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"Se pasan la vida hablando,
de ritmo nuevo mi hermano,
si el batá, el chachachá y el mambo
nacieron del son cubano..."
(Lilí Martínez. Canta: Miguelito Cuní)
  
  
 
  En 
  un artículo aparecido en Latín Beat ―número 8 de octubre de 2001― con el 
  título "Palabra and salsa romántica", firmado por Nelson Rodríguez, se asegura 
  que el inicio de la llamada "salsa romántica" se dio en 1981 cuando la 
  Orquesta Versalles de la Costa Oeste de los Estados Unidos grabó en un disco 
  de 45 r.p.m. una versión de la balada de Manuel Alejandro "Todo se derrumbó", 
  con arreglos del músico cubano conocido simplemente como "Palabra" ―Fitto 
  Foster― y que en la actualidad dirige la Orquesta La Palabra de la ciudad de 
  Los Ángeles. El artículo pone en entredicho lo que siempre se ha afirmado 
  hasta ahora: La creación de la "salsa romántica" como una idea genial del 
  arreglista mayor de la salsa durante los años setenta, Louie Ramírez, cuando 
  arregló, grabó y publicó en 1982, todos los temas del álbum "Noche caliente", 
  subtitulado "Los éxitos más románticos de ayer en ritmo de salsa", y propone a 
  Palabra como su creador.
 
  Con este 
  artículo pretendemos entrar en esta polémica; los aportes que citaremos no 
  pretenden manipular la verdad histórica, simplemente proporcionamos pruebas 
  contundentes para evitar cualquier manejo comercial. Nuestra música se está 
  llenando de "creadores de géneros", "inventores" y "primera grabación" de un 
  género, produciendo confusión entre los melómanos. Compartimos la autorizada 
  apreciación de Leonardo Acosta cuando asegura: "En términos generales, nada 
  surge de una sola fuente ni nadie crea nada por sí solo. Todo proviene de un 
  proceso en el cual puede haber una figura central o varias". Éste es el caso 
  de la paternidad del mambo por los hermanos Orestes e Israel Cachao López y de 
  otros que disputan la paternidad, y del jazz afrocubano con Mario Bauzá. Pero 
  lo que aquí nos interesa es aportar en la discusión de una "paternidad" en 
  este "subgénero" de la salsa que irrumpió al mundo desde Nueva York, desde la 
  década de los sesenta. Comencemos por la pre-salsa como parte inicial para 
  enfrentar el hecho histórico...
 
Una de las primeras grabaciones que conocemos de "balada con ritmo Caribe" ―o como los llama Ofelia Peláez: "Baladas con sabor antillano"― se remonta al año de 1959 cuando Rafael Cortijo grabó la sabrosa versión del exitoso tema del baladista italiano Doménico Modugno "Volare", también conocido como "Azul pintado de azul" ―inspirado en la obra pictórica del ruso Marc Chagall ― El año anterior Modugno con este tema se hizo ganador del Festival de San Remo y además ganó un premio Grammy. En Italia y en muchos países fue éxito en todas las emisoras, hasta el extremo de querer nombrar a Modugno ―que adoptó el título de "Míster Volare" ―, alcalde de Roma. La versión en guaracha de Cortijo y su Combo, con la huracanada voz de Ismael Rivera, nos puso a todos a exclamar con sabrosura "Azul pintado de azul".
  
  
Rafael Cortijo e Ismael Rivera
El siguiente éxito prestado de las canteras de la balada se dio en 1962 cuando Tito Rodríguez adaptó la letra, modificó el ritmo y grabó la versión de la balada italiana "Cuándo cuándo" de los compositores Testa y Tony Renis ―en los discos de la época aparece con el título de "Quando quando quando" ― que se escuchó profusamente en las versiones de los vocalistas Engelbert Humperdinck, Tom Jones y Pat Boone, con sus voces acarameladas y sus grandes secciones de violines. En Latinoamérica se conocen las versiones bolero de Mirla Castellanos y Héctor Cabrera. La versión pachanguera de Rodríguez fue uno de los temas que más se escuchó en la fiebre de la pachanga que difundieron decenas de agrupaciones neoyorquinas. Es de destacar que muchas de las grabaciones exitosas de Tito Rodríguez en la misma década, especialmente en la onda romántica cuando grabó cerca de 200 boleros y se consolidó como "El mensajero del amor", tienen matices tomados de la balada, tal es el caso de "Tiemblas" y "Don fulano" de Tite Curet Alonso y una segunda versión de "Inolvidable", su éxito más vendido, por sólo citar tres de los más conocidos.
  
 
  
 
  
La Nueva Ola Argentina: Palito Ortega y Sandro
  
  
En la misma década 
  de los sesenta otro vocalista que tuvo presencia pachanguera, el 
  puertorriqueño Joe Quijano, también incursionó en la grabación de baladas con 
  montuno. Con su voz grave impuso algunos temas en esta década y en la 
  siguiente. Entre otros mencionemos: "Love Story" de Francis Lai, "Cómo has 
  hecho" de Domenico Modugno, "Yo soy aquel" el éxito de Raphael, "Lo mismo que 
  a usted" de Palito Ortega, "Mary es mi amor" de Leo Dan en sabrosa versión de 
  chachachá, "It's too late" de Carole King, "Quién" de Charles Aznavour --incluido 
  en un álbum de 1977 con el sugestivo nombre de "Joe Quijano canta boleros para 
  amores fracasados" donde también incluye otros temas de baladistas 
  norteamericanos--; "New York, New York", el mismo conocido por todos por Frank 
  Sinatra, ahora en una versión mambeada y "María va camino a la vejez" de 
  Leonardo Favio. El coleccionista Ricardo Sánchez sugiere que si se quiere dar 
  una paternidad a la "salsa-balada", Quijano merece la primera oportunidad 
  porque fue el que más hizo méritos en estos años.
 
  
 
  
La Orquesta Cachana del maestro Joe Quijano y Raphael
  
  
También en esta 
  década el cantante cubano Rolando Laserie, después de muchos éxitos en Cuba 
  con el sello Gema y luego de otros en el exilio, triunfó con tres éxitos del 
  cantautor argentino de baladas y de la "nueva ola" Palito Ortega, en ritmo de 
  bolero. Nos referimos a los temas "Sabor a nada", "Lo mismo que a usted"  
  ―ambos los grabó Tito Rodríguez ―y sobre todo "Hola, soledad", uno de los 
  boleros modernos más vendidos de las últimas décadas. A esta serie de 
  composiciones modernas debemos anexar las de Armando Manzanero que con mucho 
  de balada y con el sabor de bolero impusieron el mismo Rodríguez, Olga Guillot, 
  Marco Antonio Muñiz y Roberto Ledesma, entre otros.
  
  
Otro de los "duros" 
  de la salsa como Richie Ray grabó en 1968 "Aquel día", incluido en el famoso e 
  histórico álbum "Jala jala y boogaloo, volume II", balada del eximio 
  compositor español Manuel Alejandro, con la voz de Bobby Cruz. Ese mismo año 
  publicó el álbum "Los durísimos" donde incluyó las baladas "Libre soy" de J. 
  Basselle y "Quédate con nosotros" también de Manuel Alejandro. En el LP "Agúzate" 
  de 1969 el dúo de Ray y Cruz grabaron las versiones en español de "You've lost 
  that loving feeling" de Mann y Weil y "My way" de Paul Anka. También en 1969 
  grabaron el álbum "¡Los durísimos y yo!" junto a la vocalista puertorriqueña 
  Nydia Caro. El LP traía una fría experiencia de ritmos y melosidades extraños 
  para el ritmo vibrante que se conocía en esos días de Richie Ray y Bobby Cruz. 
  En el álbum encontramos una versión de la balada rock de The Beatles "Hey, 
  Jude" y "Miguel e Isabel" del baladista argentino Luis Aguilé, así como 
  versiones de baladas norteamericanas como "You're all I need to get by" y 
  "Softly as I leave you". En noviembre de 1974 Caro ganó el Festival de la 
  Canción de la OTI dedicado exclusivamente a la balada. Pero esto sigue, antes 
  de abandonar la salsa pagana y adoptar el sendero religioso a partir de 1975, 
  Richie y Bobby grabaron otras baladas: "If you go away" de McKuen y Brel, 
  "Fire and rain" de James Taylor, "Señora" de Joan Manuel Serrat, "Let it be" 
  de Lennon y McCartney y "Le llaman Jesús" de Palito Ortega. Mejor dicho, desde 
  los años sesenta ya la balada era conocida y "versionada" por los salseros "duros".
 
  Hacemos 
  aquí un paréntesis para comentar otro de los fenómenos de la "salsa balada" en 
  la década de los setenta y es el de la actitud que adoptaron algunos de sus 
  máximos exponentes. Me refiero al caso de que si bien no grabaron temas del 
  repertorio de éstos, más bien dedicaron sus esfuerzos en grabar, con 
  composiciones hasta propias, temas salsosos muy "baladiados". Veamos el caso 
  del binomio de Richie Ray & Bobby Cruz: cuatro de sus álbumes perdidos en el 
  anonimato de las grabaciones más prescindibles llegaron acompañados de fuertes 
  críticas por el sonido dócil que adquirió el grupo. Estos álbumes fueron, 
  además del grabado con Nydia Caro, “Bobby Cruz canta para ti” (1971), “Ricardo 
  Ray presenta la Vimari” (1972) y “Amor en la escuela” (1974) que resultaron 
  frágiles y sofisticados, de estereotipo banal, y con muy poco o ningún 
  acercamiento a su vieja fama. La presencia del baladista más representativo en 
  esos días, Sandro, está latente en las vocalizaciones de Bobby. Un traspiés 
  que todavía se resignan a creer sus miles de seguidores en plena efervescencia 
  salsera. El último de estos LPs contó con los arreglos del argentino Jorge 
  Calandrelli, el mismo que por esos días arregló dos álbumes para Cheo 
  Feliciano: "La voz sensual de Cheo" (1972) y "Looking for love" (1974), 
  álbumes de boleros con muchas intenciones melosas y violines sofisticados, muy 
  cercano en intenciones a la balada.
 
  Otro de los 
  salseros de la llamada "línea dura" que adoptó estas posiciones fue Ismael 
  Miranda. Después de su exitoso paso por la orquesta de Larry Harlow y sus dos 
  primeros álbumes como solista: "Así se compone un son" (1973)  ―con su 
  orquesta La Revelación ― y "En fa menor" (1974), comenzó a perder el vigor y 
  el aroma barrial de sus grabaciones pasadas, aún así sobrevivía en el ambiente 
  con su voz bien timbrada. Sus siguientes álbumes “Éste es Ismael Miranda” 
  (1975), “No voy al festival” (1977)  ―ganadores de discos de oro ―y 
  “Sabor, sentimiento y pueblo” (1978), ofreció salsa y sabor con vivencias 
  urbanas al lado de sofisticaciones banales poco efectivas que llenaron de 
  altibajos sus producciones. Las actitudes en las carátulas de estos trabajos, 
  tomados de los vocalistas de la balada, explotaba hasta la saciedad su imagen 
  de "el niño bonito de la Fania", vestido de delicadas ropas blancas siguiendo 
  a los divos de la balada, completado en la contraportada con ridículas 
  posiciones, recostado en un diván y portando una copa de brandy. Poses no 
  propias de los militantes salseros del barrio que años después se encontraron 
  hasta la saciedad en las portadas de los "salseros románticos". De otro lado 
  Miranda, para no quedarse al margen de sus posturas, incluyó en su álbum de 
  1977 una balada de "El pequeño gigante de la canción", el cantante brasilero y 
  baladista Nelson Ned: "Tú me abandonaste".
 
Durante el boom salsoso de la década de los setenta, exactamente en 1976, la salsa balada --tanto en actitud como en las grabaciones-- tuvo su máximo exponente en la agrupación charanguera, dirigida en sus comienzos por el cubano Félix "Pipo" Martínez con sus vocalistas Hansel Martínez y Raúl Alfonso, conocida como la Charanga 76. Esta charanga utilizó una cantidad de elementos de la música pop y de los baladistas españoles, así como matices melosos y letras delicadas --el timbalero Orestes Vilató las calificó en su momento como "una orquesta hembra, muy fina y muy delicada y en otra onda"-- que repercutió enormemente en el ambiente especialmente después del éxito de "Soy" de Willie Chirino, e impulsó la creación en esos días ―y posteriormente ― de otras charangas como la Sensual de Orlando Avilés ―fundada en 1977 ―, la orquesta Sublime de Jesse Herrero ―no confundir con una orquesta cubana del mismo nombre ― que presentó uno de sus temas como "lleno de sutilidades y sexappeal" y la Novedades de Gene Hernández. Pero la actitud de la Charanga 76 también se vio reflejada en la selección de algunas baladas llevadas a su repertorio salsoso: "Quién" de Charles Aznavour, "Lo voy a dividir" de Roberto Levi y "Para volver a volver" de Manuel Alejandro.
  
  
  
 
  Otra 
  actitud melosa y baladí (muy común entre los baladistas) lo dio el duro 
  salsero Willie Colón, cuando en 1979 publicó su primer trabajo como solista  
  ―titulado efectivamente "Solo" ― donde la fiereza de sus pretéritos trombones 
  ahora daba paso a una gran banda llena de saxos y violines, con sus 
  repercusiones suaves, frágiles, quebradizas y montunos delicados, 
  complementado con su voz arrastrada y sutil con éxitos como "Sin poderte 
  hablar" y "Julia" y que para César Miguel Rondón "[...] la salsa pareciera 
  musicalizar los ambientes de una telenovela, o un comercial cualquiera de esos 
  donde se anuncian jabones fabulosos para rutinarias amas de casa". Esta 
  fórmula melosa de Colón la repitió en sus siguientes trabajos y marcó una de 
  las pautas para lo que vendría después.
 
Pero éstas no son las únicas referencias de versiones "salseadas" de baladas muy conocidas: comencemos con Ray Barretto, quien hacia 1968 grabó una versión de "Lo mismo que a usted" de Palito Ortega; sigue Willie Rodríguez con su versión del tema de Sandro "Porque yo te amo" grabado en 1969, El Gran Combo con "Dama dama" de 1973 de la cantautora española Cecilia ―Evangelina Sobredo ―, "Eleanor Rigby" de The Beatles en versión de Latin Dimensión; "Love story", "Tema para un amante", "Y por tanto" de Charles Aznavour y "Yesterday" de Paul McCartney, todos de la Típica Tropical; "Tu nombre me sabe a yerba" de Joan Manuel Serrat, grabado en 1977 por Junior González, "Just the way you are" de Billy Joel grabado en 1979 por Ismael Quintana, "Dime" del brasilero Morris Albert que grabó Santos Colón con Fania All Stars en 1980, "Se muere por mí la niña" y "Te estoy queriendo tanto" ambos de Manuel Alejandro y grabados en 1981 por Willy Chirino... Todos grabados antes del álbum "Noche caliente" o del sencillo de Palabra y ninguno de los arreglistas hasta ahora ha tenido pretensiones de erigirse como "El creador de la salsa balada".
  
  
   
  
 
  
  
 
Antes de grabar "Noche caliente", de donde se afirma ―insistimos ― surgió la "salsa romántica", Louie Ramírez llegó a grabar versiones salsosas de baladas pop como: "Because" de Lennon y McCartney y "Something" del recién desaparecido George Harrison en versión de latin jazz, incluidos en el LP "Louie Ramírez y sus amigos" de 1978 y "Sha-la means I love you" de Barry White, vocalizado por Jimmy Sabater e incluido en su LP "Salsa progresiva" de 1979. Con esto se confirma que Ramírez ya desde años atrás matrimoniaba la balada ―en este caso norteamericana ― y salsa, hecho que para muchos llegó en 1982 cuando grabó el primer álbum de la serie "Noche caliente" con las voces de Ray de La Paz y Johnny Rivera y del que se dice fue contratado por Joni Figueras representante del sello K-Tel subsidiaria de la CBS para conquistar el incipiente mercado salsero de España con un trabajo específico: convertir unas baladas con mucho éxito en arreglos salsosos y Ramírez recurrió a las obras de Camilo Sesto, Manuel Alejandro, Diego Verdaguer y Miguel Bosé. Se asegura en el artículo de Rodríguez ―y esto no lo sabíamos ― que la propuesta de arreglar el álbum para K-Tel inicialmente se le ofreció a Palabra pero por compromisos contractuales con la banda de Stevie Wonder éste no pudo trasladarse a Nueva York como se lo exigían, por lo cual decidieron darle el contrato a Louie Ramírez.
  
  
  
Lo que sí es cierto, 
  es que "Noche caliente" fue el primer álbum con todos sus temas de "salsa 
  balada" y que con sus excelentes ventas, los ávidos empresarios de la 
  industria del disco comenzaron a buscar nuevas imágenes, más allá de la 
  orquesta y sus arreglistas, a vaciar hasta el fondo las canteras de la balada 
  y fue así como surgió el fenómeno de los años ochenta de la salsa balada, con 
  representantes como Eddie Santiago, Frankie Ruiz y el conjunto Chaney de 
  Nicolás Vivas, entre otros. Algunos artistas consagrados no pudieron eludir la 
  nueva fiebre: Willie Rosario, Bobby Valentín, Lalo Rodríguez y su éxito "Ven, 
  devórame otra vez" y el mismo Louie Ramírez con Ray de La Paz, todos con 
  varios álbumes entre el vigor pasado y la fragilidad presente. Al poco tiempo 
  se pasó del saqueo a la balada, a la creación de letras de alto contenido 
  erótico pero con muy poca variación musical. El carácter romántico y simplista 
  marcó a la nueva generación de los noventa y el fenómeno parece no detenerse: 
  Víctor Manuelle, Luis Enrique, Jerry Rivera, Rey Ruiz, Marc Anthony, Domingo 
  Quiñones y un extensivo etcétera de singulares figuras jóvenes que siguen en 
  la ruta romántica donde la presencia del buen soneo Caribe está ausente. El 
  puente entre los estilos del ayer y los contemporáneos le tocó a Gilberto 
  Santa Rosa. Entre los compositores se destaca el panameño Omar Alfanno con sus 
  temas "Vivir sin ella", "Sin voluntad" y "Perdóname", vocalizados por Santa 
  Rosa.
  
 
  
 
  
  
  
Un aspecto que 
  merece su comentario y es que cuando se dice que la "salsa romántica" surgió a 
  partir de las grabaciones de Palabra y la orquesta Versalles y/o de Louie 
  Ramírez con los álbumes de la serie "Noche caliente", se quiere desconocer la 
  presencia del lado romántico de la salsa en la década anterior. No debemos 
  olvidar que compositores por excelencia de la salsa como Tite Curet Alonso, 
  Rubén Blades y Johnny Ortiz, por citar sólo los tres más representativos, 
  entregaron hermosas composiciones románticas que precisamente indican que en 
  medio del boom de los setenta que le cantaba a la marginalidad y a las 
  urgencias "del barrio", señalan la presencia romántica: del primero sólo 
  recordemos composiciones como "Marejada feliz", "Guaguancó del adiós" y "De 
  todas maneras rosas"; de Blades citemos: "Dime", "Paula C" y "Sin tu cariño"; 
  y de Johnny Ortiz "Lluvia de tu cielo" y "Catalina la O". Ésta es apenas la 
  punta del iceberg; los discos de salsa están llenos de temas románticos, donde 
  esta temática es una de las varias que exploró y explotó: social, protesta, 
  festiva, pícara...
 
  
  
Hasta aquí esta 
  reseña. No nos hemos ocupado de los cubanos  ―por ejemplo, a comienzos de 
  los sesenta la Orquesta Aragón grabó una versión balada-chá de "Delilah" de 
  Reed y Mason ― y de muchos boleristas que llevaron al género romántico por 
  antonomasia del Caribe baladas muy conocidas, especialmente en los años 
  sesenta y setenta. Pero hay un caso, revés de la hoja, y es el bolero "Vanidad" 
  del chileno Armando González Malbrán, del cual se conocen versiones del 
  mexicano Genaro Salinas y los cubanos Roberto Faz, Wilfredo Fernández y 
  Orestes Macías con el conjunto Rumbavana. En Latinoamérica se conoció por la 
  versión del baladista argentino Yaco Monti y entre el común de la gente se 
  creía que era de su autoría y que originalmente era una balada.
 
  
  
Finalmente, para 
  muchos la "salsa" es un fenómeno que pertenece completamente a los predios del 
  barrio que inspiró una música realmente vigorosa y penetrante, basado en la 
  guaracha y el guaguancó, respaldado con sus apreciaciones en la realidad 
  popular; entonces la mal llamada "Salsa romántica"  ―que recurre 
  insistentemente a la guaracha como modelo rítmico ― merece otro calificativo. 
  Recordemos que en sus comienzos se le llamó "salsa balada", luego en Colombia 
  "Salsa cama", "Salsa catre" o "Salsa erótica", en Puerto Rico "Salsa monga" y 
  "Salsa sexy", en otros lados "Salsa sensual" y finalmente "salsa romántica" 
  por imposiciones de las disqueras. Algunos han propuesto que lo mejor sería 
  llamarla "Guaracha romántica" o el que proponemos "Monoguaracha": por aquello 
  de monotemática, monorítmica, monótona, monocromática, monoteísta, monolítica, 
  monopolizadora y --más triste aún-- monógama.
 
  
  
Ahora sí, nos vamos 
  y dejo abiertas las puertas de la polémica. Espero sus comentarios: 
  sersantana@hotmail.com
  
  
Las citas las hemos 
  tomado del artículo "Los inventores de nuevos ritmos: mito y realidad" de 
  Leonardo Acosta (Revista Salsa cubana, No. 13, 2000) y "El libro de la salsa" 
  de César Miguel Rondón (Ed. Arte. 1980).
  
  
  Agradecimientos: el 
  autor quiere agradecer las colaboraciones revisando sus archivos y los 
  comentarios de Cristóbal Díaz Ayala, Ricardo Sánchez, Ofelia Peláez, María 
  Eugenia Arango, Antonio Ochoa, Jesús Guzmán y Rafael Bassi Las 
  revisiones estuvieron a cargo de Tata Lopera.
Nota:
Este artículo se publicó previamente en Oasis Salsero
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