Por miembros de All about Jazz (AAJ)
Tomado de la revista All about Jazz
18 de diciembre de 2003
Versión libre al español de Israel Sánchez-Coll
San Juan, Puerto Rico
Horace Silver en concierto desde Viena, 1968
La popularidad de Horace Silver debería estar al mismo nivel que la banda que inventó la palabra genial de moda «nookie», pero eso sería en un mundo perfecto y por el momento me alegro con tener el honor de hablar con él sobre su estelar carrera discográfica —que es descomunal para todos aquellos que quieran empezar una colección de discos de Horace Silver—, sus músicos que le acompañan —uno de los cuales era el trompetista y compositor Tom Harrell—, y su último álbum para Verve, Jazz Has a Sense of Humor y la nueva caja retrospectiva que destaca su maravillosa producción para Blue Note. He aquí una de las leyendas vivas de esta música, sin editar y en sus propias palabras.
Fred Jung
All about Jazz (AAJ): Comencemos esta conversación a partir desde sus inicios.
Horace Silver (HS): A mí siempre me ha gustado la música, en efecto, desde que era pequeño. Solía ir a la tienda con algunos cinco y diez céntimos y compraba los discos viejos de 78 rpm. En aquella época me gustaban todas las grandes bandas. Solía comprar discos de Tommy Dorsey y Jimmy Dorsey, de Glenn Miller, Count Basie, Duke Ellington y Earl «Fatha» Hines, todas esas grandes bandas. Coleccionaba sus discos, me gustaban mucho. Siempre me ha gustado la música y es curioso que me inclinara por tocar el piano. También toqué el saxofón tenor durante un tiempo, pero el piano siempre ha sido mi motivación o mí pasión.
AAJ: ¿Y por qué no tocar las dos cosas?
HS: Creo que estaba tratando de abarcar más de lo que podía. Quería tocar el tenor, el piano, componer y hacer arreglos. Había tanto por hacer que una semana se me daba por tocar bien el piano y tocar mal el saxofón, y a la semana siguiente se me daba por tocar bien el saxofón y tocaba mal el piano. En ese momento, estaba tratando de escribir música y hacer arreglos musicales, finalmente llegué al punto en que dije: "Bueno, tendré que tomar una decisión, porque no puedo manejar todo esto a la misma vez". Así que decidí dejar de lado el tenor y seguir con el piano, con la composición y los arreglos.
AAJ: ¿Cuáles han sido las influencias en la música de Horace Silver?
HS: Básicamente mis influencias han sido americanas. Han sido el blues, el gospel, la música de la época del swing, música bebop, música de espectáculos de Broadway, música clásica.
AAJ: ¿Esa diversidad ha contribuido en cierta forma al atractivo general de su música?
HS: Sí, definitivamente. Es como hacer un guiso. Le pones todos estos ingredientes. Le pones esto, le pones aquello, le pones lo otro. Todo lo mezclas y al final obtienes algo bueno, algo que tú creaste.
AAJ: Fuiste artista del Blue Note durante más de veinticinco años, ¿cómo se inició su relación con Blue Note y por qué crees que prosperó tanto para ti como para el sello a través de los años?
HS: Conocí a Alfred Lion (ejecutivo del Blue Note) en un club en el que yo tocaba llamado “The Paradise Bar and Grill’, que estaba ubicado en la calle 110 y la octava avenida. Toqué allí con un saxofonista tenor realmente bueno llamado Big Nick Nicholas, quien había tocado con todas las grandes bandas. En efecto, estuvo con la banda de Dizzy y muchas otras grandes bandas. Tenía un pequeño grupo en el que tocaba unas cinco noches a la semana. Los fines de semana tocábamos para los espectáculos de la sala y durante la primera parte de la semana, cuando no había espectáculos allí, muchos músicos se sentaban a tocar con nosotros. Fue así como conocí a Alfred. El lugar era una especie de pequeño local de barrio. Allí conocí a Ike Quebec quien era un buen amigo de Alfred Lion. Ike Quebec, un saxofonista tenor, lo trajo varias veces al lugar. Alfred siempre salía a escuchar música en vivo. Lo conocí en esa época. Resulta que yo estaba en el escenario, improvisando con Lou Donaldson. A Alfred le gustó mucho Lou Donaldson y nos pidió que grabáramos para él. Lou, a su vez, me pidió que fuera su pianista en esa sesión.
Fue una amistad muy agradable, porque no solo teníamos una buena relación entre empleador y empleado, sino que también éramos amigos. Solíamos salir a comer. A Alfred le encantaba comer buena comida, todo tipo de alimentos diferentes. A mí también me gustaba. Alfred, Francis Wolff, su socio, y yo, solíamos ir a comer; muchas veces me llamaban y decían: «Salgamos a cenar». Íbamos a un restaurante italiano. Conocía todos los grandes restaurantes de Nueva York. Elegíamos como el smorgasbord [cocina sueca, un bufé que ofrece una mezcla de muchos platos fríos y calientes diferentes, que están dispuestos de forma que uno puede servirse todo lo que quiera], a comer smorgasbord un fin de semana. A la semana siguiente, íbamos a un restaurante británico y comíamos comida británica, o a un restaurante francés o indio. Estábamos por todas partes, comiendo comida estupenda.
AAJ: Grabaste más de cuarenta álbumes como líder del sello Blue Note.
HS: Dios ha sido bueno conmigo, es todo lo que puedo decir. Muchas veces me levanto por la mañana con la música en la cabeza. No diré que todas las mañanas, pero a veces me despierto con ocho compases en la cabeza y me pongo al piano. Es casi como tomar un dictado. Acabaré escribiendo un canal o un puente para la melodía, pero los primeros ocho compases de la melodía los tengo muchas veces cuando me despierto por la mañana. La oigo en mi cabeza y simplemente voy a comprobarla al piano y la pongo en mi grabadora y la desarrollo.
AAJ: Pero, ¿qué tenía el sello Blue Note que permitía a Horace Silver dar rienda suelta a su creatividad?
HS: Me dejaron hacer lo que quería. Me permitieron hacer lo que quería. Alfred dijo que no me dictaran qué tipo de música querían que yo tocara, ni qué melodías, ni qué músicos iba a utilizar. Me dejaron hacer lo que yo quería. Esa es una de las razones por las que me quedé allí durante veintiocho años.
AAJ: Blue Note acaba de lanzar una caja [con varios CD] retrospectiva de esos veintiocho años.
HS: Todavía no tengo el “box set”, pero tengo una lista de las canciones que están ahí. Creo que Michael Cuscuna hizo un trabajo maravilloso. Se puso en contacto conmigo, lo organizó todo y me envió una lista por fax de todas las canciones que iban a estar allí. Aprobé todas. Hice unos tres cambios diferentes. Creo que hay cuarenta y cinco o cuarenta y seis canciones en esos cuatro CD, más bien, y solo les pedí que cambiaran tres de ellas, no es que las que él eligió no fueran buenas, tenía un par más que pensé que eran piezas musicales más importantes para incluirlo allí. Hizo unos tres cambios diferentes por sugerencia mía. El resto, él mismo lo armó.
AAJ: Durante ese período, usted tuvo una relación muy estrecha con Art Blakey.
HS: Art era un gran tipo y un baterista extraordinario. Aprendí muchas cosas de él. Aprendí algo sobre trabajar con todos estos grandes músicos, pero creo que una de las grandes cosas que aprendí de Art, fue darlo todo cuando te subes a ese escenario. Ese escenario es como un altar. Es como un lugar sagrado. Cuando te subes a ese escenario, debes deja de pensar en todo lo demás y simplemente entregar el cien por ciento o el ciento cincuenta por ciento de ti mismo. Dalo todo. Recuerdo una vez que Art nos dio una conferencia en el Café Bohemia. Supongo que no estaba satisfecho con lo que la banda estaba haciendo. Nos dijo: «Mirad, chicos. No me importa si os habéis peleado con vuestra novia o con vuestra mujer, o cualquier problema que tengáis fuera. Cuando vengáis a este club, dejad esa mierda fuera y subid aquí a este quiosco y ocupémonos del asunto. Si quieres retomar esos problemas cuando te vayas a casa, es asunto tuyo. Cuando vengas aquí, deja esa mierda fuera y subamos allí a cocinar». Súbete al quiosco y ocúpate de tus asuntos. Y eso es lo que hizo. Eso es lo que nos animó a todos a hacer.
AAJ: ¿Y Miles Davis?
HS: Oh, Miles era un genio. Era un gran músico y también un tipo hermoso. A veces era un poco excéntrico, o un poco... Es géminis. Los géminis tienen lo que llaman personalidades duales. Un minuto son joviales y al minuto siguiente, están un poco gruñones. Cuando estaba gruñón, me alejaba de él. Cuando estaba de buen humor, intentaba estar a su lado. Era genial estar con él cuando estaba de buen humor. Siempre hablábamos de música. Me ha parecido siempre que cuando los grandes músicos se reúnen y empiezan a hablar de música, se vuelven como niños pequeños. Se ponen embobados y tontos, se ríen y hablan. Les encanta tanto la música que es un placer hablar de ella. Creo que nos conocimos en el Birdland. No estoy muy seguro de cómo nos conocimos. Creo que fue allí donde nos conocimos. Él me escuchó allí y me lo presentaron.
AAJ: ¿Milt Jackson?
HS: Milt, no recuerdo como nos conocimos, pero puede que también fuera en el Birdland. Todo el mundo venía a Birdland. Hice algunos discos con Milt. Siempre fue un placer tocar con él. Es un gran, gran artista.
AAJ: Los periodistas le atribuyen el mérito de ser uno de los pioneros del hard bop, ¿qué es el hard bop?
HS: Oh, ese es un término que los críticos ponen a la música, pero yo diría que es bop con un poco más de energía. Había bop educado y bop duro. El bop cortés era más sofisticado o más. El bop duro es ese tipo de música que patea los traseros.
AAJ: ¿Así que le parece bien el apodo de «Abuelo Hard Bop»?
HS: ¿El "Hard Bop Grandpop"? Ah, sí (se ríe). Me encanta. Sí, me encanta.
AAJ: ¿Por qué su música se presta más a un formato de quinteto que al convencional trío de pianos que utilizaban sus colegas?
HS: Me gusta que toquen mi música con algo más grande que un trío. Tampoco hay nada malo en tocar con un trío. Está bien, pero siempre me ha gustado escuchar mi música interpretada con algunas trompas y, a veces, con una instrumentación mayor que la del quinteto. Hemos hecho «Silver 'n Brass». Hemos hecho «Silver 'n Woodwinds». Hemos hecho «Silver and Voices», «Silver and Percussion», «Silver 'n Strings». Hemos hecho septetos, sextetos, octetos. Intento extenderme y hacer algo un poco más diferente que un quinteto, pero el quinteto es mi pilar. La gente me adora por el quinteto. Les encanta Horace Silver en quinteto. Me encanta el quinteto. De vez en cuando necesito algo diferente.
AAJ: Hablemos de un antiguo miembro de uno de sus quintetos, Tom Harrell.
HS: Tom es un gran artista. Sí, Tom, acabo de oír hablar de Tom por parte de Woody Herman. Yo estaba tocando en Chicago y Woody estaba en Chicago. No estaba tocando esa noche o algo así y vino al club a escucharnos. Lo vi de pie en el bar, así que cuando bajé del escenario, me acerqué a él para saludarlo. Creo que era la primera vez que lo veía y me presenté. Empezamos a hablar. Tomamos un par de copas y me dijo: «Hombre, tengo un trompetista joven muy bueno en mi banda. Le encanta tu música». Entonces le dije: «Tengo que verle alguna vez. Tal vez pueda usarlo». La siguiente vez que lo vi, tocabamos en Boston, en el Jazz Workshop de Boston. En la parte de atrás había otra sala de jazz. La banda de Woody estaba en una sala y nosotros estábamos en la sala de adelante llamada Jazz Workshop. Naturalmente, durante el intermedio, íbamos a la otra sala e intentábamos escuchar una de las canciones de Woody, si seguía tocando con su banda. Cuando ellos se bajaron, entraron corriendo a nuestra habitación e intentaron atraparnos. Entré una noche, entre los intermedios, y los oí tocar la última canción de su actuación y un trompetista se levantó y tocó un solo. Me quedé atónito. Dije: "Joder, este tipo está tocando como un loco. ¿Quién es este tipo?". Me acerqué, me presenté y nos conocimos. Conseguí su número de teléfono y todo, para mayor sorpresa era Tom. En ese momento, Randy Brecker tocaba la trompeta con la banda y cuando Randy se fue, le dije: "Bueno, ya sé a quién llamar. Déjame llamar y ver si Tom está disponible". Llamé y me llamaron. He tenido algunos músicos excelentes en mi banda. He sido muy afortunado. Todos son buenos. Los amo a todos. Y todos han contribuido al sonido de Horace Silver y les agradezco por ello.
AAJ: Si tuvieras que formar una banda con músicos, ya retirados o presentes, ¿a quiénes elegirías para ocupar los puestos de saxofón, trompeta, bajo y batería?
HS: Buena pregunta. Dependería del proyecto que tuviera en marcha. Podría ser un proyecto con una gran banda, una banda pequeña, un cuarteto, un quinteto, un sexteto, un septeto, un tipo de jazz, música latina o blues, un álbum de baladas. Tendría que averiguar primero cuál sería el proyecto y luego decidir qué músicos utilizaría. No me limitaría a decir que utilizaría a este o a aquel otro porque puede que no encajen en ese proyecto en particular. Miro mi proyecto. ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Es como el clásico disco de Horace Silver o es un álbum de baladas o va a ser un álbum de música latina? ¿Quién encajará en esta música? Intento descifrarlo. No me gustaría dar nombres. No voy a dar nombres porque hay demasiados buenos músicos por aquí. Por ejemplo, los chicos que están en mi último disco, Jazz Has a Sense of Humor. Son geniales y espero volver a contar con ellos porque suenan muy bien juntos: Ryan Kisor, Jimmy Greene, John Webber y Willie Jones. Todos son buenos músicos, pero los cinco parecíamos encajar bien juntos. Espero volver a contar con ellos en otra ocasión. Pero también hay otros buenos músicos por ahí. No son los únicos, Fred.
Horace Silver - Señor Blues - (Horace Silver, Blue Mitchell y Junior Cook)
AAJ: ¿Son tú y Elvin los últimos líderes que asesoran a los músicos jóvenes?
HS: Bueno, no creo que esté muriendo en sí. Creo que, bueno, la mayoría de los pesos pesados, los gigantes están muertos. Todos estos grandes, por supuesto, hay algunas personas con nosotros, de los tipos más viejos que son maestros, como Milt Jackson o Ahmad Jamal o Cedar Walton y oh, no sé, no me gustaría dejar a nadie fuera, pero me refiero a algunos de los de la generación anterior que son realmente maestros. Quedan ya muy pocos de ellos, especialmente aquellos que tendrían un quinteto o algo más grande que un quinteto. Hay algunos pianistas. Pueden ser mentores de un bajista y un baterista, pero ya no existe el grupo Art Blakeys ni el Jazz Messengers para atraer a jóvenes y entrenarlos, para que sigan adelante en sus carreras. Ya no existe Dizzy Gillespie. Ya no existe Cannonball. Ya no existe ese tipo de grupos para que esos muchachos puedan obtener ese tipo de experiencia.
AAJ: Hablemos de su nuevo álbum en Verve, Jazz Has a Sense of Humor, y de si el jazz tiene realmente sentido del humor.
HS: Definitivamente. Creo que toda la música debería tener sentido del humor en algún momento, no es que cada pieza musical tenga que tener humor, pero, bueno, hablando por mí, me gusta que la mayor parte de mi música tenga humor. Hay momentos en los que quiero ponerme muy serio con mi música. Puede que tenga un título muy serio para una canción o puede que tenga una letra muy seria, que es muy profunda y muy seria, por lo que no tiene sentido del humor, pero es sólo una pequeña parte de mi música. Diría que entre el setenta y cinco y el ochenta por ciento de mi música es atrevida, con algo de diversión y risas. Es edificante y entretenida. Me encantan todos los miembros de la banda. Son grandes músicos, todos y cada uno de ellos.
Y si repasas la carrera de Horace Silver, verás que mucha de mi música tiene sentido del humor, melodías como «Juicy Lucy», tienen títulos humorísticos. Tienen letras humorísticas. Soy un amante de la comedia. Cuando era adolescente, solía tocar los fines de semana en un club de Norwalk, Connecticut, un club de personas de color. Allí siempre tenían un cómico en el espectáculo.
Teníamos que tocar para cualquier espectáculo, una bailarina de striptease, un cantante y un comediante. Solía escuchar esos chistes, muchos de ellos eran obscenos. Iba al día siguiente, un lunes, y se los contaba a mis compañeros de clase. Se partían de risa. Me encanta el humor. Me encantan Richard Pryor y Jack Benny, todos esos grandes comediantes. Creo que es importante, igual de importante, que el mundo tenga música para darnos algo de felicidad y alegría, para elevarlos. También necesitan algo de comedia que los anime. Soy un gran amante de los comediantes. Me encanta... ¿cómo se llama este tipo? Este comediante judío, Jackie Mason. Es gracioso. Tengo un par de videos de él. Es un comediante muy bueno.
AAJ: ¿Es la risa la mejor medicina?
HS: La risa y la música, ambas lo son. Van de la mano. Son alegres y pueden ayudarte a olvidar algunos de tus problemas hasta que encuentres una solución. Mientras tanto, te quitan la presión de encima.
AAJ: En esta etapa de tu carrera, ¿qué es más importante para ti, tu arte como pianista o tu arte como compositor y/o arreglista?
HS: Bueno, ambas cosas me gustan. Si alguien viniera a mí y me pusiera una pistola en la cabeza y me dijera: "Mira, tienes que elegir. O sigues con el piano o sigues con la composición, porque no puedes hacer ambas cosas". Yo diría con la composición, porque la alegría no tiene fin. Bueno, disfruto tocando el piano y tocando para un público en vivo, y obteniendo su reacción, pero no hay nada mejor como la emoción que sientes cuando escribes una canción. Es como sacar un conejo de un sombrero. No hay nada. De repente, tienes una pequeña idea y sigues trabajando en ella. La desarrollas y se convierte en una hermosa melodía, una hermosa armonía, un hermoso ritmo. Y luego la arreglas, la ensayas y la grabas. Es emocionante.
AAJ: ¿Cómo ve el futuro de esta música?
HS: Creo que todos estos elementos entrarán en juego en el futuro. Creo que, si nos fijamos en la música desde hace mucho tiempo, los distintos elementos confluyen. Es como si, por ejemplo, no sé si es una buena analogía o no, pero ayer salí a comprar verduras. Compré algo llamado broco-cauliflor. Es un híbrido entre brócoli y coliflor. Parece una coliflor, pero es verde como el brócoli. Creo que eso es lo que pasa con la música. Todos estos elementos diferentes se mezclan entre sí y se obtiene un híbrido. Al final, en algún momento, va a ser un híbrido de música con todas estas diferentes influencias que se juntan. ¿Tiene sentido? Eso espero.
AAJ: ¿Y el futuro de Horace Silver?
HS: Ahora estoy trabajando en otro álbum. No me he metido en el estudio, pero estoy escribiendo la música para uno ahora, para el CD del año que viene.
AAJ: ¿Otro álbum de un quinteto?
HS: No, va a ser algo un poco diferente.
AAJ: ¿Qué es el jazz para Horace Silver?
HS: Es mi vida, mi amor, mi todo.
AAJ: ¿Se imagina haciendo otra cosa?
HS: Oh, no, no. ¿Quién querría hacer otra cosa?
Horacio Silver murió el miércoles 18 de junio de 2014, en New Rochelle, Nueva York. Su muerte se debió a causas naturales, según su hijo, Gregory Silver. Tenía 85 años.