La nueva conciencia de la música latina

 

Ellos son Calle 13, fabricantes de rimas punzantes desde Puerto Rico

 

Eduardo José Cabra Martínez, Visitante, y René Pérez Joglar, Residente

 

 

Por: VERÓNICA CALDERÓN

03/01/2010

Tomado de el periódico: El País

 

Artífices de rimas afiladas. Orgullosos de su identidad puertorriqueña. Poseedores de cinco grammys. Osados, comprometidos. De vocación multimedia. Así son Calle 13, dos tipos dispuestos a comunicar sin tapujos sus ideas y a agitar las bases del sonido urbano.

 

Las canciones de Calle 13 no tienen frases gratuitas. El grupo puertorriqueño, compuesto por los hermanos Eduardo José Cabra Martínez, Visitante, y René Pérez Joglar, Residente, no gasta tiempo en repeticiones ni alusiones vacías. Sus canciones provocan, denuncian, incitan.  "Me crié así / me voa morir así", dice Ven y critícame, una de las canciones de su tercer disco, Los de atrás vienen conmigo, con el que consiguieron cinco de los principales premios en la última entrega de los Grammy Latino, en septiembre pasado. Los hermanos explican que ellos no entregan su música, sino que forma parte de un intercambio. Tarea idónea en los tiempos de Internet. Son frases que unas veces denuncian, otras veces informan y otras sólo llaman a despertar. Se cantan, se cuelgan, se twitean. Frases rotundas, seguras, resueltas. Que desean subrayar con tanta seguridad que en Ven y critícame René afirma: "En una oración repito mil veces la expresión a fuego". Algo que en Puerto Rico sirve, precisamente, para resaltar una idea.

 

Son un equipo. Tienen personalidades complementarias. Eduardo, introvertido y observador; René, abierto e inquieto. Los hermanos prefieren no separarse para las entrevistas. René lleva la voz cantante y Eduardo se limita a hacer alguna acotación. La discreción de uno complementa la expresividad del otro. A unas horas de llegar a Madrid, Eduardo observa, posa, asiente y suelta frases entre bostezos, cortesía del jet-lag. René revisa el sitio, brinca, saluda a todos, siempre asomado a su BlackBerry. "Dicen que [Eduardo] es el intelectual sólo porque no dice nada, y a mí me dicen que soy el gracioso, el extrovertido", explica René entre risas.

 

La calle 13 está en "un barrio normal, de clase media", del municipio puertorriqueño de Trujillo Alto (Puerto Rico), a 20 kilómetros al sureste de San Juan. "Rubén Blades también vivía en una calle 13", subraya René al referirse a uno de sus ídolos, al que describe como "el Bob Dylan latinoamericano". René vivía con su madre, la actriz Flor Joglar de Gracia, que se había casado con el padre de Eduardo. Ahí nacieron sus motes. El que vivía en la casa, Residente; y el que llegaba, Visitante. Comenzaron a tocar juntos a los 16. Todo empezó como una pasión compartida. No han perdido el entusiasmo inicial, asegura Eduardo. "La única diferencia es que antes nosotros cargábamos los instrumentos y ahora nos ayudan", bromea.

 

Sus tatuajes llaman la atención. Eduardo sólo tiene uno, "uno muy simple". En el brazo derecho lleva dibujada una flor. Los de René (siete en total) son toda una declaración. Van desde Basquiat a Matisse y pasan por los nombres de sus siete hermanos. En el hombro izquierdo, el bello rostro de su madre, cuya melancólica voz se asoma en Tango del pecado, el primer sencillo del segundo de sus tres discos, Residente o visitante (2007). No es la única colaboración familiar en su música. Bajo el mote PG-13, su hermana Ileana ha hecho también su propia aportación.

 

Sus canciones invitan a dejar de lado las poses. "Deja de taparte / Que nadie va a retratarte", cantaban en Atrévete-te-te, uno de sus grandes éxitos. Hay quien escucha en su música un reggaeton dotado de conciencia, pero ellos se empeñan en subrayar que su estilo es urbano, que no es lo mismo al reggaeton. Sin un afán peyorativo, matiza René. "Cuando comenzábamos, nos decían que lo que hacíamos no era reggaeton. Eso no nos molestaba, porque nunca nos hemos sentido así. Ahora nos reclaman que por qué no decimos que hacemos reggaeton", afirma.

 

 

 

Reggaeton o no, el mensaje político y la denuncia sí que son la constante. Ya aparecían en su primer disco, Calle 13, donde quizá "los temas eran más locales, más boricuas", como describe René. Asuntos boricuas y de lo más sensibles. La canción Querido FBI fue de las primeras que demostró que el grupo no se corta. El sencillo fue lanzado unas horas después de la muerte en 2005 del líder del Ejército Popular Boricua Los Macheteros, Filiberto Ojeda Ríos, de 72 años, en un tiroteo con esa agencia. El grupo se ganó duras críticas que les acusaban de promover la violencia, lectura que rechazan. René opina que la polémica nació simplemente por hablar de un tema "del que no se habla" en Puerto Rico. "Causa molestia. No debería causarla, pero esto es así", afirma.

 

Puerto Rico es su país. Así lo dicen, lo cantan y lo twitean. En el papel, la isla es Estado libre asociado de Estados Unidos desde 1952. Es decir, pertenece a Estados Unidos pero no forma parte de ellos. La defensa, la moneda y las relaciones exteriores son estadounidenses; el Gobierno de la isla tiene autonomía fiscal y cobra sus propios impuestos. René afirma que la polémica comienza en el momento en que, sobre un escenario, dice lo que casi nadie grita. "Me pongo de pie y digo ¡Viva Puerto Rico libre!", comenta sin ocultar la impotencia por lo que él describe como una falta de conciencia por los derechos puertorriqueños. "Es como si a tu madre la golpean y ella dice que está bien. Llega un momento en que le explicas que no está bien y que diga lo que diga tiene que dejar de aguantar".

 

La convicción política, la de dar voz a los que no la tienen, fue el principal motor del documental Sin mapa, que relata el recorrido del grupo en varios países de América Latina. "Tenía muchas ganas de viajar, de conocer Latinoamérica, era una necesidad", cuenta René. "El documental sirve para que otros la conozcan. Yo quería aprender, pero también quiero compartir". El periplo cruza desde las orillas del lago Titicaca en Bolivia hasta un viaje en bus con unos mineros en Perú. El documental, disponible en iTunes y en DVD, no tiene más producción que los músicos y su cámara. El producto de su búsqueda fue el convencimiento de que su música sirve para dar voz a quienes no la tienen. Mensaje que evidencia el título de su tercer disco, Los de atrás vienen conmigo.

 

Los de atrás les acompañan. Cuando René recibió la invitación este año de MTV Latinoamérica para presentar la gala de sus premios, entendió que era una valiosa oportunidad para difundir su mensaje. "Era un escenario único para hablar de Latinoamérica. Me sentí contento y halagado. No sé cómo MTV se atrevió a invitarme [risas]". La ocasión no fue desaprovechada. René apareció con camisetas que lucían frases llenas de mensajes políticos. Hubo para todos. "Chávez, mejor artista pop". "Uribe, paramilitar". "Que Cristina Kirchner se deje de inyectar bótox". "Micheletti rima con Pinochetti". "Que el presidente de México se ponga a trabajar". Las reacciones no tardaron. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia calificó al mensaje referente a Álvaro Uribe como "ofensivo y calumnioso" solicitó al canal de música "observar con mayor detenimiento las manifestaciones con alto contenido político que se hacen dentro de un escenario que se destaca por promover el arte musical". René respondió que la camiseta hacía uso de un doble mensaje y que "Uribe paramilitar" quería decir también "Uribe para bases militares", refiriéndose al polémico acuerdo que contempla la presencia estadounidense en siete bases colombianas. Aún así, afirma que, lejos de promover el odio con sus denuncias, lo que desea es incitar al diálogo. "Ni con la izquierda ni con la derecha. Hay que ser ambidiestro", plasmó en uno de sus twitts.

 

 

 

 

Precisamente Twitter evidencia el interés de los hermanos de escuchar a quienes los escuchan. Su perfil oficial en la red social suma más de 100.000 seguidores. "Me gusta porque no es agresivo. Son frases de 140 caracteres y ya está. Si quieres fotos, hay fotos, pero nada más", afirma Eduardo, que fue el primero que se hizo de un perfil y quien pasó la idea a René, que ahora es el más entusiasta.

 

Internet ha cambiado hasta su proceso creativo. "Hay veces en que estoy escribiendo una canción y de lo que twiteo me va saliendo la letra. Mis canciones son respuestas. Soy yo el que está contestando a la gente, a los que no entienden qué es lo que hago".

 

En el Twitter queda su experimentación. René comparte con sus seguidores vídeos con mensajes políticos, comentarios a las noticias de actualidad ("¡Honduras de pie!") y anécdotas como la mañana en que un mono le despertó durante un viaje a Colombia. Mona, para más señas. Fotografía adjunta en su perfil lo demuestra. Comunicación, todo el tiempo. Es el mismo en el estudio o en el escenario, que frente al ordenador. ¿La defensa de las posturas políticas es intrínseca al arte? "No puedes cambiar lo que piensas", defiende René. "Si te callas las cosas para ?ser artista?, ¿qué clase de artista eres? Un artista no se calla, dice lo que piensa y defiende sus posturas". A fuego.

 

Edición diciembre 2009-enero 2010

 

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