Oscar Hernández = Spanish o Semejante a…
Por: Raúl Quevedo Colaborador en Argentina
Presentación
Oscar Hernández es un típico Newyorican, bilingüe por un lado, la de sus padres y por otro el spanglish que caracteriza al Barrio. Como todos los pibes hijo de Puertorriqueño, creció escuchando la música nostálgica de sus padres. Sus viajes musicales como los “beatniks” tienen un destino final que es el comienzo o sea volver sobre si mismo, sobre sus ancestros, sobre sus primeras experiencias. Puede decirse que no hay en Hernández esa etapa vergonzante de haber estado en la música parado en la vereda equivocada, salvo ese hibrido que fue como productor asociado del disco "Paul Simon: Sings Songs From The Capeman" que formaba parte de la obra teatral donde actuaba el impresentable Marc. Más allá de la controversia causada por la obra, es innegable que el talento de Oscar Hernández le ha hecho brillar como un puertorriqueño en Broadway, es cierto que la gente que trabaja en el CD es lo más groso de la grey Puertorriqueña.
En paralelo tiene a Seis del Solar con los que graba sin Blades y es un armado mas que prestigioso por los músicos que la integran y lo que desarrolla, fusiones que no son fáciles, de son urbano con jazz (“Alternate Roots”) con tempos propiamente jazzisticos; hay pocas obras tan completas como esos trabajos del Seis Solar habría que remitirse a William Cepeda que impulsa la corriente Afroricanjazz pero ese es ya otro terreno y la música adquiere otras connotaciones. Estuvo en varios trabajos de la primer formación del Grupo Libre de Manny Oquendo, en la Orquesta La Revelación con Miranda y sin duda su más fuerte influencia en todos los terrenos fue Ray Barretto con el compartió no solamente su etapa salsera en “Ricanstruction” sino que lo que seguramente lo enriqueció fue la experiencia jazzera de Barretto, frustrada es cierto pero que le dio la formación necesaria para su aspiración como arreglista. Este copete para la nota que sigue le fue leída a Oscar que no estuvo muy de acuerdo en algunos conceptos, no puntualizó cuales pero tampoco dijo esto no va. Antes también, pese a no ser formal y cortés como dice la canción de Sui Generis pero si viento del sur le agradecí por el tiempo para esta conversación y le recordé el intento anterior: año 92 Club Obras, Buenos Aires, Wayne Shorter, homenaje a Miles Davies, Oscar en medio del público y yo cumpliendo con mi trabajo, fue demasiado grande mi sorpresa y el intento vano por la condición y el lugar, no por mala disposición de Oscar, esta vez pudo ser.
Raúl Quevedo (RQ): Volver atrás no tiene demasiado sentido teniendo mucha madera que cortar hacía adelante por tu armado en SAPNISH HARLEM. La Bomba musical del 97 en adelante.
Oscar Hernández (OH): Hemos tenido éxito a nivel mundial en menos de diez años. Somos bendecidos, hemos viajado por el mundo, grabamos tres CD y ya está el cuarto listo. El segundo ganó un Grammy. Qué te puedo decir; todo por hacer la música que me sale del corazón, solo hemos hecho la música como se hacía en los 70 cuando yo empecé. Recuerdo también la música de los 50 con el toque de hoy. Porque parte de lo que pasó o estaba pasando es la esencia de nuestra música y eso se estaba perdiendo, no es ese el único propósito, la idea era hacer discos de con buena música.
RQ: ¿Se puede entender que lo que se escuchaba era muy romántico, muy feo?
OH: Creo que vinimos al tiempo perfecto para el concepto que tenemos y todo el mundo se dio cuenta que sonábamos diferente a lo que se estaba escuchando en los últimos 15 años.
RQ: Y antes también, diría de Gunda Merced para adelante, no en forma pareja pero si constante.
OH: Lo que pasa que hay mucha gente joven que no tienen ese punto de referencia, nosotros sí, yo particularmente grabé con Tito Puente, toqué con Machito, con Barretto y con todos los que señalaste. Con todos esos bravos de aquellos tiempos o sea que yo aprendí como se hacia la música en esos años y eso fue lo que reprodujimos.
RQ: La inclusión de la bandera en la gráfica de uno de los discos tiene alguna significación especial.
OH: Es una especie de reconocimiento de toda esa gente de Puerto Rico que se había trasladado a la ciudad de Nueva York especialmente al Spanish Harlem, que es para los latinos como Harlem para los negros americanos. Además es el reconocimiento al gran desarrollo que tuvo la música en los años 50, 60, 70 y todo lo que culturalmente significó en este caso particular para mi, que viví esa música.
RQ: En el momento que aparece Spanish Harlem un poco antes se había conocido Buena Vista Social Club, se dijo entonces que esta era una respuesta que se le daba a la música Cubana desde Nueva York. ¿Hay algo de eso?
OH: Esa fue una decisión de la compañía para hacer un poco de comercio, ellos establecieron ese paralelo. Yo en ese momento no es que tuviera de acuerdo, no veía el punto, pero luego vi que sí, que había una relación. Es gente que toca una música de una época y de un lugar. Para Buena Vista la música de los años 40 y 50 en Cuba y para nosotros los años 70s en Nueva York, sostiene ese mismo significado; para mi lo bello es que no están esperando que yo tenga 80 años para reconocerme (se ríe profusamente). Yo tengo claro que viví, es música, aprendí de ella y tocando en muchos casos con esos músicos que ya hemos mencionado.
RQ: En el segundo disco Un Gran Día en el Barrio Ustedes hacen “covers” de “Como lo canto yo”.
OH: No son “covers”, es tema que hacía Justo Betancour, que lo hace Rubén.
RQ: Ya lo sé. También ahí Rubén hace el tema que cantó Cheo Feliciano: “Bailadores”.
OH: Sí claro, también. Para nosotros no son “covers”, “covers” es repetir el tema tal como fue hecho y nosotros le hemos agregado otros arreglos que es nuestra idea original de lo que son esos temas. Llegó la Banda por ejemplo no se parece en nada a lo que hizo Willie Colón y Héctor Lavoe (Es ahí que Sergio Leonart ―Editor de America Salsa― le comenta a Oscar Hernández que ese tema le pertenece al pianista Argentino Enrique Lynch. Oscar con gran sorpresa manifiesta que no tenía ese dato y que se informaba en ese en ese momento). Bueno, así se hacían las cosas en esa época, pero nosotros no tenemos nada que ver con eso.
RQ: ¿Cómo ve el panorama de la Salsa en este momento? ¿Hay repunte, está en una planicie o es una expresión decadente?
OH: No me gusta usar la expresión decadente. Más bien creo, que está en un momento difícil toda la música. Hay una cuestión tecnológica que hace difícil bregar. Con respecto a la salsa, está en un momento bien diferente a lo que estuve acostumbra años atrás; yo estoy bien positivo especialmente con lo que estamos haciendo con Spanish Harlem, hemos viajado por todos los países del mundo, es una música de una gran vitalidad y que se va a mantener viva siempre.
RQ: La pregunta estuvo mal formulada de mi parte; la planicie es una planicie creativa porque por lo que se ve siempre se vuelve al modelo original de la salsa de los 70, algunos bien y otros no tanto, pero es como si se hubiera roto el molde creativo después de esos años.
OH: Creo que sí, que hay gente que mira hacía atrás sobre ese concepto. Bueno, no es un concepto esa manera de hacer la música; nosotros grabamos sobre la base de como se hacía antes, ―a lo antiguo―, no grabamos con tres “tracks” como se acostumbra a grabar hoy, músico por músico. Spanish Harlem graba en vivo con todos sus integrantes. No se si la pregunta está contestada.
RQ: Habiendo tan pocos autores o compositores, ahora por ejemplo un Tite Curet puede ser ese un motivo la baja creatividad.
OH: No creas hay gente que está creando, nosotros en el último CD tenemos nueve temas que son originales, nueve de trece; la primera crítica que escuché decía: “Pero esa es música vieja”, pero para mi es importante para que la gente no se olvide. Yo tengo tres temas originales en el disco que sale
RQ: Como baila mi mulata y con Marcos Bermudez La fiesta empezó
OH: Sí, hay otros compositores Manuel Simonet, William Torres que hacen temas nuevos con el concepto original del cual surgió la idea de Spanish Harlem .
RQ: No se enoje esta es la última de verdad. ¿Los arreglos Usted los hace a partir del piano?
OH: Los arreglos los hago desde el piano, siempre uso el piano, aunque hoy en día estoy usando la computadora (se Ríe) que es un invento bien importante, porque se hace la cosa más fácil, ahora se puede escuchar antes no se podía escuchar, aunque siempre uso el piano.
RQ: ¿Su disco en solitario para cuando?
OH: Hay gente que me está llamando, tengo mucha música original pero también tengo mucho trabajo y ya no tanta energía. Estoy viviendo en Los Ángeles y bueno es otro escenario.
RQ: Le cuento una anécdota con respecto a lo “cover” o no “cover” pero no es de mi parte polemizar con Usted. En mi programa de radio acostumbro a pasar distintos intérpretes de un mismo tema, lo hago siempre con un sentido ilustrativo, no comparativo y menos aún, polémico. Cuando yo recibí Un gran día en El Barrio pasé la versión de Justo y la de Rubén, y la de Cheo y la de Rubén. En la última media hora del programa la productora me avisa que el teléfono suena bastante, que en su mayoría se inclina por las versiones originales. Me dice que ella les pregunta a los oyentes sus edades, entonces yo le sugiero, que siga preguntando por la edad. Al finalizar se computa que las edades iban desde los 25 hasta cerca de los 40. Quienes están cerca de los 40 optaban por las versiones originales y los próximos a los 25, por las versiones de Blades. La conclusión que me deja ese computo es que Blades es masivamente difundido por los medios FM al que acceden los jóvenes mientras que Justo y Cheo, son menos difundidos en las ondas FM, pero más en algunas AM. Le quería contar esta visión desde el Sur.
Gracias Oscar
Se fue una buena tarde y uno como colofón se pregunta de qué me habré olvidado. Estoy cierto de muchas cosas porque es un personaje muy rico en la historia de esta música pero bueno ya está. Les presento esta parte de Oscar Hernández.
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