EL SONIDO BESTIAL DE SANDRO ROMERO
Por: Umberto Valverde. Colaborador de Herencia Latima Cali - Colombia
Sandro Romero creció en las mesas del Café Los Turcos (una cafetería en el centro de Cali), al lado de Carlos Mayolo, Alejandro Valencia, Luis Ospina, Fernando Cruz Kronfly y mi persona. Se mueve a la perfección entre el rock y la salsa, aunque es teatrero, escritor y crítico de cine. Se ha convertido en un difusor de la obra de Andrés Caicedo. Alguien puede pensar que los “nuevos” textos de Caicedo son “escritos” o “corregidos” por él. Es decir, reinventados.
Cali, como memoria de la música antillana y de la salsa, ha producido casos extraños como que un escritor se convierta en biógrafo de Celia Cruz, o que se escriba un libro de 500 páginas sobre el Ciego Maravilloso. Alguna vez pactamos hacer una biografía con Richie Ray y Bobby Cruz. El tiempo se me pasó y no lo hice. Sandro Romero, que no tenía edad para verlos cuando vinieron por primera a Cali, decidió hacer una biografía cinematográfica sobre ellos. Me tuvo en cuenta para dejar mi testimonio de esos músicos que yo conocí y que se convirtieron en leyenda en nuestra ciudad. Sin embargo, a Bobby no le gustó algo de lo que conté, que puede ser imaginario pero es el imaginario que aceptaba la gente, y estuvo a punto de vetarme. Sandro los convenció que no. Cuando me encuentro a Bobby y Richie conversó más con Richie, es más divertido y menos prevenido. Bobby no tanto, no sé si fue por este incidente, o si por el paso del tiempo ya no se acuerda que yo he colaborado para ellos sean leyenda. Sandro los persiguió para hacer este documental que ha luchado con perseverancia porque el problema de los derechos musicales es muy complicado. Tanta complicación para saber que ahora los músicos no tienen quien los grabe. Eso es lo que sucede con leyendas vivas como El Gran Combo o el Grupo Niche. Por eso quise hacer este reportaje sencillo para que sepan: Cali también es memoria de lo que Richie y Bobby fueron en la música.
1. ¿En qué año surgió el proyecto?
La película comenzó a gestarse en el año 2001. Sylvia Vargas, amiga mía que acababa de estudiar cine en París, se comprometió a conseguir el contacto con Richie y Bobby, luego de ver mi inmensa colección y mi conocimiento por la música de los dos músicos. Así lo hizo y en julio viajamos a New York para filmar las primeras imágenes en Elizabeth y en el Concierto del Carnegie Hall. Esas fueron las primeras imágenes que tuvimos. Luego, en la medida en que nuestro presupuesto lo permitió, seguimos filmándolos, hasta que en el 2003 se hizo el grueso del material, en el Concierto de los 40 años y la celebración del disco No. 100 en Bayamón (Puerto Rico).
2. ¿Por qué?
La película, por ser una correalización, tiene muchas razones y, al mismo tiempo, muchos retos. En mi caso, hacer una película sobre la historia de Ricardo Ray y Bobby Cruz era un homenaje a mi ciudad, a mi generación y a mis amigos. Es una manera de explicar las razones insólitas por las cuales un par de músicos tan lejanos se convierten en un fenómeno en una ciudad como Cali. Era, al mismo tiempo, una labor de investigación exhaustiva para encontrar las razones por las cuales Richie y Bobby se convirtieron en los genios que fueron en los años sesenta y parte de los setenta.
3. En dónde filmaron?
La película se filmó en New York, New Jersey, Miami, San Juan de Puerto Rico, Hormigueros, Bayamón, Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena, París y Bogotá. Se editó una primera versión en Barcelona. En estos momentos, empezando el 2009, estamos en la etapa de postproducción,
La relación con ambos ha sido
muy cordial. Nunca he sabido, a ciencia cierta, qué piensan de esta
pequeña troupe de filmadores que los ha perseguido por medio
mundo. Pero jamás han puesto problemas. Al contrario. Han colaborado en
todo lo que hemos necesitado, hasta donde es posible para ellos.
5. ¿Cuál es mejor persona?
Imposible separarlos. Aunque ellos muchas veces lo han querido, creo que ya están condenados felizmente a estar juntos. Richie es la hormiguita trabajadora, el genio musical. Y Bobby es la voz, el que se para al frente, la personalidad, la imponencia. Creo que ambos se complementan y se necesitan.
Ellos se dieron cuenta, 26
años después de haberse convertido al cristianismo, que la importancia
de ambos radica en lo que ellos mismos llaman “la música secular”. Y han
regresado. No sé si demasiado tarde, pero allí están. Demostrando que el
gran genio de Ricardo Ray y Bobby Cruz está en el mito que construyeron
entre 1963 y 1974, a pesar de que a ninguno de los dos les gusta vivir
del pasado. 7. En Cali son leyenda, pero en otros sitios no tanto, en Cuba no los oyeron, en Puertorrico no se si los miran como neoyorkinos, y en Nueva York nadie tiene memoria. ¿Qué sienten ellos?
Yo los veo muy preocupados por hacer música y nada más. Creo que ellos no son conscientes de lo que representan. De alguna manera, creo que va a pasar lo que sucedió con los músicos del Buena Vista Social Club. Se van a convertir en leyendas vivas.
8. ¿Cómo es ese extraño contacto con Medellín?
Yo no he estado muy cercano a ese proceso, porque cuando grabaron en Medellín el álbum “Que vuelva la música”, nosotros ya habíamos dejado de filmarlos. Tengo entendido que Codiscos les hizo una oferta y ellos simplemente la aceptaron. Y consiguieron un grupo de músicos que se adaptaron muy bien al estilo y a las necesidades de ambos. Me da la impresión que se la pasaron muy bien.
Yo creo que ellos están interesados, en estos momentos, en recuperar el sitio que han perdido en el mundo de la música. Y nuestra película podría acomodarse a este propósito, aunque nunca se planteó así. Porque “Sonido Bestial” no es una película que estaba dentro de los planes de Richie y Bobby. Nosotros nos hemos ido “acomodando” a sus planes. No hablé con ellos de sus contemporáneos. Pero la presencia de Pacheco, de Valentín, de Papo Lucca y de toda la constelación de invitados que hubo en el concierto de sus 40 años nos da un poco la medida de lo que ellos representan para la historia de Richie y Bobby.
11. ¿Cuándo se lanzará el documental?
Es una pregunta que ya no quiero responder, porque cada vez que aventuro una fecha, todo se aplaza un año. Por lo pronto, con el premio de postproducción que nos dio la dirección de cinematografía de Colombia, esperamos estar listos para la batalla a finales del 2009. Pero no puedo jurarlo.
12. ¿Es muy difícil trabajar con músicos?
El problema no son los músicos sino el infierno de los derechos musicales. La película ya hubiera salido hace mucho rato si no nos hubiera tocado esta constelación de cartas que vienen y van, porque todos creen que “Sonido Bestial” es un gran negocio. Por fortuna y por desgracia, no lo es. Para mí es un homenaje apasionado. Y por desgracia de nuevo, todavía existimos los últimos románticos.
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