Por Jaime Torres Torres / end.jtorres1@elnuevodia.com

Fuente. El Nuevo Día de Puerto Rico.

 

El ciclo que Willie Colón comenzó en 1967 con la producción “El malo” concluirá el 19 de noviembre con el lanzamiento del cd “Prisioneros del mambo”.

Cuatro décadas después de su debut y tras diez años de su más reciente grabación, “Demasiado corazón”, Colón aseguró en entrevista exclusiva con El Nuevo Día que “El malo, Vol. II” podría sellar su despedida del mundo del disco.

Sus álbumes con Héctor Lavoe, Rubén Blades, Celia Cruz, Soledad Bravo y Mon Rivera han vendido más de 30 millones de copias alrededor del mundo.

El cantautor y trombonista puertorriqueño, de 58 años, dedica su nuevo esfuerzo a su esposa Julia Craig. Su presentación en la Isla coincidirá con la efeméride del Descubrimiento, en una semana en la que diversos sectores celebran la puertorriqueñidad.

 

Entonces no será una casualidad, porque “El malo, Vol. II: Prisioneros del mambo”, aparte del discurso social de ‘El narcomula’ y ‘Suite magia blanca’, reafirma con temas como ‘El brujo’, ‘Bongó’ y ‘Mucha leña pa’l fuego’ la tesis que Colón esgrime desde hace cuatro décadas: la bomba y la plena son la salsa de Borinquen.

 

¿Cuándo decidiste ser menos malo y por qué?

 

Fue una combinación de golpes y caricias. Por más guapo que uno sea, siempre hay alguien por ahí que te puede sonar. Ese es el lado malo. Por el bueno, una buena mujer que te acompañe y te diga la verdad cuando necesitas escucharla. También los hijos te dan mucha experiencia y te ayudan a pensar de manera menos egoísta. No se puede andar predicando la moral en calzoncillos. Si quieres que tu palabra valga algo tienes que disciplinarte y practicar lo que predicas. Yo todavía soy atrevido, pero de otra manera. A la buena soy muy blandito y me puedes arrastrar por el pelo. Pero a la mala todavía me resulta difícil dejarte que me comas los dulces.

 

 

Se percibe en la musa del cd “El malo, Vol. II: Prisioneros del mambo” una fuerte influencia de Héctor Lavoe. ¿Es deliberada?

 

Venimos de la misma escuela y algunas de las inspiraciones que Héctor cantó eran mías. Y como pasamos tanto tiempo componiendo juntos y grabando en el estudio, él es el mayor punto de referencia que tengo.

 

Diez años después de tu último cd, ¿cómo concibes la salsa como creación artística?

 

Le falta sentido del humor. Se ha enfocado demasiado en una dirección, como cuando haces muchas copias de una foto, que se pierde el brillo y la definición. Ha perdido la libertad creativa de mirar en diferentes direcciones, de explorar y ser más atrevidos.

 

 

¿Qué ha cambiado de Willie Colón?

 

“Mi físico... Y mi manera de ser. Son otras preocupaciones porque tengo familia y otras responsabilidades. Económicamente estoy mejor que antes. Uno es el resultado de lo que ha vivido; de los sufrimientos y las cosas buenas.

 

¿Has sufrido mucho?

 

Sí. Muchas de mis canciones se concentran en el tema de la droga y al final busco la manera de castigar a los narcotraficantes, porque la droga ha impactado mucho mi vida y ha ocasionado muchas tragedias, como la de mi hermana Cindy, la de mi papá y la de Héctor.

 

¿Qué hiciste concretamente por rescatar a Cindy y a Héctor de las drogas?

 

Me enfrenté con los tiradores cuando venían a buscar a Héctor. Los corría y cuando tú te metes con esa gente juegas con fuego y te pueden matar fácilmente. Por Cindy hice todo lo posible. Consejos y peleas con gente del negocio que le daba trabajo para que ella cantara y después la invitaban a usar...

 

Volviendo a la música, ¿te retiras definitivamente del mundo discográfico?

 

Sé que, por naturaleza, me queda poco tiempo. No digo que me voy a morir mañana, pero si voy a tardar diez años más para otro disco, no creo que deba importarle a alguien.

 

Si no has pensado en morirte, ¿por qué grabaste ‘Cuando me muera’?

 

Fue por la película “El cantante”, por la hipocresía de esos tributos siniestros. Si me van a explotar, hipocrítamente, mejor no hagan na’. Lo digo por Héctor Lavoe. Lo mismo sucede con Celia, que después de tanto homenaje y del entierro, le han robado. El mismo que hizo “¿Quién mató a Héctor Lavoe?” está haciendo su obra. Gente que no le importa nada el artista y que piensa en un ejercicio económico.

 

¿Qué capítulos borrarías de tu historia musical?

 

El disco “Corazón guerrero”, porque si se quiere tener éxito en este negocio no puedes hacer hoy la música de mañana. Tampoco me hubiera ido de Fania porque todas mis relaciones después de Fania no fueron ni la sombra de lo que pude lograr con esta disquera. Lo triste es que Jerry Masucci me ofreció igualar cualquier oferta que ellos me hicieran y yo opté por estar en una “verdadera disquera”.

 

 

¿Qué deseas demostrar al abordar fusiones de salsa con rap y reguetón en ‘Corazón partido’, ‘Amor de internet’ y la ‘Suite magia blanca’?

 

Que así como los reguetoneros toman de nosotros, así podemos reciprocar, aparte de que yo quería demostrar que se puede hacer con credibilidad. Somos músicos y lo podemos tocar sin la necesidad de una batería electrónica.

 

Ahora que se conmemora el 30 aniversario de “Siembra”, ¿Rubén Blades y tú han considerado resolver sus diferencias para trabajar juntos?

 

 

En ningún momento he dicho que Rubén me ha robado plata. Si podemos resolver este problema no tengo dificultad en trabajar con él.

 

¿Por qué seleccionaste el 19 de noviembre, Día del Descubrimiento de Puerto Rico, para el lanzamiento oficial de “El malo, Vol. II”?

 

No es un disco más. No he hecho nada en diez años. Es muy importante para mí. Es como regresar a casa y reafirmar mi puertorriqueñidad.

 

Le invitamos a escuchar el tema: