HUMBERTO CORREDOR
EL COLECCIONISTA DE NUEVA YORK.
Foto 1, Manolo Solarte, Ismael Miranda, Humberto corredor, desconocido
POR: UMBERTO VALVERDE Colaborador de Herencia Latina Cali – Colombia La Fotos son de Humberto Corredor
Hace cuatro años que el señor Humberto Corredor no venía a Cali, Colombia. Acaba de cumplir 41 de vivir en Nueva York. Productor musical, propietario de varias discotecas, manager de la orquesta Son Boricua, uno de los coleccionistas más famosos de la capital del mundo, con más de 40 mil discos que los atesora en su casa de Flushing. Compadre de Celia Cruz, íntimo amigo de Tito Puente y Pacheco, apoyó incondicionalmente a Louie Ramírez y puso a viajar a Jimmy Sabater después de 17 años de no tener pasaporte por diversas giras en el mundo.
Corredor nació en el barrio obrero de Cali. En los pocos días que estuvo de visita conversamos para realizar un compendio de su inconmensurable vivencia y conocimiento sobre la música popular.
-¿Cuáles han sido los coleccionistas más importantes de Nueva York?
-René López, en Arsenio Rodríguez; Tony «El Boricua» López, especializado en Tito Rodríguez; Joe Conzo, una Biblia sobre Tito Puente y Harry Sepúlveda, con énfasis en los grandes músicos del Palladium. A esto hay que mencionar al historiador y coleccionista, Max Salazar.
¿Cuál es el disco más caro que ha comprado?
-Champú de Cariño, de la Sonora Matancera, un disco de 78 rpm, del sello Panart, por el cual pagué 300 dólares, en los años 70. Es decir, era un precio de escándalo.
¿Cuál es el disco que más caro ha vendido?
-Ahora el mercado es bien interesante. Los discos son como obras de arte, en cierto sentido. Ahora hay un nuevo tipo de coleccionista que no le importa cuánto vale sino que lo quieren tener todo. Por ejemplo, la primera grabación de Héctor Pérez, quien posteriormente fue conocido como Héctor Lavoe, con la orquesta New Yorker me pagaron mil libras esterlinas. Ese tema grabado por el sello SMC, en 45 rpm., se llama Mi china se botó, su autor es Arsenio Rodríguez y el arreglo lo hizo Alfredito Valdés Jr.
¿Cuál es el disco más extraño que tienes en tu colección? -Jarito llegó, de Jarito y su Combo, porque en los años sesentas cuando se hicieron solo se hacían 300 copias. Era música cubana combinada con música boricua, un poco a lo Ismael Rivera.
¿Usted sigue siendo el propietario del sello Stinson, por qué estas grabaciones son como la joya de la corona?
-Son 60 grabaciones de la Sonora Matancera, realizadas en el sello Stinson. Veinte se hicieron en 1947 y las otras cuarenta en 1948. La primera se demoró porque la grabación del tema Se acaba el mundo se complicó. En ese tiempo se grababan todos los instrumentos y voces a la vez. Las grabaciones fueron controversiales por cuanto la Sonora las hizo bajo el nombre de conjunto Tropicabana en tanto ellos tenían un contrato con el sello Panart. Stinson grababas músicos clásicos como Andrés Segovia y Carlos Montoya.
-Desde algún tiempo un actor de Hollywood viene a su casa muy interesado en comprar. ¿Quién es él?
-Matt Dillon. Esta muy interesado en la música cubana. Arsenio Rodríguez, La Sonora Matancera, la Orquesta Aragón, en fin. El nació en un sector de New Jersey que se llama West New York, un lugar de inmigrantes cubanos en la década de los sesentas. Es tanto su interés que tiene gente para hacerle investigaciones de compras de colecciones completas.
-¿Qué músico importante ha sido también coleccionista?
-Héctor Rivera, el pianista. Es uno de mis referentes para entrar en el mundo de los coleccionistas. Una de sus grandes pasiones era la orquesta de Machito. Es preciso decir que él como pianista y músico fue uno de los padres del croosver de la música latina que se llamaría salsa, sobre todo en el boogaloo.
Foto 2. Corredor, Celio González, y Roberto Ledesma.
-¿Cuál ha sido, a través del tiempo, el músico con el cual consolidaste una buena amistad?
-Calixto Leicea, Rogelio Martínez, José Mangual Jr., y Eddie Zervigon.
-¿Qué momento o anécdota recuerda de Celia Cruz, que fue además de gran amiga, su comadre?
-Ella fue comadre mía porque perdió una apuesta conmigo en 1983. Cuando Lida quedó embarazada de Tino, ella dijo que sería hembra y se llamaría Celia María. En cambio, yo me incliné porque sería hombre y llevaría mi nombre, Humberto, aunque todos le dicen Tino. Quizás el concierto que ella hizo en El Abuelo Pachanguero fue el más inolvidable de lo que ví de ella. Eso ocurrió el 9 de septiembre de 1988 y fue filmado por la BBC, tiene una duración de una hora y siete minutos.
-¿Tito Puente tenía gran aprecio por ti? ¿Qué recuerdas especialmente?
-El me decía que me reconocía todo mi amor por la música cubana y puertorriqueña. Lamentaba que la juventud de esos años no se interesara por las raíces. Teníamos una gran intimidad y era un hombre sencillo y alegre.
Foto 3: Johnny Pacheco, Corredor, Rogelio Martinez de la Sonora
Matancera y Umberto Valverde
-¿Qué puedes contar de Johnny Pacheco?
-Yo tenía prevista una grabación con Los Guaracheros de Oriente y le comenté a Pacheco si quería hacer la dirección musical. Me confesó que uno de sus sueños era interpretar esta música. Fue entonces cuando le dije: Qué tal si te llevo a Caíto y Papaíto. Pacheco me respondió: Este es el ideal que hubiera pensado para hacerlo con Fania. Le hice posible el sueño.
-¿Cuéntanos algo íntimo con Héctor Lavoe?
-Conocí a Héctor en 1968 en el Hotel San George. Para mí la magia de su voz se dispara con Cheche Cole. Uno de los conciertos memorables es el que hizo en El Abuelo Pachanguero, sobre 1986 o 1987. Ahí fue con Mangual, el profesor Joe Torres, Maldonado, era prácticamente la orquesta de Willy Colón.
Foto 4. El Inoco Héctor Lavoe y Humberto Corredor
-En este año se cumple el natalicio de Benny Moré. Refiere de nuevo la versión sobre sus grabaciones con la Sonora Matancera que tiene un coleccionista de Miami.
-Esto me sucedió en Miami, en el Downtown en una casa de discos hace veinte años. Estaba acompañado por la India de Oriente, una gran cantante cubana que tuve el privilegio de traer a Cali. Un señor que estaba ahí me dijo: «Yo tengo la grabación del único encuentro de la Sonora Matancera con Benny Moré». En ese entonces me pidió 75 mil dólares. Cuando regresé a Nueva York hablé con Calixto Leicea y me confirmó lo que había ocurrido ese día y eso lo confirmamos con muchos otros músicos que estuvieron ahí y eso quedó certificado en el libro tuyo, Memoria de la Sonora Matancera.
-¿Cuál es el tema que más te gusta de la Sonora Matancera?
-En la orilla del mar, cantando Bienvenido Granda.
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5: Dos hermanos de corredor, Celia Cruz, Corredor, Rogelio Martinez y
Rafi Mercado.
-Cuando hiciste posible que la Sonora Matancera acompañara en un concierto a Tito Cortés en Cali ¿le propusiste a Rogelio Martínez que lo grabara o no?
-No, todo se hizo sobre la marcha. Eso no era posible plantearlo, yo anduve seis años de mi vida al lado de la Sonora Matancera y Rogelio era un hombre difícil, terco y respetable. Ese tipo de cosas no era posible sugerirlo a la carrera. Ahora, si él no hubiera tenido ese carácter la Sonora Matancera no hubiera tenido la trascendencia que alcanzó través de los años. Para mí existieron dos zorros en la música: Rogelio Martínez y Billo Frometa.
-¿Cuál es el momento más sublime que hayas vivido en un estudio de grabación?
-Cuando grabamos con las Estrellas Caimán el tema Caimán Jam en Nueva York, quedaba faltando un tema y Alfredo Valdés Jr. quería hacer un tema instrumental suave. Le dije a Chocolate Armenteros: «Te acuerdas del negro Vivar». Y Chocolate, buen amigo mío, frentero, me respondió: « ¿Me quieres probar?» Llamé a Lida, mi esposa, y le dije: «Búscame tal disco y pon El Negro Ray» [Ray Barretto, álbum ¡LATINO!, (Sello: Riverside RLP-93520)]. Llamamos a Alfredo Valdés que era el director musical y como tal determinaba en que momento entraba cada músico. Chocolate se inspiró pensando en el Negro Vivar. Esa grabación se hizo en una sola toma.
No puedo dejar de mencionar una grabación especial que hice de Ray Barreto y Manny Oquendo con las Estrellas Caimán.
-¿Cuál es el mejor tema que has grabado?
-Volare. Cuando le dije a Jimmy Sabater que grabáramos ese tema consideró que ese tema no era de su estilo. Después de hacer la base musical, Mangual le pregunta a Sabater: « ¿Sí no lo vas cantar lo tengo que cantar yo? ». A él le nació hacer la versión en inglés. Sabater hacía 17 años que no viajaba fuera de Estados Unidos. Con ese tema empezó a salir a todas partes con Son Boricua. Cobo Music sigue siendo propietario de los derechos de la orquesta y tenemos los temas de la próxima grabación.
-En tus 41 años en Nueva York ¿Cuál es el mejor concierto que has escuchado?
-Sin duda, los conciertos de la Fania. El primero que se hizo en el Cheetah.
-Con la grabación de la Charanga Vallenata, tú pusiste el vallenato a funcionar en los años ochenta cuando estaba casi olvidado.
-En 1979, más o menos, yo me vinculó con el sello SAR, de Roberto Torres, Adriano García y Sergio Boffil. Para entonces yo tenía en Cali Discos Corredor y en Nueva York, Faisán Records. Le hice una grabación al negro Palomino y monté una sociedad con Lisandro Meza. Un venezolano, el señor Ernesto Aue, llevó a Nueva York la composición de Caballo Viejo de Simón Díaz. Alfredo Valdés Jr. hizo el arreglo musical. El disco no pegó en Nueva York. Primero se pegó en Cali y después hizo efecto en Nueva York al año siguiente.
-¿Al grabar a Louie Ramírez tú eres coparticipe de la creación de la balada salsa?
-Cuando grabé a Louie Ramírez en ese género ya había hecho Estoy enamorado y Todo se derrumbó para una compañía americana, que no le quiso reconocer sus créditos sobre La Noche caliente. Un muchacho colombiano produjo un disco con el tema Mi fruto que se pegó en Cali. Una vez lo presenté en El Abuelo Pachanguero y hablamos de hacer una grabación. Lo invité a mi casa, con Ray de la Paz, y le puse un tema de Humberto Calello, un compositor peruano, llamado Mentirosa. Ese fue un super éxito. Después compré los derechos de la primera producción, de Máxima Records, a Jorge García.
Humberto Corredor, Oscar De León, Larry Landa, Raph Mercado y Tito Puente, entre otros.
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