Nota de introducción: Lo que empezó originalmente como una respuesta a la inquietud de uno de los muchos salseros y salseras que visitan nuestro foro terminó saliéndose de proporción y convirtiéndose prácticamente en un resumen de lo que pasó con la salsa luego de 1980. Algo así como una continuación a medias del trabajo que hiciera César Miguel Rondón en su laureada obra "El Libro De La Salsa," que a pesar de sus múltiples imperfecciones sigue siendo referencia obligada para todos los salseros. Y digo a medias porque, buscando concentrar lo más posible el contenido de este editorial en lo que conocemos como salsa monga, hubo que excluir mucha de la buena salsa que se grabó y todavía se sigue grabando en estos tiempos de salsa de escritorio: Desde la buena salsa que tradicionalmente nos llega de Colombia, pasando por la época de oro del eterno "Bajo Danzante de Venezuela" Oscar D'León, la campaña del siempre irreverente y auto-proclamado "Dueño Del Soneo" Carlos "El Cano" Estremera en despertar las rivalidades entre soneros (y las virtudes que se supone acompañen a los que al soneo se dedican), trabajos como la Descarga Boricua en Puerto Rico y Los Soneros Del Barrio, Jimmy Bosch (el del trombón subversivo y abanderado no oficial de la "salsa dura") y Son Boricua en Nueva York (sin obviar, claro está, a la universidad de la salsa neoyorquina: el inigualable Conjunto Libre del maestro Manny Oquendo), así como la escena en la mayor de las antillas, donde luego de muchos años renegando del término, los cubanos del lado "prohibido" del Atlántico gestan su propia versión de la salsa con talentos como Issac Delgado. Y ni hablar de la época de oro de la salsa en Puerto Rico a principios de los 80's, cuando ante el desplome del boom neoyorquino (y de Fania Records), orquestas como El Gran Combo, Bobby Valentin, Sonora Ponceña, Mario Ortiz, Willie Rosario, Pedro Conga y otros tomaban la batuta. Mientras al mismo tiempo, cada cual en su respectivo estilo, grupos de carácter experimental como Batacumbele (liderado por Cachete Maldonado y de donde surgen maestros como Giovanni Hidalgo, Anthony Carrillo y Jerry Medina), Zaperoko (liderado por el trombonista Edwin Feliciano y el fenecido cantante y percusionista Frankie Rodríguez, el mismo de Harlow, Miranda y luego el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino) y el Conjunto Canayón (liderado por el timbalero Cano Robles, con Luis García en la batuta musical y de donde surgen otros grandes como Piro Rodriguez, Cheíto Quiñones, Coco Andujar y Pipo Pica) experimentan con el folklor boricua y cubano en sus diferentes variantes.
De todo esto, y de muchos otros exponentes que merecen ser destacados y que, buscando no salirnos del hilo del tema que aquí nos ocupa en esta ocasión, no podremos mencionar, nos habremos de encargar en otra intervención. Mientras tanto, hagamos esta vez un recorrido virtual por los predios de lo que muchos conocemos (y Willie Rosario bautizó) como la salsa monga.