Herbie Hancock
Watermelon Man
Adrián Pertout habla con Herbie Hancock desde New York acerca de Mongo Santamaría, los "Headhunters" y su carrera cinematográfica
Por. Adrián Pertout BEAT MAGAZINE PTY LTD Número 36 del 9 de abril, 1997 Versión libre al español de Israel Sánchez-Coll Miembro Fundador de Herencia Latina
En 1963 el número “Watermelon Man” de Herbie Hancock, que por cierto había sido incluido en su primer álbum grabado para el sello Blue Note y el cual se tituló “Talkin Off”, fue el éxito de Mongo Santamaría como una tonada jazz-pop latino. Mongo comenzó su asociación con Herbie a mediados de los años sesenta, y es considerado como el timbero afrocubano más destacado del momento y pionero dentro de los estilos del jazz latino. Herbie inmortalizó su época y su periodo musical con el lanzamiento del doceavo álbum “Head Hunters Herbie Hancock” grabado en 1973 y en donde el tema “Camaleón” alcanzó un poderoso éxito en las estaciones radiales, por lo que lo consagró como el gestor de las fusiones de jazz, funk, soul y hip hop. Posteriormente continuó cosechando éxitos y en el 1986 ganó un Oscar por la banda sonora de la película 'Round Midnight'. En los noventa vuelve a brillar con luz propia con la producción 'The New Standard', una producción hilvanada con intérpretes contemporáneos de música jazz y pop.
Su asociación con el percusionista afrocubano Mongo Santamaría le dio mucho reconocimiento comercialmente cuando ambos estamparon el éxito “Watermelon Man”. ¿Cómo fue que este estilo rítmico influenció su trabajo? Herbie Hancock (HH): ¿Cómo que su estilo rítmico? Hum, bueno déjeme decírselo de otra manera, está clase de sentimiento latino musical del momento. HH: Oh ya veo. Yo escribí esa canción y la grabé primero y para ese entonces no conocía a Mongo. Correcto. Ya tú escribías en ese ámbito latino, con ese sentido. HH: No, no, sólo fue una versión en jazz - funky y fue grabada en mi primer álbum el cual titulé “Talkin Off”, no había nada de latino en esta producción, quiero decir no había percusión latina en la grabación, solamente eran canciones “jazzeadas” en bajo, trompeta, piano y saxo tenor, eso era todo. Nunca yo había oído un número latino y qué pasó, bueno cuando mi grabación ya estaba en el mercado, y de hecho ocupaba los primeros lugares en las listas de los Estados Unidos, Mongo Santamaría me llama o bueno la gente de su banda me llama para ver si puedo trabajar con él un fin de semana ya que su pianista se había separado de su formación. El músico de Santamaría había renunciado un jueves y quién lo iba a reemplazar llegaba el lunes de la semana próxima, por lo que yo tenía que tocar tres noches consecutivas. Entonces yo le llamé y le dije: “Bueno, yo no he tocado música latina, ni he tocado con músicos latinos además no se tocar el piano en ese estilo latino”. El me respondió: “Está bien, es por tres días, puedo tolerarte. Bien, voy a enseñarte algunas cosas básicas que debes aprender”. Yo le contesté: “No estás bromeando verdad”. Pero así son las bandas latinas, comencé a improvisar por supuesto, pero de montuno no sabía nada, no obstante ellos me enseñaron poco a poco. Como quiera, ese tercer día un domingo estábamos tocando en el Bronx, —por supuesto yo vivía en el Bronx—, al mismo tiempo que tocaba, Donald Byrd trompetista y quien fuera mi compañero de cuarto, vino a verme, —él fue como una especie de hermano mayor, más o menos, tú sabes. Fue al Club a verme tocar con Mongo, quería ver como estaba, de todas maneras durante uno de los recesos Donald conversó con Mongo y le preguntó: “¿Qué clase de ejemplos eran comunes entre los afro cubanos latinos y los afro americanos jazzistas?” y Mongo le decía: “No hay ninguna diferencia marcada entre ambos estilos, ambos buscan mantenerse tocando lo mismo.” Yo no le prestaba mucha atención a esta conversación porque era muy pesada para mí en ese momento (se ríe), Pero de pronto Donald me dice: “Hey Herbie ¿por qué no tocas Watermelon Man para Mongo? Y pensé: ¿Qué rayos tiene que ver eso con la conversación que estaban hablando? Allí mismo pensé pero que rayos si es una pequeña tonada de jazz y funky; no obstante, comencé a tocarla, entonces Mongo se levantó y dijo: “Sigue tocando”, fue a la tarima y cogió las congas, y comenzó a tocar, se sentía como si se hubiera colocado guantes en sus manos, era perfecto. Luego los músicos uno a uno se fueron integrando y tocando; el bajista se fijaba en mi mano izquierda para buscar la nota en la línea y a la vez se apertrecha en la melodía comenzando a tocarla, seguidamente el trompetista, el saxofonista y toda la banda se integra. También poco a poco el público se fue levantando de sus mesas y se dirigieron a la pista y allí estaban todos bailando, gritaban y chillaban en fin, pasaban un gran momento y decían: “Esto va ser un éxito”. “Esto es fantástico”. Era como una película. Después Mongo me dijo: “¿Puedo grabar esto?” y le respondí: “Por supuesto”. La grabó y fue todo un éxito. Así fue como pasó.
En este periodo de los setenta con los “Headhunters” estableciste una fusión entre el jazz y la música funk al mismo tiempo. ¿Cómo diste paso a esta idea? HH: La banda que tuve primero que los “Headhunters” ¿a eso te refieres? Esta primera banda la llamábamos NYDC Band, con la cual grabé tres y medio álbumes (Risas), pero no voy entrar en detalle sobre esto (sigue riendo), el primero de estos fue “'Fat Albert Rotunda”, el cual no se adaptó muy bien con los demás, ya sabes fue por esta razón que cambié los músicos. Pero luego realicé “Mwandishi', hice 'Crossing' y una llamada “Sextant”. Este grupo fue como mi periodo de vanguardia en el jazz y alcance con ellos un pico máximo en el año de 1972, es ahora que puedo decir que tenía varios picos; uno máximo en los setentas y varios valles, pero en general seguí adelante. En un momento determinado mis sentimientos se habían ido tan lejos que ya no sentía si estaba llevando a cabo algún desarrollo o innovación, en efecto, no era capaz de producir cosas nuevas. No era que no había más territorio por explorar, —lo que es justo—, es que no tenía las herramientas necesarias para ir más lejos, entonces empezó la cuesta abajo. No me estaba divirtiendo, me pareció que me faltaba algo, me sentía perdido; fue entonces que en 1973 rompí esa banda. Comencé a practicar la religión Budista para 1972, así que un día comencé a entonar cantitos, no tenía idea de lo que quería hacer. Pero tenía plena conciencia que no quería seguir tocado la misma música que había hecho hasta el momento. Por supuesto, no sabía lo que quería. Un día estaba sentado cantando y de repente me vino la idea acerca de lo que me faltaba, me sentí como si hubiera estado tan ocupado arando sobre la tierra y las nubes que había una especie de olvido sobre la búsqueda de mí mismo en las raíces. Me sentía como que tenía que volver a establecer este tipo de contacto o lazo con ellas, y no dejarlas para nada en el olvido. Fue como si me hubieran cortado mis raíces. Por otro lado, desde siempre me ha gustado la gente como Sly Stone (Sylvester Stewart and Family Stones) y James Brown, incluso cuando he estado tocando cosas de vanguardia, paralelamente he estado escuchando a James Brown y Sly Stone, entre otras personas. Así que decidí colocar un poco de la gente que estaba transitando en ambos estilos de ritmo: el del blue y el jazz. Y así fueron los chicos de la banda “The Headhunters”. Yo mantuve a un chico de una banda anterior, Bennie Maupin (saxofonista), sobre todo porque entendía que él me estaba sumergiendo en un área donde el elemento del entretenimiento jugaba un papel más importante que lo se hace en el jazz. Con esto quiero decir, que el elemento de la puesta en escena en un espectáculo es más frecuente y menos practicado en el jazz. El jazz es puramente musical, mientras que sí lo estable cualquiera de las áreas del Rock and Roll, más que todo porque es una zona popular y tiene su espectáculo incluido. Y yo entiendo que el saxofonista toca una gama de instrumento y fluye en una serie de colores. El (Bennie Maupin) ha tocado la flauta, el clarinete, el saxofón entre otros. Pero, además, estaba muy animada en el escenario, y yo necesitaba eso, porque yo iba a probar esta nueva área. De todos modos, fue así que nos juntamos, y lo que yo estaba tratando de hacer era una especie de un álbum de funk. Yo no estaba tratando de hacer un disco de jazz, pero durante nuestros ensayos y poner las cosas en conjunto, comenzó a tomar la cosa su propia forma. Me gustó la forma que estaba tomando, así que le dije: “Bueno, vamos a ir a favor de la corriente, y vamos a ver a dónde nos lleva”. Y nos llevó a la grabación titulada “Head Hunters Herbie Hancock”.
¿Usted tiene habilidad para escribir de forma natural o usted a tomado alguna capacitación formal? HH: ¿Oh para escribir bandas sonoras? Bien para realizar bandas sonoras fui a la universidad y obtuve una Licenciatura en Artes y Composición Musical; pero realmente asistí a una Universidad de Artes Liberales, que no es una escuela de formación musical, no obstante, ofrecían cursos de música, claro no eran muy amplios. En algunas universidades hay un curso llamado "Técnicas Instrumentales", y es donde usted aprende acerca de la funcionalidad de los instrumentos, de cómo se tocan, y así sucesivamente. En fin, en muchas escuelas el curso de música se cubre en sólo dos años. En Louis Arts College, —la que yo asistí—, ofrece un sólo curso durante un semestre, así que no tenía una amplia formación en esas áreas, pero al momento en que participé en la realización de la música para la película ya yo había participado en un montón de trabajos de estudio, había tocado en un montón de anuncios comerciales para la televisión y en cuñas radiales, como un músico a contratos. Estaba acostumbrado a escuchar música de orquestas, porque lo había hecho desde niño, como también arreglos para bandas gigantes cuando estudiaba en la universidad. Había tocado dentro de esos elementos en mis grabaciones para el sello Blue Note, cosas como “The Prisoner” y “Speak like a child”. Pero no existían ejemplos de mis escrituras para cuerdas hasta . . .la segunda película para 1973. Poca gente sabía de esta película que se llamó: “'The Spook who Sat by the Door”, pero tuve la oportunidad de escribir para cuerdas y otros instrumentos. Sin embargo la primera película que hice se llamó “Blow Up”, del director italiano Antonioni, bien, de todas maneras, fue una ejecución muy diferente en muchos aspectos que la que escribí para “Death Wish”. Con “Death Wish” escribí para “cues” y tomas de acción, hice ciertos éxitos y utilicé varias formulas sincronizada con la acción, por supuesto, realicé arreglos para una orquesta completa.
Le indiqué que yo no tenía ningún entrenamiento formal, en su criterio formal de la capacitación para la ejecución. Yo había escrito música para comerciales de televisión al poco tiempo que hice "Blow-Up” como una cuestión de hecho. También aprendí a utilizar el sistema que usted tiene que utilizar para las figuras matemáticas, en efecto, para averiguar y sincronizar un golpe, cuando se apaga una bomba o mostrar una mirada de sorpresa en el rostro del personaje. Así que tuve que aprender los tiempos y cómo hacer la técnica. Tenía ese tipo de preparación, pero yo no había estado expuesto a tanta orquestación. ¡Manténgalo un momento por favor! (un teléfono suena al fondo y yo empiezo a entender que la entrevista pronto llagará a su final)…Yo no había estado expuesto a tanta orquestación, pero me sentí como si hubiera tenido un entrenamiento de oído, tanto que sentí que tenía las pelotas bien puesta para sentir que podía hacerlo y lo hice. En realidad, después de "Death Wish" yo estimé estudiar música para orquesta y composición para música de cine con un profesor aquí en Los Ángeles, y cuando le visité él me dijo: “Ah, ¿esto es una broma? ", y agregó," yo ví ¡"Death Wish"! Luego me dijo: 'Usted ya sabe cómo hacer estas cosas, ¿qué estás hablando? "Ya lo sabes” (se Ríe). Así como un tipo llamado Bill Hagen, que es como un muchacho que va grabar música de cine, ya sabes, aprender a hacer eso. Pero yo le dije: “No, lo quiero de esa manera, así que yo sé lo que exactamente estoy haciendo, y no tengo que buscarlo en un libro”. "Yo estaba mirando los libros de textos, porque me había olvidado un montón de cosas que había aprendido en la escuela. De todos modos, yo lo hice, y creo que salió bien.
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