IN MEMORIAN: Roberto Roena
16 de enero de 1940 - 23 de septiembre de 2021

By Eric González

El año 2021 de nuestros días, ha sido duro para la bien o para la mal llamada salsa, en particular para los artistas del sello Fania. No hace mucho perdimos a su socio fundador, Johnny Pacheco. Recientemente, también, se nos fue Larry Harlow, y todavía anonadados por el golpe, sorpresivamente nos deja el master bongocero, Roberto Roena. Todo esto en los primeros nueve meses del 2021.

Roena, quien una vez fuera pelotero, siempre bailarín, gran bongocero y director de orquesta, dejó una cantidad asombrosa de éxitos, la mayoría para el sello Fania. Con justa razón, una vez escribí que "El Apollo Sound -- nombre de la orquesta de Roena --, a través de su trayectoria, raramente decepcionó. Cada álbum que este fenomenal grupo grabó, estaba garantizado a tener uno o más éxitos incluidos. Así ha sido desde el comienzo. La herencia de esta orquesta es tremenda: Mi Desengaño, Cui Cui, Traición, El Progreso, Parece Mentira (donde brevemente hace aparición vocal Rubén Blades), El Progreso, Lamento de Concepción, Marejada Feliz, Las Brisas de Mi Borinquen, El Que Se Fue No Hace Falta, Tú Loco Loco y Yo Tranquilo, El Escapulario, Con Los Pobres Estoy, El Pueblo Pide Que Toque, Vámos, Háblame Ahora, Chotorro, El Traqueteo, y muchas más. En lo personal, mis temas favoritos son 'Yo Soy De Ley' y 'Hay Que Saber Comenzar', que lamentablemente no alcanzaron la popularidad que creo se merecían".

Roberto también tuvo el exquisito gusto de contratar magníficos cantantes, como Carlos Santos, Camilo Azuquita (cuando era Roberto Roena y sus Megatones), Piro Mantilla, Sammy González, Luisito Carrión, Frankie Calderón, Tito Cruz, Papo Sánchez, Héctor 'Tempo' Alomar, Dino Guy Casiano, entre otros, siendo Tito Cruz y Sammy González mis favoritos. Y esto es importante, porque he visto muchas orquestas muy buenas, pero con cantantes que no dan la talla.

Para mi muy buena fortuna, una vez entrevisté a Roberto, gracias al apoyo de Nieves, su esposa. Su visto bueno determinaba si Roena me dedicaba su tiempo o no. Felizmente, así fue, y me siento satisfecho del resultado. De la misma, recuerdo que el bongocero se refería constantemente a las Estrellas de Fania como "el monstruo", lo que efectivamente era. Roena siempre fue pieza importante en esa legendaria orquesta. Ver a Roena con su propia orquesta era también una experiencia religiosa, pues era sumamente profesional, con magnifico sonido y, por supuesto, el maestro dando una clase de baile.

Así que con estas líneas me toca despedir a otro de mis "héroes" de la salsa. Lo importante es que su música queda ahí, para la historia, y es nuestra obligación tratar de mantenerla vigente. Nos vemos algún día, Señor Bongó, y gracias por la musica