Conversaciones con Jairo Varela

 

 

 

 

 

 

El Mito Niche

 

 

Por. ©Umberto Valverde

Colaborador de Herencia Latina

Cali - Colombia

Las fotos son cortesía de Umberto Valverde y

Carlos Andrés Valverde.

 

Esta es la suma de cinco reportajes realizados con Jairo Varela en diferentes momentos de su vida, interrogándolo sobre su vida, el nacimiento del grupo Niche, de sus conceptos musicales. También sobre Jairo Varela escribí un capítulo de mi novela Quítate de la vía perico. Además, de innumerables columnas y artículos para revistas y un especial para radio.

 

He escuchado todos los conciertos que he tenido la oportunidad desde que tocó por primera vez en Cali. He sido testigo de muchos momentos gloriosos de su vida, como también de los difíciles, cuando los músicos se le retiraron en una Feria de Cali y cuando lo metieron a la cárcel.  Después, cuando salió libre en un concierto en el Distrito de Aguablanca y en el estadio Pascual Guerrero, cuando cincuenta mil personas lloraban y gritaban Jairo, Jairo, Jairo. Coincidencialmente, otros amigos, por otros motivos, estaban en el mismo recinto y mi presencia era constante.

 

Varela, generosamente, me ha permitido estar en su estudio cuando se encuentra en sus trances creativos, que se fundamentan básicamente en un conocimiento pleno de la edición. Fuma cigarrillos Pielroja y de cuando en cuando habla. Varela es el gran músico de la salsa colombiana. Para escribir la última parte de este reportaje he visitado su estudio en tres oportunidades. Me ha permitido escuchar sus dos temas nuevos que lanzará próximamente, donde presenta su nuevo cantante Grigo Urrutia.  También me facilitó la letra de un tercer tema, sobre los riesgos de una adolescente que conoce a alguien por Internet. Además, Tito Gómez participa en los coros.  

 

Hemos hablado de cine y fútbol, una de sus grandes pasiones. Con Pelusa, uno de sus mejores pianistas, que también ha grabado con Joe Arroyo y realizó una gira con el cantante cartagenero en Estados Unidos, quien imita a la perfección al autor de Rebelión, nos hemos reído de unos cuentos graciosos sobre Arroyo. Hablar con Varela es una oportunidad para compartir su música, para estar al lado de una leyenda y un mito.(1)

 

 

-¿Cómo era el grupo "La Timba" del Barrio Roma cuando tenías 8 años?

 

-Fue mi primer contacto musical a nivel de grupo. Posteriormente me encontré con varios integrantes en la vida profesional. Fue la base para lo que estoy haciendo ahora.

 

-¿En qué consistía el grupo más o menos?

 

--Una timba consiste en una dulzaina, bongó, maracas, güiro. El objetivo era hacer música y acompañar las comparsas del barrio.

 

Varela nos hace oír, coincidencialmente, un tema del nuevo elepé, que aparecerá en 1992, titulado "Mi pueblo natal".

 

-¿Este regreso a los ancestros tiene que ver con el recuerdo de tu madre y de tu abuelo, Eladio Martínez?

 

-Por supuesto que sí. Imagínate que hay una parte que dice: "Luces de esperma que al fondo se divisan titilantes igual que estrellas en el cielo y el ruido incesante del viejo trapiche, sustento eterno de todos mis abuelos". Mi abuelo fue maderero en un pueblito que queda a unas ocho horas en buque de Quibdó bajando por el río Atrato.

 

Aparte de la madera, él trataba de aprovechar todos los recursos posibles, pues son sitios muy alejados de cualquier civilización, también había unos trapiches donde se hacía panela y a nosotros nos tocaba ir en vacaciones a laborar allá, para colaborar con algo en la familia.

 

-Tu abuelo -a quien se le consideraba el primer industrial negro y también era un hombre de música- ¿conjugaba esa cualidad suya de ser un hombre de empresa y un creador?

 

-Heredé mucho de él. Era una persona inquieta. Vivía en una localidad que se llama Sautatá, cerca a la desembocadura del río Atrato. Ellos fundaron los primeros ingenios y él aprendió mecánica, ebanistería, y guitarra. Tenía un temperamento fuerte, serio y pensante. Creía en Dios inmensamente. Se rezaba el rosario a las siete todas las noches, de lo contrario, rejo.

 

-¿A los cuántos años grabaste tus primeros sencillos, las canciones "Difícil" y "Atrato Viejo"?

 

-Es necesario primero ilustrar a la gente que desconoce la geografía del Chocó para que entiendan este tema que se asume hoy como himno en mi departamento. Habría que saber de la existencia de los Farallones del Citará, donde nace el río Atrato, y saber del alma de estos lugares. Una vez, yo estaba en Puerto Martínez y había llegado hasta ahí sólo para vender tres huevos después de doce horas de canoa, y no me los compraban. Yo vi eso. El tema retrata esa imposibilidad de uno como hombre, asistir al derrumbe de una región y una raza sin poder hacer nada.

 

El tema dice más o menos: (Varela nos canta): "Ancho y cauteloso pasas, lento en tu viaje retratas, el dolor que injusto llevas, poco a poco hasta el mar. Y pensar que todo quieres como yo, y cambiarlo todo quieres, sé también. Un día, esa vez mi Atrato, sin querer te he sorprendido, caudaloso, en un recodo, tristes tus aguas vi, y paraste en tu camino, viste el sino, con tus propios ojos ver cómo el destino, si tu madre en una montaña, busca el cielo y verá, por qué tú, por qué no yo, hijos del mismo Citará, y pensar que tu pasado fue mejor de caciques, de mi tierra su portal, hoy todavía, se tiñen aguas claras sin par, cientos y más como el Negua, como las del Bevarama, como son, cautivador pasas de nuevo, como el sol. Volverán las golondrinas a posar en tu hábitat, y en verbenas voladores, compás de cueros y tambores, rugir en los Farallones, de ti somos tus nuevos cañones, y poder cantar de orgullo, gritar que soy aguajero, señores, yo soy atrateño".

 

-¿Retomaste algunos aires de estos en la nueva canción "Mi pueblo natal"?

 

-Una vez iba para el Chocó con mi hermano Enrique, a quien prácticamente le debo todo lo que soy, él murió hace dos años, y más allá del Carmen de Atrato, desde la cual se ve la llanura selvática y se alcanza a divisar Quibdó, me vino a la mente esta composición: "A lo lejos se ve mi pueblo natal, no veo la santa hora de estar allá. Se vienen a mi mente bellos recuerdos de infancia alegre, que yo nunca olvidaré, luces de espermas que al fondo se divisan, titilantes igual que estrellas en el cielo, y el ruido incesante del viejo trapiche, sustento eterno de todos mis abuelos".

 

Después entra un estribillo que dice: "Ya vamos llegando, me estoy acercando, no puedo evitar que los ojos se me agüen ...

 

-¿De alguna manera has sido un poeta como tu madre?

 

-Yo no sé lo que es un poeta. Si ser poeta es tratar de darle verbo a la frase, o de pronto, adornar una metáfora, a lo mejor lo soy. Ella sí es una poeta, porque es profunda en su manera de escribir y conoce mucho de los dioses, de Grecia y de Roma, para ser más lírica y romántica. Esto es una cosa que la generación actual desconoce.

 

-Tu padre era antioqueño, ¿qué recuerdos tienes de él?

 

-Mi papá no me crió a mí. Mi mamá se separó de él a los 3 años después del nacimiento de la última de mis hermanas que es Martha. Yo lo conocí cuando tenía 9 años, en el Bajo Atrato. Se había enclaustrado en la selva y nunca quiso salir de allá, en contraposición de mi madre que deseaba que sus hijos no fueran ignorantes. Ella se quedó en Quibdó y posteriormente nos sacó a Bogotá. De él recuerdo poco, era callado y taciturno, muy trabajador, reservado, algo así como yo, se descaderó y no quiso que lo sacaran, prefirió morirse allá en su selva.

 

-¿Qué aspiraba tu madre que fueras cuando te hicieras hombre?

 

-¡Músico! Desde el comienzo ella vio mis aptitudes. A los ocho años me regaló una guitarra con el poco dinero que había. Imagínate, hizo el esfuerzo de su vida para darme ese regalo.

 

-¿Cómo ves hoy en día el primer grupo Niche desde el punto de vista musical?

 

-Es el comienzo, con todas las dificultades y sin ningún respaldo. Nosotros estábamos radicados en Bogotá y todavía en la capital no ha cambiado mucho el panorama. Entre los músicos se busca más el trabajo que estudiar música. Por el grupo Niche han pasado 58 músicos. A todos hay que agradecerles el aporte que hicieron. Todos se sacrificaron en su momento. Lamentablemente en Colombia ser artista es tirarse al abismo, porque el esfuerzo no es reconocido por la sociedad colombiana.

 

-¿En algún momento dudaste en seguir adelante con la iniciativa del Grupo Niche?

 

-Nunca he pensado en echar un pie atrás. He tratado de superar los obstáculos, los malos comentarios, la mala prensa a nuestro país, pero uno se sorprende cuando, por ejemplo, hace un mes y medio leí en un periódico que el presidente Gaviria se había excusado de ir a una condecoración que se le iba a imponer al maestro Lucho Bermúdez, quien es una de las glorias de la música en Colombia. Yo me pregunto: ¿Por qué lo hace? ¿Acaso Lucho Bermúdez no representa a nuestro país? ¡Allí está pintado Colombia!

 

-¿Por qué decidiste trasladarte a Cali?

 

-Por varias razones. No nos iba bien en Bogotá. Segundo, por la afinidad de conceptos en lo musical. Para nadie es un secreto cómo se vive la salsa en Cali y mucho antes de lIamarse así. Todo no fue color de rosa tampoco cuando lIegamos. AlIí hay una una historia larga, en la carrera primera, en el hotel Savoy, y hubo gente que ayudó como Jairo Sánchez, quien varias veces estampó su firma en casi todos los restaurantes de esta ciudad para que nosotros no nos muriéramos de hambre. El viejito Cañandonga, Jairito Obando, quien nos prestaba dinero y no nos cobraba intereses, ni le pagábamos, ni teníamos con qué. Manolo Solarte y "Cucaracho" (Adán Martínez), gente que siempre ha creído en esta corriente de la salsa. A elIos les agradezco todos los días porque fueron la mano de Dios para que llegáramos hasta donde hoy estamos y hasta donde vamos a llegar.

 

-¿Qué significó ese cambio?

 

-¡Todo! Cali ha sido todo, su gente, esa admiración por nosotros, nuestra admiración recíproca hacia su gente, sus costumbres. Uno no tiene con qué pagarle todo lo que han hecho por el Grupo Niche o por Jairo Varela. He escrito cuatro o cinco temas sobre Cali, si pudiera le haría un millón.

 

Nunca pierdo ocasión para hablar de esta ciudad.

 

-¿En este proceso de inquietud ética estarías sobre el borde de llegar a hacer temas místicos como ocurrió con Richie Ray?

 

-No sé. De lo que puede estar segura la gente es que yo hago temas sobre la vida, sin ofender a nadie, con positividad, pero tengo mi manera de ver a Dios. Muchas personas dudaban que yo tuviera la capacidad para hacer temas sociales como "Droga", "Ana Milé", "El zapato y lo tonto", o "Romeo y Julieta". Yo no estoy metido en un formato, en ningún molde. Pienso que no me puedo dejar encasillar, ni voy a permitido.

 

-¿En qué momento crees que diste el gran salto a la fama?

 

-Cuando hicimos "Cali pachanguero" se produjo un reconocimiento a todo nivel. Es un pecado no tocar este tema en una de nuestras presentaciones. Ahora se acaba de concertar la solicitud de Julio Iglesias, el solista más vendido en el mundo, por dos temas míos "Busca por dentro" y "Se pareció tanto a ti". Este contacto se hizo a través del presidente de la Sony.

 

-¿Qué tanto de tu vida personal hay en tus canciones?

 

-La manera como las digo, yo soy un singular atrevido. Tengo toda clase de temas, jocosos, desamor, románticas, sociales. En el ritmo también soy muy versátil. Prefiero dejar calentar los temas en mi cabeza y dejo madurar la idea hasta que revienta.

 

-El grupo Niche ha hecho varias giras dentro y fuera del país y Jairo Varela no ha aparecido en el escenario. El interrogante es: ¿Estás muy metido en la producción del elepé o estás cansado? Rogelio Martínez no se ha bajado del escenario durante 70 años aunque la guitarra ya no suene. ¿Qué ha pasado?

 

-Hay de todo un poco. Estoy cansado. Quiero refrescar el futuro del grupo Niche. Hace un mes están en México y me dicen por teléfono que les falta mi presencia. Pero yo los quería ver así. Algunos, internamente, sostienen que yo soy muy duro, que el temperamento mío es muy fuerte. Voy a estar a partir de la Feria de Cali y quiero inyectarle una nueva coreografía para 1992.

 

-La responsabilidad musical de Niche sin ti en el escenario ¿quién la tiene?

 

-"Pelusa".

 

-¿No has pensado en introducir el currulao en el movimiento de la salsa?

 

- De pronto sí. Aunque el currulao rítmicamente es un 6x8, y el 6x8 ya lo hizo la Sonora Matancera con temas como «Burundanga».

Pero sí quiero buscarle una aplicación. Además estoy asesorando otras orquestas, alrededor de diez, porque he sido nombrado por la B&G, segunda disquera del mundo, como productor musical, y quiero impulsar el folclor.

 

-Un heredero del son, y de la salsa que tiene sus raíces en el son, difícilmente llegará a estar en la corriente del merengue. Sin embargo, en algunas oportunidades has hecho mención a la posibilidad de potenciarlo en Cali. ¿Por qué lo dices?

 

-El merengue se comercializó con Juan Luis Guerra en los estratos sociales altos. Así sucede en México, Venezuela y Colombia. Pero de pronto el pueblo lo puede tomar porque las clases sociales se interrelacionan. Ciertamente el caleño típico baila de otra manera, cadenciosa y con estilo. Además el merengue se ha distorsionado porque hizo un viraje hacia el rock. Por otro lado, los programadores de radio lo buscan como tabla de salvación.

 

-Hoy en día se han consolidado dos corrientes de la salsa: el Grupo Niche y la Orquesta de la Luz. Son dos fenómenos que, vienen de afuera (pensando en Nueva York o en Puerto Rico) y refrescan el proceso de esta música que ha soportado una crisis con la variante de la balada-salsa. ¿Cómo ves este panorama?

 

-En cuanto a nosotros corresponde, creo que sí. Tratamos de ser mejores, sin tener en cuenta siquiera lo económico. La Orquesta de la Luz quiere retomar la salsa rumbera y la mezcla con temas románticos, por ejemplo, de Johnny Ortiz. También asumen arreglos de Sergio George.

 

-¿Has pensado alguna vez en invitar a cantantes a tu orquesta, como lo hizo alguna vez la Sonora Matancera?

 

-Es posible. He tenido ofrecimientos de Héctor Casanova, Junior Córdoba y Yolanda Rivera. Me he sentido orgulloso de la visita de Nelson Pinedo aquí en Cali, en la cual se vislumbró la posibilidad de hacer algo también. Me han llamado para colaborar con un elepé de Johnny Ventura, y me invitaron de Combo Records para hacer una producción en honor de Héctor Lavoe. Lo de Ventura se hizo y sale en enero. Por otro lado, esta misma inquietud me la dejó el merenguero Sergio Vargas.

 

-¿No has pensado en cantantes como Ismael Miranda y Lalo Rodríguez?

 

-Con Lalo Rodríguez no es posible porque él pasa el trago amargo de haber firmado con dos disqueras. De pronto, no va a grabar nunca más. Héctor Lavoe ya no puede cantar. Quizás con Bobby Cruz, pero siempre el inconveniente es que las disqueras son muy celosas.

 

-¿Qué tan grande ha sido la tensión después del éxito artístico y comercial del elepé "Cielo de Tambores"?

 

-Es un desafío. Ya está sonando "Droga". Hay otro tema bellísimo, no porque lo haya hecho yo, que se llama "Hagamos lo que diga el corazón", y otros como "No me faltó nada de ti", "No tuve a quien decirle amor". "El zapato y lo tonto", "Romeo y Julieta" y "Mi pueblo natal". Creo que hay material para estar cerca o mejor.

 

-¿Cuánto tiempo llevas trabajando en ese L.P?

 

-Más o menos ocho meses. Corrijo, mucho.

 

-Te escuché que hablas metido un cuarto trombón. Siempre estás en un constante cambio. Surgiste con dos trompetas en la estructura de la Sonora Matancera, luego metiste un trombón, después dos y ahora estás con cuatro. ¿Qué buscas con ésto?

 

-Más sonoridad. Pienso que, por el hecho de llamarse Grupo Niche o lo que sea, no puede quedarse parado esperando que otros hagan las cosas, uno tiene que arriesgar, yo soy de las personas que tengo el concepto que un tema exige muchas cosas y tiene su orquestación adecuada y si ese tema requiere diez trompetas hay que hacerlo. No encasillarse y decir; nosotros tenemos una trompeta o somos diez y dos trombones. Yo quiero hacer la música con lo que el tema merezca. Por eso en este caso específico incluí un trombón más.

 

-¿Tuviste formación musical?

 

-No.

 

-¿Cómo haces para relacionarte con los músicos en los arreglos?

 

- Yo dicto los arreglos. Es un don que pocos tienen.

 

-¿Como Beny Moré?

 

-Sí, ya lo iba a decir, Beny Moré, pero pensé que dirían que estaba tirando el chorro muy alto. Pero al igual que Beny Moré y Oscar de León, somos músicos empíricos.

 

Donde yo no aprenda a escribir se va todo pa’l diablo.

 

 

 

 

 

El Grupo Niche en su Salsa

 

 

 

 

 

JAIRO VARELA: DE LA CÁRCEL AL CIELO DE LA MÚSICA (2)

 

Jairo Varela lleva varios meses de encierro, pero no en su propio estudio, en la quinta con treinta y nueve, terminando su nuevo elepé, A prueba de fuego. He estado ahí, mirando cómo trabaja frente a su consola. Acaba de hacer un buen contrato con Sony Music. Varela mantiene su rostro severo, habla poco, está concentrado en terminar su trabajo. Y no en cualquiera: es el que espera la gente que lo idolatra en todo el país. Es Varela que ha pasado por una prueba de fuego en su vida, que ha sido humillado, es el músico que «enviaron a la cárcel con testigos preparados».

El 4 de julio será su lanzamiento en Cartagena. El elepé está compuesto por diez temas: siete de ellos interpretados por Willy García, quien atraviesa su mejor momento.

Dos serán cantados por Javier Vásquez y Beto Caicedo interpretará La cárcel. Sony Music trabajará inicialmente el tema Eres y le dará el apoyo de la campaña publicitaria con un video hecho en cine por Oscar Azula.

De los diez temas hay dos sobre su experiencia en la cárcel: A prueba de fuego y La cárcel si no. Cimarrón cuenta la historia del negro en América. Sólo tú sabes es una canción romántica que le dedica a su esposa. Es la confesión de un gran afecto: Sólo tú vives mi angustia/ sólo tú en mi desespero/ sólo tú en las madrugadas/ coincidiendo en mis desvelos/ sólo tú pones el cuerpo/ qué importa morir primero/ si lo único que sientes por mí/ es amor sincero. También se incorpora una nueva versión de Busca por dentro, con un arreglo supremamente sonoro, con un fondo de multitudes en concierto.

 

Jairo Varela nos entrega una propuesta de enorme complejidad en los arreglos, abandona casi por completo la balada salsa y recupera la música dura pero con una elaboración refinada, en donde el sesgo tecnológico se pone a la orden de lo melódico.

 

Otra novedad: Sólo tú sabes, también será interpretada en inglés para conquistar el mercado mundial.

 

Jairo Varela todavía espera el veredicto de la Fiscalía. No se le permite salir del país. Ahí están sus versos: De qué valió/ me pregunto yo/ mi bandera y mi emblema/ si yo soy parte de la solución/ no del problema.

 

Jairo Varela, el hijo de Pedro Antonio Varela Restrepo y Teresa de Jesús Martínez Arce, nacido el 9 de diciembre de 1949, a las nueve de la noche, está a punto de entregar su nuevo trabajo, de salir del encierro de su estudio, quizá por unos días se dedique a hacer crucigramas y estar pendiente del fútbol, que es uno de sus deportes preferidos.

En Cartagena se escucharán por primera vez estos diez temas que retumbarán en todo el Caribe, en la piel de los latinos de Miami y Nueva York, en la vieja Europa, y, por supuesto, en Cali, la ciudad que lo ha convertido en su hijo predilecto.

 

A PRUEBA DE FUEGO

 

Defender un país

con mis principios

con mis ideales

defender una tierra

no sé si ajena

valga la pena

que aprendí a querer

porque terminar como yo

entre cadenas

y un canto de amor acaba en llanto,

en tanto, tanto llanto

Aprender a vivir

entre el odio xenófobo,

grosero

eso dio pie,

para sacar pecho

de mi origen pueblero

de qué valió poner en alto

en lo más alto

mi bandera altanera

si el premio que recibo, sin motivo

es una larga condena

De qué valió me pregunto yo

mi bandera y mi emblema

sí yo soy parte de la solución

no del problema (Bis)

 

VARELA EXPLICA EL SONIDO NICHE (3)

 

El 30 de noviembre de 1996, en los especiales de Univalle Estéreo, en la unión de los programas Música Abierta, Que viva la música y Golpe de Clave, dirigidos respectivamente por Umberto Valverde, Danilo Alegría y Rafael Quintero, se llevó a cabo una conversación con Jairo Varela, recién liberado de la cárcel. En ese momento quisimos hablar de música y no dejar encerrarnos por el impacto de su liberación. La versión que entregamos al periódico La Palabra es lo más rescatable de ese diálogo y lo que actualmente es vigente.

 

- Rafael Quintero: ¿Qué diferencia musical busca entre el trabajo anterior y el próximo?

 

- Estamos en la obligación de superarnos día a día y debemos consolidar esa imagen de orquesta líder reconocida por musicólogos en Estados Unidos e inclusive en Cuba. Fundamentalmente lo característico es el sonido de los tambores. Es una innovación de Alberto Barros. Hablé con muchos músicos de Nueva York, hace tres o cuatro años, con músicos que uno quisiera imitar, y me respondían que cómo hacíamos para sacarle ese sonido al trombón. Antes sólo nos limitábamos a aprender. De un tiempo para acá tenemos lo suficiente para ofrecer una propuesta, no sólo en lo temático, sino lo estrictamente musical. En nuestros arreglos sí es necesario incluir cinco trombones, lo hacemos aunque no sea el formato usual de la orquesta. Ahí radica la diferencia entre la música que se hace hoy en día y los músicos de géneros de las décadas anteriores. Por ejemplo, una vez le insinué al maestro Rafael Ithier (Director de El Gran Combo) que cambiara el sonido incorporándole un trombón más, sin embargo él no me hizo caso y continúa con lo mismo, dos saxos altos, dos trompetas y un trombón, que para mí es antitécnico.

 

- Umberto Valverde: en 1994, en un reportaje que le hicimos para La Palabra, nos habló de la posibilidad de hacer una recuperación de la pachanga. Este interés sigue vigente?

 

-Uno debe ser un libro abierto: abierto a todas las tendencias e innovaciones. Además está de por medio lo comercial y uno empieza a valorar una idea como esa de retomar la pachanga y se da cuenta que no es conveniente. Es preferible dejar de lado los proyectos que uno lleva en el corazón porque tiene que despertar ante la realidad. A mí también me gusta el danzón, pero no es comercial. La bomba de Puerto Rico sólo pudo ser bien explotada por Cortijo. Y nadie más lo ha intentado en serio.

 

- Danilo alegría ¿Qué ritmos ejecuta el Grupo Niche?

 

- La salsa es la conjugación de ritmos afroamericanos. Ahora no es posible hacer un ritmo definido. Por otro lado, rítmicamente en la salsa todo está hecho. Que venga un mago y me diga que puede inventar un ritmo dentro de la salsa, es mentira. Las orquestas y músicos de la década de los cincuenta dejaron todo hecho en cuanto al ritmo. Quizás uno puede hacer variaciones, incluir un instrumento.

 

- Luis Guillermo Restrepo: uno de los aportes de Niche en la salsa es que cuenta historias, en este sentido ¿el valor de sus letras es muy significativo?

 

- En los 352 días que estuve en la cárcel los dediqué a estudiar la historia del negro en América, y de ahí surgió el tema "Cimarrón ", que viene en el próximo elepé. Resumí esa historia en 150 palabras.

 

- Rafael Quintero: no obstante tener varios arreglistas en diferentes períodos el Grupo  Niche conserva el mismo sonido. ¿De qué manera lo logra?

 

- A todos los arreglos del Grupo Niche yo les meto la mano. Yo digo cómo debe comenzar y cómo debe terminar la canción.

 

- Rafael Quintero: José Aguirre, que es también arreglista y trompetista de Niche me decía que tocaba su instrumento como si lo estuviera tocando usted. ¿Cómo ha logrado esa transferencia tan perfecta en sus músicos?

 

- Existe un gran acercamiento entre nosotros, un gran afecto, un entendimiento en materia musical, y no es para que Jairo Varela logre una meta sino todo el equipo. En esa perspectiva de la unidad estamos totalmente claros.

 

- Umberto Valverde: en el trabajo del Grupo Niche hay mucho trabajo de edición, es decir, de estudio. ¿Alguna vez ha pensado hacer un disco en vivo?

 

- Nosotros tenemos la capacidad para hacerlo, entre otras cosas, porque somos los únicos en Colombia que grabamos con los mismos músicos que actúan frente al público.

 

- Danilo Alegría: ¿Cómo sonará el Grupo Niche haciendo música acústica, sin nada electrónico, con los instrumentos verdaderos, un piano de cola, un contrabajo, etc.?

 

- Es la primera persona que me lo plantea. Sería muy interesante para el sonido. Tengo un gran bajista como Daniel Silva que toca el baby que es el mismo contrabajo pero con micrófono. Estoy acostumbrado a un sonido dentro de lo que se considera técnico moderno. En las grabaciones de antes el sonido es sublime porque allí está el corazón del músico.

 

Jairo Varela nos contó anécdotas con Arturo Sandoval y Paquito D’Rivera. Con Sandoval compartió tarima en el Palladium porque éste se entusiasmó con Niche y sacó su trompeta y se puso a improvisar. Paquito D’Rivera grabó un tema de Niche: Listo Medellín. Sobre todas las cosas nos habló de su amor por Cali, el agradecimiento que sentía por el amor de la gente hacia él, el enorme respaldo que le han manifestado en los momentos difíciles.

 

Varela lo volvió a decir una vez más: «Es un amor a primera vista, un amor recíproco».

 

 

Jairo Varela con un miembro del Grupo Niche

 

 

 

SEÑALES DE HUMO: LA NUEVA PRODUCCIÓN DE VARELA DESDE LA CÁRCEL (4)

 

Tras una puerta gris, un cuarto pequeño y oscuro, el aire acondicionado hace que en ese lugar se sienta otro clima, distinto al calor de la Cali que se encuentra afuera. En la habitación se percibe un ambiente de inquietante tranquilidad. Sobre una cama semidoble, y vigilado por una fotografía de sus hijos, Jairo Varela contesta una a una nuestras preguntas. Su aspecto es sereno, de pronto porque confía en su inminente liberación o porque ya se acostumbró a un encierro que lleva más de dos años. Habla despacio, como si tuviera todo el tiempo del mundo para contestar y recontestar cada interrogante.

 

¿Cómo ha afrontado el hecho de que le dieran permiso para ir al sepelio de su madre? Con esta primera pregunta la expresión de Jairo cambia, pasa de serena a nostálgica y reflexiva. Yo creo que son pruebas muy difíciles que le pone el destino a uno. Para mí lo más duro es no haber tenido ni siquiera la oportunidad de enterrar al ser más querido. Eso fue algo que me hirió y estoy tratando todos los días de perdonar a quienes tuvieron que ver con eso. Creo que si muero antes que esas personas, lo primero que le pediría a Dios es que sea consecuente con ellas. Yo he sido tratado como el delincuente más feroz; de acuerdo con el comunicado, ellos me dijeron que por el delito que yo estaba sindicado no tenía derecho a ninguna salida, cosa que está en contraposición a la conducta que tuvieron en casos similares con personajes de la política nacional.

 

En la postura de Jairo parece no haber rabia sino desconsuelo y una férrea voluntad por autoconvencerse de perdonar a quienes, en nombre de la justicia, cometieron una injusticia mayor contra el hombre, no tanto contra el sindicado. Quizá publicar un libro con las obras escritas de doña Teresa de Jesús y buscar la manera de rendirle tributo a ella, su madre, le ayude a Jairo para exorcizar la impotencia y el dolor que lleva adentro.

 

Varela se encuentra recluido en la Casa Fiscal del barrio San Fernando. Allí toma cursos de computadores, monta en bicicleta para mantenerse en forma, fuma como una manera de calmar la ansiedad, habla de política con sus compañeros de prisión y prefiere ver partidos de fútbol que noticieros, porque se dio cuenta de que éstos lo petrifican y llenan de nervios; al mismo tiempo, hace lo que más le gusta: componer canciones para el Grupo Niche.

 

Como un náufrago atrapado en una isla, Jairo envía Señales de humo para que alguien acuda en su rescate. El náufrago es él, las señales de humo es su nuevo elepé y las personas que lo van a rescatar somos todos y todas las que al escuchar sus temas le daremos la oportunidad de expresar lo que piensa y siente. Con este nuevo trabajo yo no quise decir algo en especial; en él no se hiere a nadie, no se habla del Fiscal como en el elepé pasado. Lo que hay en este disco es alegría; digamos que la parte alegre de lo que estoy viviendo en la cárcel está expresada en él. Es otra manifestación de la vida, no es que acepte totalmente la manera como estoy viviendo acá, ni tampoco es que la rechace, sino que es mi vida. Ya me di cuenta de que lo que estoy experimentando en este momento hay que olvidarlo, entonces comencé a hacerla en el disco.

 

El nuevo trabajo de Niche contiene ocho temas originales: Batalla de flores, No muero mañana, Mujer de novela, Me siento mal, Qué ironía, Rezo a María, Busco y Señales de humo. Este disco, según Varela, es el mejor que ha grabado el grupo hasta el momento. En la parte temática, por ejemplo, no ha habido un compositor que se acerque a la verdad de lo que está pasando en el país, yo lo hice con Rezo a María. Éste es un tema histórico, porque estoy relatando a través de una canción toda la situación de un país, digamos, la parte social y la parte temática coyuntural de por qué nosotros estamos en estas circunstancias. Se le hizo un tema a Nueva York, es un montuno, se llama No muero mañana; se hicieron temas de amor y desamor que son Busco y Mujer de novela; se hizo el son montuno que es Rezo a María; ¡Qué ironía! Es un tema sobre los desplazados. Yo tengo mucha familia en el Urabá antioqueño y he sentido en carne propia lo que es tener que ayudarle a muchos de mis hermanos medios, inclusive, hace poco falleció uno y creo que murió de física hambre. Señales de humo no es un trabajo de transición, es un trabajo donde se van a dar cuenta de que aquí está el Grupo Niche y esto es lo que querían escuchar.

 

En este disco los vientos y los campaneos vienen más agresivos buscando al bailador. Es un trabajo que, aunque mantiene el Sonido Niche, se escucha diferente a los anteriores, sobre todo cuando suenan Busco, No muero mañana y Me siento mal. Los dos primeros temas son interpretados por el boricua Wichy Camacho y el tercero fue escrito especialmente para la voz de una mujer, Paula Andrea Zuleta. El ingreso de una mujer se dio para refrescar las voces y porque había un reclamo por parte de mucha gente que gusta de la música del grupo: ¿Por qué nosotros no habíamos integrado a la orquesta una voz femenina? A ella la escogí porque es una niña muy preparada: hizo música en la Universidad del Valle, tiene los conceptos de afinación, medida, solfeo; es bonita, baila muy bien ... Además debíamos conseguir una persona que tuviera la virtud de convivir con quince hombres conservando su espacio de mujer; ella tiene todos estos atributos. Le hicimos un tema que se llama Me siento mal, a lo mejor dentro del público de la edad que ella tiene puede pegar esa canción.

 

Wichy Camacho entró para darle aire a la parte del frente. El tiene una de las voces más bonitas que hay ahora, es muy especial para temas románticos. Es un hombre muy querido en Puerto Rico y Estados Unidos y desechó dos ofertas de orquestas muy importantes para venirse al Grupo Niche; lo llamaron del Gran Combo y de Eddy Palmieri; el último elepé de Palmieri lo grabó él.

 

Grabar Señales de humo no fue una tarea fácil, de pronto por eso cuando Jairo habla del disco se enorgullece y llena sus frases de elogios y adjetivos positivos. Los arreglos del disco se hicieron aquí en un computador muy pequeño que hay ahora; los hice con José Aguirre durante mes y medio. Comenzamos la grabación prácticamente por teléfono, la dirigía yo, me traían casetes y aquí definíamos: esto no está bien, esto no va aquí… Fue algo muy difícil, gracias a Dios nosotros tenemos estudio de grabación o si no creo que eso se hubiera llevado 800 horas de estudio y ponga una hora a 150 dólares, ninguna casa disquera hubiera estado en condiciones de comprar una producción así. Dios quiso que las circunstancias se dieran de esta manera y creo que cuando hay sacrificio, amor y sobre todo cuando hay talento, las cosas salen bien.

 

Cuando salga del centro de reclusión a Jairo Varela le gustaría volver a la tarima con la orquesta. Pero antes de eso desea ir a Cuba. Yo quiero ir a la isla; no en plan de paseo sino con el propósito de sentir y embarrarme de pueblo, sentimientos y lágrimas; de la vida en otra sociedad, en otra cultura; de una manera distinta de ver las cosas. Cuba es la madre de lo que nosotros hacemos; ¡imagínense que yo tengo 48 años y no conozco a mi mamá todavía!

 

Aunque uno de los sueños de la orquesta es tocar en Cuba, y desde allá han recibido muchas propuestas para realizar conciertos, aún no han podido hacer presentaciones porque, como reconoce el mismo Jairo: Nosotros vivimos de esto y donde vayamos a Cuba automáticamente nos cancelan la visa de los Estados Unidos. El Grupo Niche depende del mercado americano; por ejemplo, este año hemos ido ocho veces; así es muy difícil arriesgarse. De manera individual yo sí puedo ir y apenas salga de esto lo voy a hacer.

 

JAIRO VARELA EN CLAVE MUSICAL (5)

 

 

-Usted representa una línea musical dentro de la salsa, ¿cómo ve las otras líneas musicales de este género?

 

-Yo casi no escucho lo que hacen los demás. Sin temor a herir susceptibilidades, pienso que lo que se hace en Puerto Rico está muy repetitivo. En Nueva York, Marc Anthony, para mí, es impresionante, así las generaciones anteriores no queramos digerir eso.

 

-Hay dos corrientes cubanas en este momento: las orquestas como Los Van Van que tienen eso que llaman la timba y las grabaciones que se están haciendo con músicos cubanos viejos que van a terminarlas después a Londres o España y que tienen un mercado muy bueno en Europa, como es el caso de Ray Cooder que ganó el Grammy como mejor interpretación tropical latina. ¿Cómo ve esas dos tendencias?

 

-Son buenas y aceptables. Creo que son círculos que da la música, como la moda. Siempre es lo mismo, ahora está en boga la timba y cosas como esa, me gustan pero a veces se vuelven como cansonas.

 

-Sigue creyendo que por ahora en la salsa la balada sigue siendo la dominante.

 

-No, es que no hay dominio de nada, nunca lo ha habido. La gente de la farándula de aquí, los de vieja data, han tergiversado eso; la música es una sola, digamos que el que no tuvo el atributo para hacer un tema original recurrió a la balada, pero es música romántica; es como cambiarle la sensación a la gente, que en vez de bailar un bolero bailen algo más moderno. Siempre lo he dicho, para mí la salsa es la conjunción de ritmos afrolatinoamericanos, es una palabra genérica que encierra toda esta cantidad de ritmos, desde el bolero moruno que es lo más lento hasta la rumba cubana, pasando por el guaguancó, la guaracha, el son, el cha cha chá, eso nunca se va a acabar.

 

-Usted ha sido testigo del asunto de los festivales de música del Pacífico, ¿cómo ve las posibilidades de que esa música se pueda internacionalizar?

 

-Se convertirá en música internacional siempre y cuando el gobierno o cualquier entidad suba el nivel del músico en la comarca del Pacífico. Esa música es buena pero no tanto, por ejemplo, el concepto de afinación no lo hay. Yo ví el Festival del Pacífico por televisión y puedo decir que esos ritmos sin concepto de afinación a Europa no van a llegar. Cuando ese nivel supere al que tenemos actualmente se harán cosas mejores, mientras no suceda eso yo creo que se va a quedar ahí, a no ser que de pronto una orquesta conformada, como nosotros u otra del mismo género, pueda tener la cabeza e imaginación de decir: vamos a hacer adaptaciones. En mi caso eso no va a ocurrir por ahora porque la tinta de la pluma mía está vivita.

 

-¿Usted todavía lleva los ritmos del Pacífico por dentro?

 

-Es que hay una equivocación; si yo escucho, por ejemplo, El Guachupecito, no tiene que ser, necesariamente, en el ritmo que el compositor lo hizo. Yo puedo buscar otros ritmos para decir algo y aplicado; eso es lo que se necesita: personas que tengan un estudio de la música, del folclore y que hayan tenido la oportunidad de haber ido a una Berkley en Boston y que estén llenos de estudios de música para poder aplicar ese conocimiento a lo que ellos ven. Pero no vayan a creer que en un futuro va a llegar un músico y con el mismo ritmo lo va a pegar mundialmente, no. Eso es como el caso de La Canoa Ranchá, ese tema es un aguabajo, pero si se toca así no se hubiera vendido y ya hasta salió en una película de Hollywood; se hizo en una cumbia elegante y gustó mundialmente.

 

-¿Cree usted que habría alguna manera de que un tema con un ritmo del Pacífico, por ejemplo un aguabajo, se dé a conocer y tenga acogida internacional sin que para eso sea necesario pasarlo a un ritmo más comercial?

 

-Es difícil pero no imposible, eso depende de arreglista para, bajo esos parámetros folclóricos y sin que se pierda la esencia, poder transmitir todo eso. Yo tengo otra idea de la música, de la música comercial.

 

-Ahora hay mucho interés en la música del Pacífico. Por ejemplo, Zumaqué quiere hacer eso sinfónicamente.

 

-Yo no sé, que lo haga pero que lo comercialice; comercializar no es que se venda sino que tenga aceptación. Uno puede hacer muchas cosas, puede hacer una sinfónica, meterle 40 trombones, pero si no va a tener aceptación se está arando en el desierto.

 

JAIRO VARELA: LA MODA PASA, LA SALSA QUEDA (6)

 

El día de la cita para nuestra conversación Jairo Varela se encontraba en su estudio haciendo la versión final de un tema sobre los balseros cubanos para enviar a la Sony. Es una labor de artesano, en compañía de José Aguirre, director musical del grupo Niche, quien acaba de reemplazar a Alberto Barros que se marchó para Los Ángeles con el propósito de reorganizar Los Titanes. También estaba presente el arreglista Juan Vicente Zambrano. Entre ellos revisaban la cantidad de compases de cada instrumento. En silencio, junto con Rafael Quintero, compartimos este momento excepcional del trabajo musical.

 

El coro es pegajoso: - «Rema que rema balsero de Cuba vas para el cielo».

 

Jairo Varela ha mantenido muchas relaciones con cubanos, entre ellos sus mismos empresarios en Estados Unidos. Un tema del grupo Niche, Mi tierra natal, es uno de los preferidos por la comunidad de la isla en Miami. Es la canción que ellos quisieran cantar cuando puedan regresar a su patria. El creador chocoano explica su interpretación política: Nadie tiene derecho a oprimir un pueblo. Si el sistema de gobierno no funcionó tiene que cambiar para dar paso a otro. Yo he visto cubanos recién desembarcados que no conocen una manzana y una uva.

 

La idea nació de una sola imagen. La compuso en dos horas y montaron el arreglo en un solo día. Lo que toma tiempo es la versión final que Sony requiere con urgencia para que el tema no pierda vigencia.

 

Además de este tema, Jairo Varela tiene muchas expectativas con su nuevo elepé, por la delicadeza de las letras, por su profundidad, por estar mejor interpretado y por su alegría. Lee con orgullo la letra de Cobarde, que todavía no sabe en qué ritmo se grabará. De repente, en un son suave, como ocurrió con Sin palabras, que fue el primer bolero de Niche y una exitosa experiencia.

 

Pero Varela confía en que Gotas de lluvia se lleve todos los honores del público mundial. Y lo lee en voz alta:

 

-Gotas de lluvia

 

no es el rocío

lágrimas que vienen del corazón

gotas de lluvia

no es el rocío

lágrimas que brotan

porque no hay amor.

Pudiste haberme dicho que sí

pudiste haberme dicho que no

que no sentías nada por mí

que lo nuestro nunca fue nada ...

 

Varela es tajante: -Mi propuesta es volver atrás. En busca de los años 60 y 70, cuando la salsa estaba en todo su furor, con alternativas de un mejor sonido, con temáticas claras, por todo esto el nombre es típico y moderno.

 

Hace poco, me encontré con Varela en un concierto de reggae.

 

Retomamos en su estudio la conversación que se inició entre ruido de adolescentes.

 

-No solamente la juventud sino que todo el mundo consume lo que sea agradable de consumir, anota Varela.

 

-Mis continuos viajes me permiten percibir hacia dónde va la onda. Colombia no puede ser uno menos. El reggae, por ejemplo, tiene ya una afincada apertura en la Costa Atlántica por la cercanía con Jamaica. Lo que realmente me sorprende es que la gente sienta afinidad por canciones en inglés. Sin duda, es un idioma definitivo en la vida actual, el que no sabe inglés va a pasar muchas necesidades y se va a limitar. La música que disfruta la juventud tiene muchas corrientes: el reggae, el rock en español, el rock clásico, el merengue, la salsa que siempre será tradicional. Nosotros tenemos una gran ventaja: cuando la gente se cansa del merengue o del vallenato, vuelve a lo suyo, a lo que siempre ha estado ahí, porque es la música que sienten todos los latinos, es nuestro propio lenguaje».

 

Varela escucha nuestra crítica a la balada-salsa, impuesta por las casas disqueras y las emisoras de F.M. y prosigue en su exposición.

 

-Soy consciente de esa crisis, por eso quiero volver a empezar el círculo, porque la vida da vueltas como la moda. En los años 30 se usaban la bota ancha, la solapa, los sombreros. Después, llegaron la minifalda, la falda larga, al tobillo, a media caña, ya no sabemos qué inventar, cómo darle la vuelta a las cosas. En nuestro caso, regresar atrás es importante. Los salseros viejos se quejan mucho de la salsa que se hace hoy en día. Pero yo me pregunto, antes las letras sólo se referían a la sabrosura, al ají y al picante, después vino la corriente de Rubén Blades, que le inyectó sabiduría, un poco de política, y después aparece la salsa romántica. Lo que sí debe reconocer el salsero viejo es que aunque no sea la mejor manera de hacerla, se ha logrado mantener el gusto.

 

-Hay otras búsquedas y experiencias, digo yo. Gloria Stefan acaba de realizar un excelente elepé, reuniendo lo mejor de los músicos cubanos en el exilio. Se dio el lujo de colocar de fondo de uno de sus boleros la Sinfónica de Londres. Por otro lado, Juan Formell con la Van Van ha integrado la moderna tecnología electrónica y los ancestrales ritmos cubanos, en una unión del tambor y el sintetizador, en donde se complementan y el resultado es positivo. Gonzalo Rubalcaba ha grabado recientemente con Isaac Delgado, un joven cubano que hace balada-salsa.

Varela acepta nuestra reflexión:

 

-Para que nazca un Arturo Sandoval se necesitan mil años. Fíjate cómo la música es un lenguaje universal. A pesar de las diferencias políticas entre Cuba y Estados Unidos, en la música mantienen y enriquecen un diálogo desde hace varias décadas. Ahí está Paquito D'Rivera y todo el Irakere viejo. Yo siento esa música, pero quizás no tenga la capacidad para hacerla a nivel de arreglos, a nivel de melodía sí, y entonces es cuando me doy cuenta que el salsero viejo conoció a Ricardo Ray, a Nelson y sus Estrellas, a Pacheco, y el salsero nuevo no los conoce, por eso estamos en la obligación de hacer una mejor salsa por cuanto conocemos la historia.

 

A propósito de estas experiencias, le pregunto a Jairo Varela acerca de utilizar instrumentos típicos del Pacífico en sus nuevas producciones, como la marimba. Recuerdo que alguna vez grabó un elepé con violines en Puerto Rico que no sonó en Cali.

 

-Mi nuevo elepé, dice Varela, es enseñarle a la juventud lo que es la salsa, la salsa del bailador, esa es mi idea, quizás algunos se sorprendan de esta sonoridad, es un revolcón, necesitamos hacerla porque también hay nuevos públicos como el de España, en donde tenemos un lugar de privilegio. Hace poco, vinieron unos empresarios españoles que desean hacer un contrato con el grupo Niche en exclusiva. El concierto del 25 de noviembre es un gran reto en Madrid. De verdad, en Europa la salsa está que arde. La salsa no es moda. Modas son otros ritmos que aparecen y desaparecen. La salsa es tradicional.

 

Un día, en la última visita de Sonora Matancera con sus cantantes, en Cali, Nelson Pinedo me expuso un proyecto que era absolutamente válido: Si el grupo Niche vivía su mejor momento musical por qué no crear un fenómeno continental inolvidable grabando con diferentes cantantes de trayectoria internacional como lo hizo la Sonora Matancera en los años cincuenta. Por ejemplo: Niche con Nelson Pinedo, Niche con Rodríguez. Llamé a Varela y concertamos una conversación en su estudio.

 

Varela tiene una disculpa en su mano: «No se puede cristalizar porque pertenecemos a sellos disqueros diferentes». Le hago el comentario de la experiencia reciente de Gloria Stefan y con escepticismo anota: «Reunió músicos, más no estrellas».

 

Rafael Quintero insiste: «Todos sonaríamos con un solo tema del grupo Niche con Celia Cruz».

 

Pero Jairo Varela tiene un as en su manga. Después de este elepé, el próximo año se dedicará a componer uno de pachangas, pero con letras propias, porque no se trata de retomar a Joe Quijano, ni Belisario Marín, Randy Carlo o Palmieri. Se trata de pachangas con vivencias del grupo Niche. Es la noticia que el bailador caleño esperaba: el grupo Niche interpreta el ritmo más perdurable en nuestra ciudad, el ritmo que no cansa.

 

Algunos músicos, en su mayoría extranjeros, hablan de la clave cruzada de Varela, que no es exactamente la clave típica.

Varela aclara: Yo me rijo por los patrones naturales de la salsa. Hemos hecho temas cruzados. Por ejemplo, Buenaventura y Caney. Pero eso dejó de pasar. Es pertinente saber que Ricardo Ray hizo varios temas cruzados. También Willy Colón. Hace poco, Eddy Santiago pegó su tema Lluvia con clave cruzada. Yo no tengo por qué negarlo, todos los días aprendo, es de hombre reconocer, no los errores sino los hechos, por lo tanto no agacho la cabeza ante nadie, sino que cuando subo a una tarima es con lo que aprendí de ellos, de los cubanos y los puertorriqueños, porque nadie nació aprendido.

El nuevo grupo Niche tiene rostros diferentes. Salieron Silva y Alberto Barroso. En su reemplazo estará el bajista boricua Johnny Rivero. En el trombón, Leonardo Aguirre, hermano de José, el director musical.

 

Varela vuelve a retomar el tema de la moda: Ahora hay mucho techo, estamos llenos de sonidos digitales, de sintetizadores, quizás esto no le guste a los viejos salseros, hay mucho romanticismo. El problema son los arreglistas. Por ejemplo, en Puerto Rico hay dos buenos arreglistas que hacen todo para Jerry Rivera, Tito Rojas, Tito Gómez, y todos inevitablemente se parecen. La Fania nos mostró un abanico de diez voces: Cheo Feliciano, Ismael Quintana, Ismael Miranda, Héctor Lavoe, Rubén Blades, en fin. De lo que he oído, la voz que más me llama la atención es Lalo Rodríguez, que tiene una sonoridad única. En la balada, Luis Miguel desplazó a Julio Iglesias, a Montaner, etc. Antes, no había tanta competencia. En Puerto Rico, hoy en día, hay 380 orquestas y sólo graban 60. Los salseros de tradición, como Tito Puente, por sólo orgullo, no van a hacer balada-salsa, prefieren retirarse como Rubén Blades, A ellos no les nace. Para ellos es una alternativa hacer música compleja para el público europeo o japonés. Aunque vivimos estos tiempos desechables yo hago música para perdurar. Nunca he recurrido a la violencia, sexo o vulgaridad para ganarme el público. Pero el salsero viejo tiene que entender que todas las canciones no pueden ser El Manisero».

 

En Cali también se ha fortalecido un fenómeno que no existe ni en La Habana ni en San Juan: explosión de orquestas de mujeres.

 

Varela se compromete en su concepto: Quizás no hay todavía la gran música, pero lo que ellas han hecho es muy importante. Hace poco viendo un programa de televisión, Viva el domingo, una niñita de 14 años tocaba el timbal como muy pocos hombres lo hacen.

 

Además es una corriente. Quizás les falta un tema internacional. Pero llegará la hora. Si no son ellas, serán las que vienen después, con más fundamento y estudio. En este sentido, Cali marcha a la vanguardia. La mujer ha logrado alcanzar una posición en la música popular.

 

Jairo Varela ya no es el músico que vive de rumba. Vive encerrado en su estudio, con su música, aunque afirma que no ha perdido el sabor de la calle porque sigue siendo humilde, cuando quiere respirar camina por un barrio popular, habla con la gente y si puede ayudar en algo, ayuda.

 

Jairo Varela sigue en lo suyo, en la salsa, pero regresa a sus fuentes, a la salsa brava, típica y moderna, y escribirá las letras de un elepé de pachangas. La moda pasa, la tradición continúa.

 

 

 

El Grupo Niche

 

 

EL MAESTRO JAIRO VARELA: DIÁLOGO CON UNA LEYENDA. (7)

 

 

-¿Quiero que entremos a hacer unas precisiones para establecer fechas ciertas sobre la fundación del Grupo Niche. ¿El nacimiento exacto  es 1978 ó 1980?

 

-Yo creo que es 1981

 

-Pero Al Pasito es en 1979.

 

-La primera versión, que fue prácticamente un trabajo que se hizo como por parte de la disquera como por parte nuestra para ver qué pasaba, pero no estábamos realmente constituidos como orquesta. Por eso creo que como grupo organizado iniciamos en 1981.

 

-¿Empiezan a estructurarse como orquesta y a hacer giras?

 

-Sí, en 1982 tuvimos la oportunidad de ir a Estados Unidos y teníamos grabado Buenaventura y Caney. El comienzo fue un ensayo.

 

-¿Dónde quedaba el edificio donde nació la idea del grupo Niche?

 

-Sí, fue en Discos Daro, en Bogotá, en la carrera 7ª,  yo hacía algunas producciones no como Grupo Niche sino como compositor, pues yo les daba temas a cantantes de la época. Se me acercó el “Conejo” Barrios y le dije: “Hombre, creo que tengo la claridad suficiente para hacer una buena producción musical”. Él me dijo que hiciéramos el ensayo y empezamos con “Al Pasito” cantado por Saulo Sánchez. No dio muy buenos augurios porque ellos tampoco le pusieron demasiadas ganas al disco, sino que lo hicieron como por rellenar. Pero estaba Codiscos que se dio cuenta que había un buen futuro y me hicieron la oferta seria. Fue cuando tuvimos ya la oportunidad de grabar Buenaventura y Caney que fue prácticamente el inicio del Grupo Niche.

 

-Hay dos cosas de las que ye hemos hablado, que las encontré en mi reportaje que son precisiones que has hecho sobre tus influencias musicales, unas muy claras –desde niño- cuando estuviste en la escuela del cura de Quibdo, que eran los orígenes musicales tuyos. Quiero que precisemos los sonidos colombianos que se movían allí y cuáles eran las influencias externas, como las de la Sonora Matancera y otras. ¿En qué forma te llegaban esos sonidos desde niño? ¿Cuáles eran los típicos y cuáles los externos?

 

-Los típicos eran los que uno por naturaleza escuchaba en el diario vivir de una región tan apartada como el Chocó. La parte folclórica importante y determinante. Los externos fueron las influencias de la Sonora Matancera, Cortijo y su Combo, el Gran Combo y uno no se podía apartar de esos sonidos porque la única diversión en el Chocó era el baile y la música. Yo nunca estuve en la escuela del cura.

 

-¿Cuándo crean La Timba ¿Qué pasó? 

 

-Yo era un niño enfermo. Afortunadamente mi casa estaba al frente de la iglesia y yo escuchaba los coros y los cantos gregorianos desde lejitos y fueron determinantes para mí porque a raíz de eso le pude dar una caracterización a lo mío. Aunado esto a lo folclórico pude conocer un híbrido melódicamente importante y he tratado de capitalizar a través del tiempo todo este sentir.

 

-¿En qué momento se crea La Timba? ¿Por qué decides participar?

 

-Cuando crecí un poco más –9 años- , la música y el baile era lo que queríamos cristalizar y mostrar que lo que teníamos en la cabeza, por el simple hecho de ser niños, nos dábamos la oportunidad de llegar a la música y organicé La Timba, donde yo tocaba la dulzaina, pero también teníamos maracas, bongoes y otros. Yo vivía en el barrio Roma y todos nos disfrazábamos y salíamos a pedir plata.

 

-Cuando creaste el Grupo Niche ya existía la salsa colombiana que Fruko había puesto puntos de referencia con cantantes como Joe Arroyo, Piper Pimienta, Saoko. ¿Cómo recibiste ese camino?

 

 

-Positivamente, porque era la meta de forjarse uno y superar el reto o estar allí. Son épocas ya marcadas que hay que reconocerle a Fruko, quien dejó un legado importante que nosotros, sin llegar a imitar, nos correspondió por la capacidad, la calidad, el estudio y la preparación para trascender.

 

-Es raro que una persona como Fruko lo haya hecho desde Medellín, donde no existía esa tradición musical, pero él mismo reconoce ahora que la Sonora Matancera había sido determinante en su vida, como sonido.

 

-Claro, La Sonora, Cortijo, Gran Combo.

 

-Hay dos temas que en esa inmensa creación tuya es un honor para cualquier músico crear dos himnos a una región. Tú hiciste Cali Pachanguero en 1984 y Mi Valle del Cauca -En 1987-. ¿Qué siente un músico cuando ha logrado crear dos himnos, uno a una ciudad y otro a un departamento, donde la gente se reconoce tanto?

 

-Siento orgullo, una satisfacción interior enorme que ni uno mismo alcanza a medir hasta dónde Dios en ese momento lo iluminó. Siento una responsabilidad histórica de saber que no puedo hacer cualquier canción porque me van a medir, me van a decir que me quedé ahí y no pude superarlos, pero gracias a Dios he desarrollado temáticas en la vida cotidiana del hombre nuestro, como nos desarrollamos, vivimos y nos comportamos, sin necesidad de recurrir al mensaje obsceno y por eso la gente en Colombia reconoce que hay unos valores, que hay una inspiración, un reconocimiento.

 

-¿Tú creas el Cali Pachanguero por una inspiración que se te viene en Nueva York?

 

-Sí, es algo que nace porque estando en Nueva York le llega  uno esa nostalgia que sentimos cuando dejamos nuestra tierra. Si hay gente que exprese eso son los colombianos.

 

-¿Cuál fue el primer verso que se te vino a la cabeza con Cali Pachanguero? ¿El de Mi Valle del Cauca lo inventaste viniendo en un vuelo desde Bogotá cuando viste la geografía del Valle?

 

-Sí, uno ve los diferentes municipios del Valle del Cauca y ve un mensaje de unión porque analizamos un departamento donde convivimos diferentes etnias y culturas con influencia de los antioqueños en la parte norte del Valle, lo que es Cartago, Caicedonia y Sevilla. Está la parte pacífica y demás y eso es algo que uno hace y le sirve a los niños para una clase de geografía. Se me ocurrió la idea agradecido en ese momento con Dios que me dio la oportunidad de conocer y vivir con la gente que uno ama.

 

-¿En qué municipio del Valle –diferente a Cali y Buenaventura- que hayas ido a un concierto has sentido una conmoción con el tema “Mi Valle del Cauca”?

 

-En todos, sobretodo cuando recién salió el tema y fuimos a Guacarí, Bugalagrande, Buga, Cartago. En Buenaventura fue apoteósico. Yo vivo sin palabras para agradecer a la gente que nos ha empujado a la fama, por esa costumbre de ser demasiado humilde no alcanza a imaginar lo que para un vallecaucano es Mi Valle del Cauca o para un caleño el Cali Pachanguero.

 

-Todos los cantantes, en la época de Jairo Varela, se fueron haciendo y fueron quemando etapas. Una etapa no se puede comparar con otra porque cada cantante es único, pero tú siempre mantienes el sonido Niche y le das al cantante la oportunidad de reconocerse y ser él. ¿Cómo has visto la relación —estrictamente musical— del cantante Niche?   

 

-Cuando han estado en su momento se ven muy normales. Cuando cada uno coge su rumbo, se ven desafortunadamente los celos naturales de ya no pertenecer a Niche, que es una orquesta que no se ha mantenido ahí sino que va mucho más allá de donde muchos nos quieren ubicar, pues nos hemos sacudido con producciones importantes que han llegado con lujo de detalles a diferentes países Latinoamérica y Europa y nos han convertido en la orquesta obligada de ferias, celebraciones y eventos.

 

-¿Cómo sentiste la etapa de vivir en Miami? ¿La relación con la distancia, con la tierra?

 

-Es muy duro porque los colombianos tenemos muy arraigado este terruño, nos llena de nostalgia y los recuerdos son constantes y uno se está yendo y está pensando en el momento en que regresa. Es muy bonito pensar así a pesar de que hay dificultades para poder subsistir aquí en Colombia, pero cuando uno tiene la posibilidad de saber sobrellevar todas estas situaciones, lo más importante es el país de uno y lo hemos acogido como lo acogen las personas que por una u otra razón tiene que emigrar con ese corazón herido por no tener lo de uno, la comida, los amigos, el ambiente, la lluvia y demás y por eso uno vive con el alma en desorden queriendo regresar.

 

-¿Qué sentías un día a las 5:00 de la tarde? ¿Querías tomarte un jugo de lulo o algo así?

 

   -Aunque uno tiene la posibilidad de conseguir ciertas cosas en varios países, que para nosotros son muy normales, lo que uno más añora es la familia, las amistades, las horas de comer, las costumbres. Es difícil decir algo específico porque una cosa tiene que ver con la otra y todo te hace falta.

 

-Hay conciertos históricos en tu vida. Recuerdo en 1987 cuando re armaste tu orquesta y diste un concierto en la Plaza de Toros. ¿Qué recuerdas?

 

-Recuerdo el convencimiento y la fuerza del espíritu de saber que estábamos convocando a las personas que desde un comienzo confiaron en nosotros y fue importante porque no la dejamos acabar, arrancamos con más fuerza y determinación en esa segunda versión, un compromiso de hacer las cosas lo mejor posible y allí fue cuando se vino lo del Perú, la conquista de México y Centroamérica. A estas horas el Grupo Niche ha sido la orquesta que más veces ha visitado y tocado en Estados Unidos, pues llevamos cerca de 2.500 presentaciones allá y eso es algo significativo e importante. Conocen de nuestro aporte al arte en otros países.

 

-El concierto de 1996 en el Pascual Guerrero, cuando saliste de la cárcel, fue apoteósico. Cincuenta mil personas gritaban al unísono  ¡Jairo, Jairo, Jairo!

 

-Eso es impresionante. No hay palabras para agradecer. Hay que meterse en la cabeza que hay que seguir con la intención de mejorar. Uno siente emoción, llanto porque la gente sabía que estuve en una cárcel y nada de lo que se me acusaba o tildaba, era cierto. El pueblo se sentía lastimado con lo que me hicieron. Habían herido a una de sus figuras y sentí la voz de aliento y el apoyo que nunca se podrá olvidar y que habrá que obedecer hasta después de la muerte.

 

-No preciso el año de un concierto en el Teatro Municipal, que fue con menos público, pero muy importante por la acústica, el sitio, el entorno.

 

-Fue para los 15 años. He sido un agradecido de la vida, he tenido conciertos importantes como los que hemos dicho, los del Madison Square Garden, pero es más significativo que la misma gente de uno le reconozca los valores, que sentir un aplauso en una latitud distinta a la nuestra. Cuando uno se presenta en un auditorio colombiano va mejor preparado porque no se pueden cometer errores y hay que entregar el corazón a través de nuestras canciones para que el pueblo se dé cuenta que aquí están sus hijos y lo que hacemos es sacrificios, como dejar la familia, los amigos y demás para poder entregarse con todo el cariño del mundo.

 

-En este crecimiento, de lo que se llama la salsa en Europa, tú que fuiste un pionero con Niche, ¿cuál es el país, la ciudad o el concierto en Europa que tú dijiste: aquí están sintiendo.

 

-Hicimos un concierto muy importante en París. También hicimos en los ayuntamientos de diferentes partes, en el festival de Roma, en el festival de Milano, en Colonia, Alemania, Berlín, Ámsterdam, Holanda, Zurich, España, Inglaterra, Noruega. En fin, son otras vivencias, otras culturas y es importante ver cómo se interesan. Me llamó mucho la atención en Londres, donde me encontré con un periodista polaco de quien no recuerdo el nombre, que sabía más de la vida mía que cualquier amigo, sabía cómo había llegado, cómo había iniciado, cómo había hecho, las fechas de las separaciones que hubo en el Grupo Niche y una cantidad de cosas que lo anima y lo compromete a uno. Europa es una plaza muy importante para nosotros. Tanto así, que tú acabas de ver la grabación que estamos haciendo de un tema dedicado a Madrid, que es una ciudad bellísima, con la ayuda de herramientas que no teníamos antes como Google Arts, conocer lugares importantes y poder integrarlos a una canción, es una experiencia interesante. No he sido el único. Cuando Agustín Lara hizo Granada, no conocía España. Es más esfuerzo no conocer el lugar, sus costumbres, idioma.

 

-¿Qué otros lugares te han impresionado?

 

-Me sorprende Japón. Es otra cosa, una manera muy distinta de pensar, pero aunada a la salsa la disfrutan, la bailan, gritan y expresan sus sentimientos con una manera de bailar más técnica pero de igual forma lo que uno se imaginó, como fue hacer una canción, grabarla, plasmarla, satisface que haya llegado tan lejos.

 

-Alguna vez pude compartir contigo una final del Festival del Pacífico, del Petronio Álvarez. Yo te pregunté: ¿qué podría ser con el futuro de la música del pacífico? Y tú me respondiste: “cuando la hagan los músicos, será música”. ¿Qué piensas hoy en día después de ver crecer los aportes que has hecho tú, están las raíces, pero ha habido aportes de Alexis, de músicos nuevos que tienen fuerza en esa fusión. ¿Qué posibilidad  ves en ese crecimiento?

 

-Es un compromiso con nosotros mismos de poder vestir la música del pacífico, darle otros matices, otros arreglos, con instrumentación distinta tratar de hacer el intento de difundirla e internacionalizarla. Precisamente, en estos días hablaba con Hugo Candelario, que es un bastión, una persona que tiene un reconocimiento a nivel general de su talento y de su esfuerzo, pero sin ser uno protagonista, tenemos que inyectarle la imaginación de personas que han tenido una trascendencia musical que supera fronteras y está sobre el tapete la posibilidad de hacerlo para dejar un legado. Creo que se va a hacer y no en un solo intento, con la bendición que él tiene del sentimiento que expresa a través de su instrumento vamos a hacer cosas bonitas, no diría que diferentes porque la materia prima es lo autóctono del pacífico y vamos a ponerle un traje de gala a esa música.

 

-En el grupo de Hugo Candelario, hay una cantante magnífica, Marlin Murillo, que sabe hacer a la perfección lo folclórico y la salsa moderna. Pero tu propósito es el trabajo musical de Hugo Candelario González, quien tiene un talento por explotar.

 

- Sí, he pensado en Hugo Candelario como músico, después que vengan los músicos que yo sugiera, es otra cosa, pero esperemos señalar los que requiere el proyecto y tenga uno el tino de estar con los que verdaderamente tienen que ser.

 

-El desarrollo de la música del Pacífico es una gran expectativa para bien de ella misma y de la salsa.

 

-Yo no diría que salsa exactamente. Sino es lo que nosotros llamamos una descarga, que no siempre sea lo mismo, sino que sea mejor instrumentada, más orquestada, mejor complementada en la parte de los arreglos, que sea mejor armada para que la gente del exterior la disfrute más sin entrar en imitaciones, porque no hay necesidad de hacerlo con algo que tiene vida propia, pues basta sumarle la experiencia musical que uno tiene y debe ser positiva para que trasciende y llegue más.

 

-Quiero que precises lo que me dijiste la vez pasada sobre esta polémica que se hizo acerca de los derechos de autor. En Sayco los derechos del autor y del compositor son unos y del intérprete son otros. Eso tiene que quedar claro en esta polémica, que más allá de lo que quede, debe quedar un concepto básico.

 

-No nos lleva a ninguna parte ponernos a pelear. Es muy sencillo. Yo como compositor de una canción le doy una representación a Sayco, esta entidad me representa esos derechos pero no solamente yo tengo el derecho a recibir esas regalías. Las recibo yo como autor y las recibe el intérprete, pero por desinformación –caso de Moncho Santana que cantó Cali Pachanguero- él no sabe que tiene que reclamarle a Sayco y por eso dice muy olímpicamente que Jairo Varela se llevó todo el dinero, cuando es responsabilidad de Sayco distribuir porcentualmente lo que a cada cual le corresponde. Si no lo ha reclamado es por desinformación y tiene que acercarse allá a reclamar lo suyo. Lo feo de todo es ver cosas como la entrevista que le hicieron a Pedro Arroyo en una revista,  dice que él había hecho mucho por Guayacán. Lo que la gente no sabe y él tampoco dijo es que cuando grabó el tema de Las Miradas y se retiró de Guayacán para irse a Estados Unidos a cantar y cobrar ese tema con pistas, sucedió que al llegar Guayacán no lo quería nadie porque él ya se había adelantado y eso debe decirlo Arroyo.  Los resultados tienen que ser buenos para compositores e intérpretes y no estar haciendo enfrentamientos que no llevan a nada positivo.

 

-No tuve el privilegio de ver los duelos que hubo en diciembre con Guayacán y el Grupo Niche, que son las orquestas institucionales. ¿En qué forma se dio eso y cómo lo viviste en términos musicales?

 

-El acercamiento se dio por la sencilla razón de que nos sentimos invadidos y los músicos de aquí los utilizan porque no les pagan lo que debe ser y es muy fácil para un empresario traer un cantante X y le ponen músicos de aquí pero toda la plata se la leva el cantante que trajeron y eso no es bueno. Por eso llegamos a la conclusión con Nino y Alexis de que nos teníamos que unir por ser las orquestas más representativas de Colombia y sentar un precedente. Nos ha dado resultado, pero siempre está el vivo de por medio y ya salió el Niche del Ayer, el Guayacán del Ayer planteando el mismo hit haciéndose pasar por nosotros y eso es una situación incorregible, pero la gente ya se está dando cuenta de a quiénes hay que creerle. Musicalmente Guayacán aporta lo suyo y yo aporto lo mío y la gente saca sus conclusiones. El camino y la gestión que han hecho Guayacán y Niche son importantes para la música.

 

-Me dijeron que habías matado el duelo al tocar primero Cali Pachanguero, porque es imposible competir con el gran imaginario de la ciudad.

 

-No, cada quien expone lo de cada quien. El Grupo Niche ha generado más de 70 éxitos y la gente reconoce lo de Guayacán.

 

-Musicalmente ¿lo que tú pensaste fue impactar ese público?

 

-Claro, creo que Guayacán pensó lo mismo pues la idea era que todo el mundo saliera contento y vamos en el camino, ellos por su lado, nosotros por el nuestro diciendo que en Colombia se realiza buena música, proyectos musicales serios, con acogida en cualquier parte del mundo.

 

-¿Cuántos discos suma ya Niche?

 

-No sé, pero con compilaciones y otras cosas, más de 60.

 

-¿Cuántas presentaciones lleva Niche este año? ¿Cuántas giras han hecho?

 

-Este año fuimos a Estados Unidos donde tratamos de hacer unas 80 presentaciones al año, fuimos a Panamá, en México hacemos ocho presentaciones, vamos para Centroamérica y haremos una gira nacional por Medellín, Bogotá, Cali, Cartagena, Bucaramanga, Cúcuta, Villavicencio y así nos seguiremos sacudiendo para mostrar que nuestra gestión es importante, tratando siempre de sacar pecho para que nuestros nacionales se sientan cada vez más orgullosos de nosotros.

 

-¿Cómo has visto el aporte de los bailarines de salsa que en los años 70 y 80 los metían en los baños porque eran el comodín para bailar dos temitas? ¿Cómo has visto el trabajo de Luis Eduardo Hernández, El Mulato, y todas las restantes escuelas?

 

-Lo que se hace en Delirio es muy importante, dignificante y ejemplarizante porque estos muchachos que tienen ese talento natural que expresan en una tarima, sin ayuda de nadie llegaron a campeones de la salsa y eso le pone una estrella más a la ciudad, con el género en el que nosotros sobrevivimos y llevamos en el alma y en el corazón. Qué bueno que el Estado se preocupe en las barriadas, en subsidiar estos muchachos que han llegado lejos con su organización, lo cual es un indicio de que cuando hay talento, motivación y deseo las cosas se pueden hacer y se logran.

 

-He escuchado dos nuevos temas tuyos: Madrid y Toros, interpretada por Oswaldo Román, y Robando Sueños, donde lanzas un nuevo cantante, Grigo Urrutia.  Además Tito Gómez hace coros. Los dos temas nuevos siguen tu entretejido musical. ¿Qué pretendes con esos temas?

 

-Llegar al público con lujo de detalles, con la misma dinámica y profesionalismo que nos ha caracterizado a través de los años. Decirle a la gente que estamos vivos, que no son temas del montón que se graban por grabar para que tengan una vigencia, sino una importancia dentro de la música porque tenemos un puesto dentro del corazón de todos y con esa responsabilidad lo hacemos y lo asumimos por tener siempre esa idea musical muy clara para que a través del tiempo sea el legado que siempre hemos soñado dejar.    

 

 Cali, 8 de mayo de 2007.

 

 

 

(1) Rafael Quintero me acompañó durante el reportaje. Tomado de La Palabra, febrero de 1992

 

(2)   JAIRO VARELA: DE LA CÁRCEL AL CIELO DE LA MÚSICA. Por. Humberto Valverde.Grabado el 13 de  diciembre de 1991

 

(3)      VARELA EXPLICA EL SONIDO NICHE. Por. Danilo Alegría, Rafael Quintero y Umberto Valverde.

 

(4)      SEÑALES DE HUMO: LA NUEVA PRODUCCIÓN DE VARELA DESDE LA CÁRCEL. Por. Humberto Valverde, el Sr. Luis Guillermo Restrepo, periodista de opinión, se encontraba en el estudio de Univalle y participó en la conversación. Tomado del periódico La Palabra No. 62 – Julio 1º. De 1997.

 

(5)      JAIRO VARELA EN CLAVE MUSICAL.  Víctoria Eugenia Valencia Calero, estudiante de Comunicación Social, Universidad del Valle, integrante de La Palabra, trabajó en todo el reportaje, tanto en la elaboración como en la edición final.

 

(6)      JAIRO VARELA: LA MODA PASA, LA SALSA QUEDA. Víctoria Eugenia Valencia, Calero, en condición de colaboradora del periódico La Palabra, participó  en este reportaje. Tomado de La Palabra, enero de 1994.

 

(7)  EL MAESTRO JAIRO VARELA: DIÁLOGO CON UNA LEYENDA. Por Humberto Valverde. Cali, 8 de mayo de 2007.

 

Discografía del Grupo Niche

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

         

Edición de junio de 2007

Un Mito Llamado Niche

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