido
por los ejecutantes. Hablando francamente, los arquetipos enrejados
constituyen tres amplias “canciones”. En un marco no étnico, cualquier
combinación de ritmos es admisible en una interpretación del mismo
arquetipo enrejado. En este nivel, no hay respuestas erróneas. El factor
étnico, o una desviación de él, es el elemento esencial en determinar lo
que constituye una improvisación.
|
• El conjunto enrejado
de12 representa un ciclo de cuatro golpes consistentes de tres
(referente de nota octava) puntos de tiempo por golpe(como
en dos medidas de una métrica de 6/8).
• El conjunto enrejado de
16 representa un ciclo de cuatro golpes consistente de cuatro
(referente de nota decimosexta) puntos de tiempo por golpe(como
en dos medidas de una métrica de 2/4).
• El
conjunto cruzado representa un ciclo de cuatro golpes con
"duplets"
en el caso de 6/8;
y
"triplets"
en el caso de 2/4
|
|
El efecto de
cruce no esta necesariamente incorporado en yuxtaposición con el
enrejado primario. La mayoría de las veces a un instrumento del conjunto
se le asigna esta parte particular como en el siguiente ejemplo.
El ejemplo de
yuxtaposición a veces ocurre en los ritmos del tambor maestro mientras
todos los otros ritmos en el grupo permanecen en el conjunto primario.
El efecto es completamente alterado con una cantidad de tensión,
ansiedad y a veces asociado con estados de trance en la música del culto
a Yeve, Akom, Trovu, ya sus contrapartes, Santería
y Candombe en la diáspora.
Una dimensión
significativa particularmente corresponde con ciertas implicaciones
sociales de las tres categorías de enrejado. Hasta ahora, basado en las
tradiciones en las cuales la teoría ha sido aplicada, hay algún grado de
correspondencia entre el enrejado de 16 con la música recreacional, el
enrejado de 12 y la música ceremonial, y el enrejado cruzado con la
música ritual o de audacia.
La música en
composición dupla, de un carácter de 6/8, generalmente induce a
sentimientos de seriedad, algunas veces asociado con ceremonias, por
ejemplo, música funeral de Adowa.
Esto es, música
que es esencialmente duple de un carácter de 2/4 es generalmente
asociada con situaciones menos serias de contenido divertido.
Por ejemplo Gahu o Hi-life.
Gahu:
Hi-life
Ejemplos de
enrejados cruzados incluyen cazadores, guerreros ejecuciones musicales
–música que nos predispone a estar bravos y a invocar nuestra conciencia
espiritual. Estos utilizan cruce de elementos de los tipos de duple y
triple. Ejemplos incluyen: Kundum, Akom, Trovu, Adevu, Fontomfrom,
Agbadza, etc.
Deberíamos
distinguir entre conjuntos cruzados de un tipo primario de enrejado
16 y un tipo primario de enrejado 12.
Ejemplo de un
tipo primario de enrejado 12 de la parte del tambor maestro de
Agbadza
:
Sintaxis y Consideraciones
Psico-acústicas de los Ritmos del Conjunto:
El Ritmo Consta de Dos
Elementos Importantes
|
• Las propiedades físicas
– que se escuchan en un nivel superficial y
• Las propiedades
sicológicas – cómo tiene sentido lo que se escucha en el más
profundo nivel subjetivo.
|
|
Cuando escuchamos
un pasaje ritmático sin ninguna indicación de los golpes preconcebidos,
hay una tendencia natural a asumir una percepción auto-determinada
basada ya sea en nuestra memoria de una experiencia previa o por alguna
inclinación natural. Escuchar, por consiguiente, está condicionado
subjetivamente por nuestra elección de percepción. La elección, sin
embargo, no representa necesariamente la forma en que el ritmo ha sido
transmitido a nosotros resultando una disparidad entre la percepción del
transmisor y la del recipiente. Por ejemplo, el siguiente ritmo circular
tocado sin ninguna indicación del golpe de acompañamiento (ejemplo a)
podría ser percibido de dos o más formas (ejemplos b y c):
|
|
|
En un nivel
superficial, ambos ritmos son lo mismo considerando su concepción
circular. Los ejemplos b y c representarían entonces percepciones de
otras pocas posibilidades disponibles para el recipiente. Por ejemplo,
el intérprete/transmisor puede estar pensando en una percepción
completamente diferente...
… Una clase de
ilusión auditiva, comparable al estímulo visual del fenómeno de ilusión
perceptiva, usted puede estar ya familiarizado con él.
Escuchando el siguiente ritmo
desde una perspectiva de los Ewe del norte de Ghana levantaría a
la trascripción de abajo:
Un ritmo similar
entre los Fon de Benin o los Lukumi de Cuba tendría una
percepción completamente diferente.
Medida del Isomorfismo
Ritmático.
Basado en el
conjunto de propiedades del ritmo y las materias perceptivas de
etnicidad elucidados, uno de los mayores problemas enfrentados por
el analista es el problema de la comparación y la descripción en vista
del dilema ritmático del isomorfismo y el “homonimicismo”. Como un
ejemplo, emplearé uno de los más discutidos y propagados patrones de
campana en la música africana, el cual Anthony King describe como “El
Patrón Estándar Yoruba” para explicar mi modelo analítico. Este
patrón tiene intervalos de duración de 2212212.
Imaginemos que el patrón se toca repetidamente a una audiencia mezclada
de Anlo Ewe de Ghana, Yoruba de Nigeria and Bemba
de África Central. La transformación circular del patrón ascendería a
rotaciones isomórficas del patrón inicial 2212212. Esto es porque, aun
cuando el patrón puede sonar lo mismo, cada tradición puede escucharlo
desde un punto de comienzo diferente
El siguiente
problema es, cómo cada uno percibe el golpe regulativo y las
subsecuentes áreas de cuatro golpes del patrón.
En este punto podemos
concluir que los tres ritmos no son lo mismo, al menos desde el punto de
vista de la constitución étnica de la audiencia.
Para comparar los
tres conjuntos de patrones, aislemos los elementos que son comunes y
aquellos que no lo son en los tres ritmos.
1.
Los tres conjuntos de ritmos
pertenecen al mismo tipo de enrejado 12.
2.
Ellos también constan de
siete puntos de ataque cada uno.
3.
Desde que representan
rotaciones[2]
dentro del mismo conjunto inmodificado, será de ayuda
escoger un conjunto estándar arbitrario dentro de la rotación (la
primera forma) que serviría como punto de referencia.
Definiríamos primera forma como el patrón de rotación con, al
menos, arreglos interválicos en el comienzo del conjunto sin re-arreglar
el orden de los intervalos de tiempo (una forma no ordenada). La
primera forma de todas las seis rotaciones posibles del original
es por consiguiente 1221222.
4.
La primera forma <1221222>, y
sus rotaciones son las siguientes:
<2212221> Rotación 1
<2122212> Rotación 2
<1222122> Rotación 3
<2221221> Rotación 4
<2212212> Rotación 5
<2122122 >Rotación 6
El patrón Yoruba
<2212221> sería rotación 5(R5) del primero. El Bemba rotación 2
(R2) y Ewe rotación 1 (R1).
5.
Finalmente, describiríamos el
golpe regulativo en términos de la colocación de un punto del tiempo
particular con respecto al patrón original. Por consiguiente, la
percepción Ewe del golpe regulativo (marcado con una flecha hacia
abajo) es en el punto del tiempo 1 de la rotación 1 de la primera, por
lo tanto sería descrito como el punto 1 del tiempo regulativo —indicado
como RTP 1. El Yoruba es en RTP 11 de la rotación 5 mientras el
Bemba es en RTP 4 de la rotación 2 del primero.
El
paradigma esquemático está arreglado como sigue:
Tipo de conjunto
No de puntos de
ataque [forma primera] Rotación; punto del tiempo
regulativo
Por
ejemplo:
El esquema
provee una forma de mostrar claramente tanto las propiedades físicas
como las psicológicas de los tres conjuntos ilustrados. Aunque los
conjuntos parezcan ser isomorfos, el esquema hace evidente que sus
percepciones culturales en términos de sus rotaciones y ocurrencias del
golpe desde el punto de vista étnico.
El Análisis Estructural
La intención de
este segmento del documento es ofrecer un panorama del proceso
analítico, el cual oriente las consideraciones para la distribución y
manipulación lógica del intérprete, de los conjuntos dentro de la
trascripción suministrada.
El documento
provee tres formas de ver y tener sentido del seguimiento del análisis.
|
a.
Una
segmentación codificada en color de las orientaciones del conjunto
dentro de la trascripción.
Estos muestran
distribuciones del conjunto dentro de la trascripción por ella
misma. Hay orientaciones del conjunto intercaladas por
interpolaciones e interpolaciones anidadas como también
transiciones y puentes conectando las acciones
temáticas.
b.
Una
descripción lineal detallada de la interpretación.
La descripción muestra
segmentos temáticos y dentro de eso, unos conceptos anidados de
estructuras compuestas. Medida 31 – 68 simplemente significa, desde
el punto del tiempo 1 de medida 3 al punto del tiempo 8 de medida 6.
Esto es seguido por una descripción de correspondiente del
procedimiento.
c.
Un plan
circular codificado en color del conjunto de orientaciones.
El plan circular
es un resumen estructural de la interpretación. Esta muestra destaca
una visión general de la actuación completa en unas pocas
representaciones circulares de las distintas orientaciones de la
interpretación en un vistazo.
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Para detalles
posteriores y explicaciones de estos procedimientos, el libro del autor
proyectado sobre la materia pronto estará disponible e incluirá
ocho largas y completas transcripciones con su correspondiente audio,
descripción del proceso analítico y procedimiento de interpretación. El
siguiente, sin embargo, es un pasaje analítico de un baile social del
Ewe de Ghana[3]..
Ejecuciones circulares de un conjunto de
orientaciones.
Finalmente, la ejecución
total del manejo de las principales manipulaciones tamboriles, consisten
de 5 temas entre todas las secciones (dos de ellas han sido presentadas
en este estudio), según lo ilustrado.
En resumen, "Interior
de la mente de un maestro del tambor" procura presentar un nuevo enfoque
de la música africana, desde un estudio intuitivo y aparentemente
irracional, a una teoría cuantificable. Destaca los elementos
claves de la sintaxis del ritmo en la música tradicional africana. En
última instancia, exhibe la aplicación de un conjunto de teorías
estructuradas propuesta por el autor a un modelo analítico. El
sistema revela dos acercamientos analíticos complementarios: un sistema
lineal detallado y las interpretaciones de las ejecuciones circulares
las cuales representan un vistazo al resumen estructural del análisis.
Sections of this paper have been published in IASA
Journal, Vol. 23 (2004) and Music Theory Online, 2000, Vol. 6 No
1: Society for Music Theory.
Notas
-
[1]
Koetting 1970, Pantaleoni 1972, Greene 1983.
-
[2]
See also Rahn 1987, Pressing 1983.
-
[3]
Cfr. CD.II.13.
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Herencia Latina
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